La icónica figura del patricio Juan Pablo Duarte puede ser analizada desde diversas perspectivas. Una de ellas es la masónica. Aunque se sabe a ciencia cierta que Juan Pablo Duarte era masón, y que pudo llevar mucho de esta filosofía a su labor independentista, los detalles de esta faceta son desconocidos.
En su libro “Biografía de Juan Pablo Duarte” (Letra Gráfica, 2008) Orlando Inoa dice: “En algún momento de 1833 Duarte ingresó a la masonería. Esta institución se había extendido por toda América desde la segunda mitad del siglo XVIII propagando ideas de libertad, justicia y asistencia social, llegando a Santo Domingo durante la era de Francia (1802-1809)”.
El prócer tendría poco más de 20 años en aquel entonces y, según apunta Sixto Danilo Brache, Muy respetable Gran Maestro de la Gran Logia de República Dominicana, “primero ingresó a la logia Perfecta Armonía, que quedaba en la Calle las Mercedes, entre Meriño y Las Damas”.
Sin embargo, otra referencia de Inoa sitúa a Duarte 10 años más tarde (1843) en la logia Constante Unión No.8, donde, según el cuadro de notarios de esa logia, que estaba bajo los auspicios del Gran Oriente de Haití, ostentaba el grado masónico de Arquitecto y el oficio de comerciante.
Brache explica que en aquel entonces no existía República Dominicana y la masonería dependía de Haití: “Las logias las trajeron los haitianos desde la tradición francesa”, señala.
Datos
La logia Constante Unión No. 8, fundada en 1822 (año de la ocupación) tuvo entre sus fundadores a representantes del poder haitiano, entre ellos el gobernador Gerónimo Borgellá.
Sin embargo, y aunque parezca paradójico, esto no impidió el ingreso de Juan Pablo Duarte y los trinitarios Félix María Ruiz, Juan Nepomuceno Ravelo, Felipe Alfau y Matías Ramón Mella.
El que se hermanaran como masones tuvo relevancia para la labor independentista: En la entrega pacífica de la plaza de Santo Domingo participó José María Caminero, otro masón de la logia y más tarde miembro y presidente de la Junta Central Gubernativa, de la que formaron parte Tomás Bobadilla y Pedro de Castro y Castro, también fundadores de dicho templo masónico.
Carlos Nouel Pierret, en “Historia de la masonería dominicana”, recoge además que cuando Duarte envió a Mella a Haití a arreglar el apoyo dominicano al levantamiento contra Boyer, Mella se hospedó en casa del general Borgellá.
Masonería incidió en las ideas libertarias de Duarte
Duarte y otros libertadores de América como José Martí, Máximo Gómez, Simón Bolívar, Benito Juárez o George Washington eran masones gracias a la influencia europea, pues la masonería representaba en esa época la vanguardia de todo lo progresista y lo liberal.
En el patricio influyeron sus viajes de adolescente, que le llevaron por Nueva York, Londres, París y Barcelona. “En sus viajes Duarte pudo ver de cerca el funcionamiento de la masonería y eso fue determinante en su pensamiento libertario porque se acercó al fervor de la revolución y esa idea de libertad, igualdad y fraternidad, que es una divisa masónica adoptada por la Revolución Francesa, le influyó”, dice Sixto Danilo Brache, Muy respetable Gran Maestro de la Gran Logia.
Rafael Santana, Venerable Maestro de la Respetable Logia Caballeros de la Patria No. 53, añade que el contemplar los aires de libertad, las ideas revolucionarias e incluso el contacto con la literatura del movimiento Enciclopedista, forjaron al Duarte luchador. “Sus viajes incidieron en su formación como ser humano y como masón luego, y esas ideas de independencia son las que aplica más tarde en la sociedad secreta La Trinitaria”, comenta Santana.
La Trinitaria ¿Fue masónica?
En su libro, “Writing Secrecy in Caribbean Freemasonry” (Escritura secreta en la masonería caribeña) Jossianna Arroyo Martínez, catedrática de Literaturas y Culturas de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas, no se refiere específicamente a Juan Pablo Duarte ni a La Trinitaria.
“Hay dudas sobre si La Trinitaria fue un movimiento masónico tradicional adscrito a una logia específica o una sociedad secreta revolucionaria que usaba cifras masónicas sin estar adscrita a una logia específica”, dijo Arroyo Martínez a LISTÍN DIARIO.
