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El Behique, sabio y curandero indígena del Caribe

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El Behique era un personaje necesario en toda la tribu, y ocupaba un puesto privilegiado en la pirámide social después del cacique y los nitaínos. “Ellos representaban el nivel de desarrollo social y religioso de los taínos”. Los behiques poseían un “poder sobrenatural” que los convertía en personas respetables y temidas. Ejercía un poder considerable sobre todos los individuos con la ayuda de la diosa Atabey. Al igual que la generalidad de shamanes, no eran sacerdotes, sino fundamentalmente médicos-hechiceros, aunque, también ejercían el papel de teólogos, adivinos y profetas.

Requisitos para convertirse en Behique

Para convertirse en Behique, se requería un aprendizaje muy extenso y muchos días de ayuno, prácticamente absoluto. El ayuno que algunos hacían principalmente los behíques o sacerdotes o hechiceros… Ayunaban cuatro meses y más continuos, sin comer cosa alguna, sino solo cierto zumo de yerba o yerbas, solamente para que no muriesen, bastaba

Funciones

Entre las funciones que realizaban, se encontraban:

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Organizar el culto: Los Behiques o shamanes, junto con los caciques, eran los anfitriones de las ceremonias o ritos religiosos. Entre los cuales se destaca el rito de la Cohoba, en el cual, luego de varios días de ayuno, éstos inhalaban un alucinógenos que llamaban “cohoba” que consistía en semillas de un árbol conocido como “Anadenthera Peregrina” y conchas de caracoles quemados, ambos pulverizados. Este polvo les provocaba alucinaciones y les hacían imaginar que tenían una charla con los dioses, los cuales les daban instrucciones de las acciones que debían tomar respecto a ciertas situaciones. “El resultado eran unas mezclas muy secas y bien pulidas, de color canela”.

Comunicar las tradiciones tribales: Los behiques también se encargaban de realizar actividades mediante las cuales traspasaban el conocimiento adquirido tras muchos años de experiencia al resto de la tribu, con el fin de que éste no se perdiera con las futuras generaciones. Un ejemplo de estos ritos, es el areito, en el cual, al igual que en rito de la cohoba, se drogaban con alucinógenos y danzaban al ritmo de maracas y tambores. No se compartían los conocimientos médicos ya que éstos se reservaban exclusivamente para los futuros shamanes, los cuales iban a sustituirlos en el ejercicio de la hechicería y el curanderismo.

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Educar a los hijos de los caciques y ser consejeros de estos: Al ser los behiques subordinados allegados al cacique, éstos les encomendaban la educación de sus hijos, confiando en que el behique los guiaría por el camino que los dioses tenían preparado para ellos.

Confeccionar las figuras en honor a distintos cemíes: Se encargaban de elaborar las representaciones de los dioses mediante una gran variedad de materiales, como la piedra y el barro.

Curar a los enfermos: Esta última los distinguía, en mayor medida, que las demás debido a su vasto conocimiento en botánica, medicina, y otras ramas; lo cual les confería el privilegio de ser los únicos encargados de este oficio. Por supuesto que estos “médicos” de la tribu no poseían conocimientos científicos de anatomía o fisiología, eran puramente intuitivos. “Parecen haber tenido ciertos conocimientos en relación con los cinco sentidos principales, teniendo en cuenta que estas funciones le ponían en contacto con el medio externo, el peligro y la supervivencia.”

Evolución histórica

La historia de la medicina cubana ha transitado por diferentes etapas y ha tenido sus orígenes en el hechicero-curandero, también llamado Behique, quien fue el iniciador de los procederes terapéuticos en las luchas de los aborígenes contra el invasor. Esta actividad se desarrolló en condiciones difíciles por los médicos que participaron en las guerras independentistas como integrantes de la sanidad militar mambisa. Esta tradición también estuvo presente en los galenos del ejército rebelde y al triunfar la revolución en 1959 se incrementó con la formación de los que ejercen esta profesión en la esfera militar, utilizando además los adelantos científicos-tecnológicos en el campo de la medicina.

El Behique y la medicina

Este personaje era el encargado de curar a los enfermos de la tribu que padeciera alguna enfermedad o las lesiones que se producían en las actividades de caza, donde la fractura de las piernas era frecuente,además realizaban la pesca y recolección por lo que estos curanderos conocían de traumas en las actividades de las labores diarias, pero no tenían conocimiento sobre las heridas que producirían las armas traídas por los españoles en su conquista y colonización.

Es por eso que tuvieron que enfrentarse a nuevas formas de curación de los lesionados que se producían en las luchas de los aborígenes con los conquistadores. Su arsenal terapéutico se basada en la flora cubana, la que conocían bien y la aplicaban a diferentes afecciones.

Esta tradición pasó del Behique de la época de los aborígenes a los médicos mambises que participaron en las guerras independentistas. Más tarde en los enfrentamientos de la revolución de 1933 y se afianzó aún más en la medicina practicada por los galenos que participaron en la gesta libertadora del Ejército Rebelde.

En la actualidad el médico militar en Cuba cuenta con medios diagnósticos y de tratamiento de los más avanzados, sin dejar de lado la utilidad que tiene para esta rama de las ciencias médicas el empleo de la medicina natural y tradicional, basada fundamentalmente en la flora de nuestro país.

Fuente: https://www.ecured.cu/

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