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Gandhi, el pacifista que luchó por la independencia de la India

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A pesar de haber nacido en el seno de una familia acomodada en la India, Gandhi se convirtió en un luchador por los derechos civiles de sus compatriotas y abrazó la no violencia para lograr sus objetivos. Su vida ha pasado a la historia como un ejemplo e inspiración para miles de personas.

El hecho de que Mohandas Karamchand Gandhi hubiera nacido el 2 de octubre de 1869 en el seno de una familia de la apreciada casta bania de Porbandar, en el estado indio de Guyarat, no fue óbice para que conociera bien temprano y de primera mano el drama de la segregación racial. En 1893, en un viaje de trabajo que hizo a Sudáfrica, el joven Gandhi sufrió la humillación por parte de un revisor de tren, que lo expulsó del compartimento de primera clase en el cual viajaba. “¡Largo de aquí, sami!”, le increpó el revisor, un hombre fornido y de elevada estatura. Sami era el término despectivo con el que los blancos designaban a los indios en Sudáfrica.

LA FUNDACION DEL PARTIDO Y LOS PRIMEROS HOSPITALES

Gandhi se casó a los 13 años, y cuando ya era padre de un hijo, en 1888, se trasladó a Londres para estudiar derecho. La admiración que Gandhi profesaba por la cultura europea y el clasismo que le había sido inculcado por tradición en su país, lo llevó a justificar el colonialismo, ya que en aquel entonces creía que los pueblos sometidos no eran capaces de progresar por sí mismos. Pero el velo de sus prejuicios raciales cayó cuando se topó con la dura realidad del racismo en Londres. En su país, Gandhi era miembro de una clase privilegiada, pero en Inglaterra, aún vistiendo trajes elegantes y llevar bombín, su piel olivácea no pasaba inadvertida en la gran metrópoli londinense.

En la India, Gandhi era miembro de una casta priviliegiada, pero en Londres el color de su piel no pasó inadvertido y tuvo que soportar el racismo imperante en la sociedad británica

Durante su estancia en Sudáfrica, Gandhi fundó el Partido Indio del Congreso de Natal en 1894. A través de esta organización pudo unir a la comunidad hindú del país haciendo llegar tanto a la prensa como al gobierno denuncias de violaciones de los derechos civiles a los indios y pruebas de la discriminación por parte de los británicos en Sudáfrica. Al estallar la guerra contra los boers, Gandhi sugirió que, si los indios aspiraban a legitimarse como ciudadanos de pleno derecho debían participar en el conflicto. Aun así, al finalizar la contienda, y habiéndose presentado como voluntarios en apoyo al ejército británico, su situación no mejoró.

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Gandhi empezó su actividad humanitaria creando colonias agrarias y hospitales en Sudáfrica. Asimismo, intentó abolir el sistema de castas que provocaba una enorme división entre los propios indios. Pero en 1906, el gobierno del Transvaal promulgó una ley que obligaba a todos los ciudadanos indios a registrarse. A raíz de ello se originaron multitud de protestas masivas en las que Gandhi retó al propio Gobierno e instó a sus compatriotas a manifestarse de manera pacífica y sin violencia. Gandhi definió esta lucha como Satyagraha (fuerza de la verdad). A pesar de que el Gobierno sudafricano logró reprimir las protestas, las denuncias acerca de los métodos utilizados finalmente obligaron al general Jan Christian Smuts a negociar una solución con el propio Gandhi.

El gobierno del Transvaal promulgó una ley que obligaba a todos los indios a registrarse. Gandhi instó a sus compatriotas a manifestarse de manera pacífica y sin violencia

LA MATANZA DE AMRISTAR

Pocos años después de su regreso a la India (en 1915) se produjo otro hecho trascendental que marcaría su vida. El 13 de abril de 1919, en la ciudad de Amritsar, una gran multitud se reunió en el Jardín de Jallianwala para celebrar la fiesta de año nuevo o Vaisakhi. Al conocerse la noticia, el brigadier británico Reginald Dyer acudió al lugar con noventa soldados, acordonó los jardines y bloqueó las salidas. Dyer ordenó a sus tropas que dispararan contra los civiles. Durante diez minutos, los hombres de Dyer dispararon un total de 1.650 cartuchos causando innumerables bajas entre los asistentes a la celebración. Tras el criminal acto, se decretó el toque de queda por lo que no se pudo atender a los centenares de heridos que murieron durante la noche. El Gobierno británico emitió un comunicado donde justificó la matanza de los manifestantes argumentando que estaban protestando en contra de las medidas adoptadas por los británicos. Posteriormente, Dyer afirmó haber disparado sobre un “potencial ejército rebelde” y justificó las medidas alegando: “Este acto no fue hecho para desbandar a la multitud, sino para castigar a los indios por su desobediencia”.