La catedrática, que trabaja en su libro de modo indirecto con el tema de las logias dominicanas a partir de los años 1850 y 1860, ratifica la escasa información que hay, desde la perspectiva masónica, sobre Duarte y la Trinitaria: “Solo sé que La Trinitaria mezclaba cifras (señas masónicas) con imágenes cristianas (La Santísima Trinidad). Se dice que había curas católicos en este grupo de masones; pero no tengo más detalles”, dice.
Sin embargo, para Sixto Danilo Brache, no hay dudas sobre el carácter masónico de La Trinitaria: “Fue una sociedad masónica, pues los toques, las palabras, los signos están presentes. Incluso el uso de la Biblia, que para algunos es signo de alto catolicismo, es signo de libertad”.
Brache añade que el escudo nacional de 1844 tuvo en su diseño elementos relacionados a la masonería, como el gorro frigio.
La Trinitaria, compuesta por nueve miembros y fundada el 16 de julio de 1838, tuvo entre sus fundadores a varios masones, además su nombre en clave era un triángulo formado por nueve asteriscos distribuídos en tres tríades, iguales a las que suelen utilizarse en la masonería.
La libertad
La búsqueda de la libertad de su patria tiene en Juan Pablo Duarte una fuerte relación con los preceptos masónicos. Así opina Carlos Canela, Venerable Maestro de la Logia Caballeros de Memphis No. 50.
“En logia se enseña mucho el concepto de ser libres. Libres de pensamiento y de criterio, se enseña a investigar para poder decidir por uno mismo y no por lo que dicen los demás. Esto se desarrolla a todo lo largo de la carrera masónica, para que luego se sea capaz de distinguir la importancia de las libertades físicas”, dice.
Brache añade que si bien la masonería no es dogmática (caben todas las creencias) no se permite el ingreso de nadie que no crea en Dios, sea cual sea la forma en que la persona lo conciba. Se debe creer en un ser superior al que los masones llaman Gran Arquitecto del Universo.
Esto facilitó la unión de aspectos de la masonería con las creencias católicas en La Trinitaria.
Tanto en esa organización, como en otras (La Filantrópica, La Dramática) Brache considera que se vivieron aspectos típicos de la vida del masón: valor moral, intensa actividad intelectual, trabajo, estudio y enseñanza a otros. “Con su ejemplo Duarte nos enseñó que la patria es ara, no pedestal. La Patria es para sacrificarnos por ella, no para beneficiarnos de ella.
Duarte incluso vendió los bienes propios y familiares en favor de la causa”, concluye.
Ejemplo Invaluable
Cuando se visita el edificio de la Gran Logia de la República Dominicana es innegable la importancia de Juan Pablo Duarte para los masones de ese templo. Estatuas y cuadros rememoran la vida y obra del que es considerado el masón más venerable.
“Considero que Duarte es el ejemplo que debemos seguir porque demuestra en su acrisolada vida la verticalidad y el ejemplo de lo que debe ser un masón: el desprendimiento, la cooperación, el trabajo, la enseñanza… por eso tratamos de emularlo y es nuestro líder y guía”, dice Sixto Danilo Brache, Muy respetable Gran Maestro de la Gran Logia.
Carlos Mora, Gran Secretario de la Gran Logia añade que para los masones dominicanos la figura de Duarte es de incalculable valor. Señala que en el Manual de Masonería Pública, escrito por el también masón Enrique Patín Veloz, en el apartado que se refiere al aspecto patriótico de la masonería, el autor menciona que para la masonería cada nación o cada patria es un templo levantado.
“El templo de nuestra República Dominicana fue planificado por el hermano Juan Pablo Duarte, y para realizar la construcción del mismo, le sirvió de maestro de obra el prócer Francisco del Rosario Sánchez, y de primer oficial el prócer Ramón Matías Mella, además de otros hermanos masones que trabajaron para forjar nuestra nacionalidad”, dice.
La escasa bibliografía
¿Por qué hay tan poco material documental sobre la vida masónica de Duarte? Según Sixto Danilo Brache, Muy respetable Gran Maestro de la Gran Logia de República Dominicana, se debe a que muchos documentos han desaparecido y no a que exista algún tipo de restricción para el accionar de los masones en el país.
Rafael Santana, Venerable Maestro de la Respetable Logia Caballeros de la Patria No. 53 comenta que los archivos de la logia Constante Unión No. 8, como era dependiente del Gran Oriente de Haití, los haitianos al irse se los llevaron. Los intentos e investigaciones para conseguir detalles de la vida masónica de Duarte en París o Hamburgo (Alemania), donde se sabe que visitó varias logias, también han sido infructuosos.
Fuente: listindiario.com