1. Ir a verlos a partidos, obras de teatro…
Hace poco publicábamos un emotivo vídeo viral que mostraba la importancia de estar presentes para nuestros hijos. Esa presencia, ir a verlos a los partidos, a las obras de teatro… es otra forma de decirles te quiero sin decírselo de forma explícita. Y es que, qué importante es para ellos, mirar al público y ver a sus padres con esa mirada orgullosa.
Ellos se sienten importantes y valorados cuando les vamos a ver; es una forma de reforzar su autoestima y además, de compartir este valioso momento de orgullo y de ver cómo crecen.
2. Cuidarlos cuando están enfermos
Aunque nos pueda parecer una obviedad, el hecho de cuidar a los hijos cuando enferman, algo que hacemos de forma totalmente instintiva y natural, lo cierto es que esta es también otra muestra de amor hacia ellos.
Curarles las heridas cuando se hacen un rasguño, ponerles el termómetro para ver si tienen fiebre, o la mano en la frente cuando están calientes, arroparles para que no pasen frío, llevarlos al médico… En esas muestras de cuidado, y en un momento de vulnerabilidad como lo es la enfermedad, los niños se sienten más queridos y protegidos que nunca.
3. Las palabras de ánimo
Las palabras de ánimo en los momentos complicados o difíciles para ellos también son una forma de decir te quiero. Palabras como; “todo irá bien”, “en un rato te sentirás mejor”, “cuenta conmigo para lo que necesites”, “estoy aquí”, “no te preocupes”, “tranquilo”… Son ejemplos de frases que les llenan el corazón y que, además, les hacen saber que pueden contar con nosotros.
4. Expresar ilusión
Otras formas de decir te quiero de forma no explícita es a través de frases que reflejan ilusión. Por ejemplo: “me ha hecho mucha ilusión este dibujo”, o “esta llamada”, “desayunar contigo hoy”, “hacer este plan juntos”, “que me contaras esto”… Los ejemplos son miles, y son una forma más de comunicar este amor hacia los hijos, la ilusión compartida y que enriquece el día a día.
5. Pasar tiempos juntos
¿Qué hay más valioso que regalarle nuestro tiempo a alguien? Y más, a nuestros hijos, que son lo más grande que tenemos. Con el tiempo las cosas se van volatilizando, menos los recuerdos que vamos construyendo de nuestra vida.
Así, este tiempo en familia es otra forma preciosa de decir te quiero a los hijos. Cuando pasamos tiempo juntos, el mensaje que les transmitimos es que son importantes, que merecen nuestro tiempo, y a su vez, que disfrutamos con el suyo.
6. Un cálido abrazo
El lenguaje del amor también es el lenguaje de los abrazos. Está demostrado que cuando abrazamos, liberamos endorfinas que nos hacen sentir bien. Es un potente facilitador social y emocional, que nos conecta a los demás.
Por eso abrazar a los hijos es otra gran muestra de amor; a través de un abrazo, o de acurrucarles, se sienten comprendidos, escuchados y, en un lugar seguro y protegido para ellos. Un lugar cálido y lleno de amor.
7. Expresar lo orgullosos que estamos de ellos
Verlos crecer, ver cómo van alcanzando hitos, cómo van aprendiendo tantas cosas… es algo que hace sentir orgullosos a los padres de sus hijos. Mostrar ese orgullo es otra forma de amor.
Esto lo podemos a través de una mirada de orgullo y emoción, cuando les vemos en el festival del cole (o en tantos otros sitios que nos permiten ver cómo crecen), o también a través del lenguaje verbal: “¡qué orgulloso me siento de ti!”, “¡eres genial!”, “¡cómo has aprendido!”.
8. Los momentos de mimos, cuentos y cosquillas
Compartir un rato en la cama antes de ir a dormir, leyendo cuentos, contándonos cómo nos ha ido el día, haciendo cosquillas, mimos y caricias, dando un beso de buenas noches… Es otro claro ejemplo de cómo demostramos el amor hacia nuestros hijos en el día a día, sin necesidad de las palabras o de “grandes lujos” (el lujo es poder vivir con ellos momentos como este).
9. Mostrar interés
Mostrar interés hacia alguien es otra forma de demostrar amor. A los niños les expresamos ese amor cuando los miramos con curiosidad, cuando les preguntamos por sus cosas y queremos saber más (“esto que dices es muy interesante, ¡cuéntame más!”), cuando les preguntamos cómo les ha ido el cole, cuando les escuchamos con atención y gracias a ello, los conocemos mejor, sabemos sus gustos…
Y después, utilizamos eso para regalarles eso que necesitaban, o eso que les hacía ilusión, por ejemplo. En definitiva, los niños, al sentir que alguien se interesa por ellos, y por sus cosas, se sienten valiosos y queridos.
Fuente: www.bebesymas.com