Los taínos, antiguos habitantes del Caribe, practicaban un juego ceremonial de pelota que se llevaba a cabo en espacios llamados bateyes o plazas. Aquí están los detalles clave:
- Participantes y reglas:
- Los partidos se jugaban entre equipos de 10 a 30 jugadores.
- Utilizaban una pelota de goma para el juego.
- Tanto hombres como mujeres participaban en este deporte.
- Propósito y significado:
- Se cree que el juego del batey se utilizaba para resolver conflictos entre las comunidades.
- Los jefes a menudo hacían apuestas sobre el resultado de los juegos.
- La pelota de goma:
- La pelota estaba hecha de goma, específicamente de la resina del fruto del cupei o copey (Clusia rosea, Jacq.).
- Los españoles, al encontrarse con esta novedosa pelota de goma, llevaron muestras de ella a Europa.
- El batey:
- El batey era una especie de cancha rectangular donde se jugaba la pelota.
- Sus extremos estaban demarcados por hileras o calzadas de piedras.
- Algunos de estos peñascos tenían figuras labradas o petroglifos con representaciones de cemíes u otras imágenes tutelares.
- Dimensiones y significado simbólico:
- Aunque no había un patrón uniforme de construcción, el batey generalmente era más largo que ancho.
- Las Casas, en su Historia de las Indias, describe que la plaza era tres veces más larga que ancha.
- Algunas plazas tenían contornos circulares u ovalados, indicando que eran lugares para areitos y ceremonias colectivas.
- En la entrada o en el centro de estas construcciones, se erguían menhires con iconografía simbólica.
En los centros ceremoniales taínos, además de las plazas principales, se encontraban otros elementos arquitectónicos significativos. Por ejemplo, calzadas o senderos empedrados conectaban los bateyes con ríos o depósitos de agua cercanos. Algunas plazas notables incluyen:
- Centro Ceremonial de Utuado (Puerto Rico): Un lugar de gran importancia en la cultura taína.
- Otras plazas en República Dominicana:
- Chacuey, cerca de Dajabón.
- Corral de los Indios, en San Juan de la Maguana.
- Batey de Yamasá, en la provincia Monte Plata.
En los torneos de pelota, participaban dos equipos con un número variable de jugadores. A veces, hombres jugaban contra hombres, mujeres contra mujeres, o incluso se mezclaban. Las reglas eran claras: no se podía tocar la pelota con las manos. Los jugadores debían mantenerla en el aire, golpeándola con caderas, codos, hombros o cabeza. La agilidad y destreza eran esenciales para evitar que la pelota saliera de los límites de la cancha.
Durante estas celebraciones deportivas, los caciques y señores principales se sentaban en búhos o banquillos hechos de madera o piedra. Los juegos de pelota no solo eran competencias, sino también un espacio de encuentro y comunicación entre aldeas, donde se intercambiaban productos y se compartían ideas.
El juego de pelota en el batey no solo era un deporte, sino también un espacio de intercambio cultural y simbolismo para los taínos.