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Estatua de Mahatma Gandhi en un parque público de Nueva Delhi, India
Foto: iStock

En protesta contra la matanza, el escritor Rabindranat Tagore, ganador del Premio Nobel de Literatura hacía apenas una década, renunció a su título de sir (caballero) otorgado por el Gobierno británico, alegando que “se ponía al lado de sus compatriotas […] que sufren una degradación indigna de seres humanos”.El mismo escritor bautizó al propio Gandhi con el apelativo de Mahatma (gran alma), sobrenombre con el que sería conocido a partir de entonces en todo el mundo. La matanza de Amristar marcó un punto de inflexión en las relaciones entre la India y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, siendo el punto de partida del movimiento de no cooperación que encabezaría Gandhi entre 1920 y 1922.

Rabindranat Tagore, ganador del Premio Nobel de Literatura, renunció a su título de sir otorgado por el Gobierno británico, alegando que “se ponía al lado de sus compatriotas, que sufren una degradación indigna de seres humanos”

LA MARCHA DE LA SAL

Tras los tristes acontecimientos de Amristar, Gandhi multiplicó las manifestaciones no violentas y las huelgas de hambre para obtener del raj británico –el régimen de gobierno colonial de la Corona británica en el subcontinente indio– un estatuto de autonomía análogo al concedido a las colonias de población mayoritariamente europea. Al no lograr dichas concesiones por parte de los ingleses, ciertos miembros del Partido del Congreso Nacional Indio (fundado en 1885) se impacientaron y propusieron una guerra abierta con una serie de sublevaciones armadas para expulsar a los ingleses del territorio. Gandhi insistió en que el camino a seguir era el de la no violencia y advirtió al virrey de la India de que su próxima campaña de desobediencia civil tendría por objeto el ejercicio del derecho natural de los hindúes a la producción de sal. El objeto de esta campaña era el impuesto sobre la sal, hasta la fecha monopolio británico. La conocida como Marcha de la Sal tuvo lugar entre marzo y abril de 1930 y en ella miles de indios siguieron a Gandhi desde su retiro religioso cerca de Ahmedabad hasta la costa del mar Arábigo,recorriendo una distancia de 390 kilómetros. Dicha marcha provocó el arresto de casi 60.000 personas, incluido el propio Gandhi.

La Marcha de la Sal ponía en peligro el monopolio sobre este producto que hasta entonces el Imperio británico tenía en la India

Con el final de la Segunda Guerra Mundial, el Imperio británico declaró que el gobierno del subcontinente sería transferido a manos indias. En este punto, Gandhi ordenó suspender la lucha pacífica, consiguiendo que liberaran a alrededor de 100.000 presos políticos, incluyendo la dirección del Partido del Congreso.

INDEPENDENCIA Y MUERTE

Pero la independencia no fue tan sencilla. Gandhi desconfiaba de la idea de compartir el poder con la Liga Musulmana y la descentralización que proponían los británicos. Los enfrentamientos que siguieron entre hindúes y musulmanes provocaron más de 5.000 víctimas, y para evitar una guerra civil el Congreso aceptó el plan para llevar a cabo la partición de la India. Gandhi se opuso vehementemente a cualquier plan que implicara dicha partición. Fue Sadar Patel, persona de confianza de Gandhi, quien convenció al líder indio para que dicha partición se llevara a cabo. Cuando se hizo efectivo el traspaso de gobierno, en agosto de 1947, Gandhi no lo celebró como en el resto de la India y se encerró en soledad en su residencia de Calcuta.

Meses después, el 30 de enero de 1948, Nathuram Godse, un radical indio aparentemente relacionado con grupos de ultraderecha, y su cómplice, Narayan Apte, abatieron al “fakir desnudo” –apodo que había puesto Winston Churchill a Gandhi–, cuando se dirigía a una reunión para rezar. Las últimas palabras que pronunció el Mahatma fueron: “¡He Ram!” (¡Oh, Dios mío!). Con las manos aún apretadas la una contra la otra en un claro gesto de ofrenda, su cuerpo se desplomó sobre la hierba, ya sin vida. Los dos asesinos junto con otros siete cómplices más, fueron juzgados y condenados a muerte el 15 de noviembre de 1949. Sin embargo, el que se considera que fue el instigador del asesinato, el presidente del partido ultraderechista Hahasabha, Vinaiak Dámodar Savarkar, quedó libre por falta de pruebas.

Fuente: https://historia.nationalgeographic.com.es/

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