Desde películas, libros, series y canciones, el viernes 13 siempre ha estado relacionado con la mala suerte y el mundo oscuro, aquí te decimos porqué.
Cada vez que el calendario marca un viernes 13, a casi todo el mundo, sea o no supersticioso, le viene a la cabeza que es un día ligado a la mala suerte. La asociación de esa fechas con el mal augurio y catástrofes procede de la cultura anglosajona, ya que en los países de habla hispana y en Grecia ese fenómeno se da con el martes 13.
No hay un hecho concreto que justifique el miedo a los viernes 13, sino que hay una acumulación de acontecimientos históricos y culturales para tratar de explicarlo.
Para empezar, el número 13 ya trae consigo una fama de mala suerte. Uno de los antecedentes más antiguos al respecto se remonta a la mitología nórdica: en una fiesta en el Valhalla, Loki, dios del engaño y el decimotercer dios que llegó al banquete, embaucó a Hoor para que matara involuntariamente a su hermano Balder, dios de la luz y la bondad.
También está la Última Cena en la que Jesús invitó a los 12 apóstoles, siendo así 13 personas en la mesa, siendo una de ellas, Judas Iscariote, quien acabó traicionando a Jesús.
Para los más supersticiosos, en un viernes 13 hay que evitar a toda costa una serie de situaciones.
Supersticiones
-Hacer un viaje o, al menos, evitar sentarse en el asiento que lleve el número 13 o coger un vuelo que contenga ese número.
-No levantarse apoyando primero el pie izquierdo.
-Pasar por debajo debajo de una escalera.
-No reunirse en casa siendo 13 personas.
-Romper un espejo.
-No derramar sal.
-No tener la cartera vacía de dinero.
-Evitar cruzarse con gatos negros.
-Abrir un paraguas en el interior.
-Poner zapatos nuevos sobre la mesa.
-Cortar ambos extremos de la barra de pan.
Fuente: cdn.com