“Los que Falsificaron la Firma de Dios” es una narrativa cautivadora, rica en matices y giros inesperados, que sumerge al lector desde las primeras páginas en un universo donde realidad y ficción se entrelazan magistralmente.
La obra maestra de Viriato, “Los que Falsificaron la Firma de Dios”, es un hito en la literatura dominicana. Ganadora del Premio Nacional de Novela en 1993, desató una tormenta política al exponer la corrupción y la ira del presidente Balaguer. Escrita con meticulosidad y valentía, sigue siendo un legado imborrable de la diáspora de postguerra.
El título sugiere un misterio que va más allá de la firma de Dios, explorando temas de falsificación, ética y espiritualidad. Invita a la reflexión sobre el significado de falsificar la firma divina y cómo afecta a los personajes y a la trama en general.
La trama está poblada por personajes complejos y multidimensionales, cada uno contribuyendo de manera única al desarrollo de una historia que resuena emocionalmente con la audiencia. Desde el protagonista hasta los personajes secundarios, el elenco es inolvidable, añadiendo capas de profundidad a la experiencia de lectura.
Esta lectura no solo es un deleite para la mente, sino también para el corazón. Sumerge a los lectores en una experiencia que despierta emociones, desafía creencias y deja una impresión duradera.
Viriato invirtió años en escribir y pulir su novela, mostrando su dedicación y compromiso con la calidad literaria. Aunque generó controversias y desafió al gobierno, su impacto en la literatura dominicana fue innegable, abriendo puertas para otros, enfrentando discriminaciones y dando voz a la diáspora literaria.
La publicación exitosa catapultó a Viriato al estrellato literario, recibiendo aclamaciones de amigos, críticos y la élite cultural. Sin embargo, algunas relaciones revelaron su fragilidad cuando el minuto de fama se agotó.
Más allá de su éxito literario, Viriato era un lector ávido, crítico perspicaz y escritor minucioso. Su rechazo a ciertas obras contemporáneas mostraba su discernimiento literario. La correspondencia literaria revelaba no solo su perspectiva sobre la escritura, sino también su humanidad.
La muerte de Viriato Sención no borra su impacto en la literatura y la sociedad dominicana. A través de sus letras, desafiando gobiernos y creando diálogos significativos, su legado se mantiene vivo. Ahora, solo queda preguntarnos qué hará el tiempo con la obra de este pionero literario, mientras reflexionamos sobre la vida, la muerte y la trascendencia de aquellos que desafiaron al sistema para dejar un legado perdurable.