Con el nombre Mathline, facilita el repaso de las decenas, centenas o las centésimas en las aulas de Primaria. El docente Fran Quesada, su creador, nos explica paso a paso cómo usarlo.
Mejorar el aprendizaje en Matemáticas de mi alumnado de Primaria a través de una propuesta interactiva y lúdica era el fin que perseguía cuando comencé a idear este proyecto. Después de valorar varias opciones, decidí que un juego de cartas era el recurso ideal y, para llevarlo a cabo, me decanté por adaptar el clásico ‘Timeline’, en el que cada jugador tiene que colocar sus cartas en el orden correcto, teniendo en cuenta la fecha en la que sucedió cada uno de los eventos que recogen.
De este juego hay diferentes versiones que se pueden trasladar sobre todo al área de Geografía e Historia, pero ninguna para reforzar los conceptos matemáticos. Así que decidí crear Mathline, ideal para trabajar las unidades, las decenas y las centenas, así como las décimas y las centésimas.
Los objetivos que tiene son diferentes dependiendo del momento en el que se use, es decir, se puede utilizar al principio de una unidad para detectar los conocimientos previos de nuestro alumnado o al final de la misma para reforzar lo aprendido de una manera lúdica. Lo bueno que tiene es que está creado con Genially, cualquiera lo puede descargar y cada docente lo puede adaptar a su clase.
Reparte cinco cartas por estudiante y ¡a jugar a Mathline!
Para crear esta primera edición del mazo me he basado en los contenidos del tercer ciclo, ya que ha sido la etapa donde más años he pasado y conocía mejor el currículo introduciendo contenidos que son replicables tanto en 5º como en 6º de Primaria. Para comenzar a jugar, recomiendo tener un mazo con bastantes cartas para que se puedan repartir al menos cinco por jugador y queden algunas en el montón de robar.
Todas ellas tienen una operación matemática. Así, cada jugador debe deshacerse de las que le han tocado: tendrá que colocarlas correctamente en cada turno siguiendo el orden de los números en la recta numérica. Se puede hacer a través del cálculo mental o puede facilitarse un poco más el juego, dejándoles que hagan las cuentas; decisión que depende de cada docente y del nivel que quiera establecer dentro de la partida.
Un ejemplo práctico: nos encontramos en segundo de Primaria y has creado 5 grupos de 5 estudiantes, ya que cuentas con una clase de 25 alumnos. El estudiante 1 tiene una carta de 5 decenas; el 2 una de 5 centenas; el estudiante 3 de 5 unidades; el alumno 4 una suma de 2+2 y el 5 una multiplicación de 2×3. El orden correcto de sus cartas sería: alumno 4, alumno 3, alumno 5, alumno 1 y alumno 2.
A la hora de crear este juego, una de las mayores dificultades ha sido elaborar las cartas para atender a todos los contenidos y a todo tipo de alumnado. Es por eso que ya se está trabajando en una segunda edición con cartas DUA para atender de manera mucho más efectiva a la diversidad y estoy seguro que muchos profes reutilizarán el recurso.
Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/