Acompañar, compartir y respetar a los padres son algunos de los deberes como hijos.
Algunos de los deberes, más importantes, de los hijos con los padres son confiar, respetar, ayudar, prestar atención, no juzgar, cuidarles, no excluirlos, pasar tiempo con ellos y otros que a continuación te mencionaremos.
Todos sabemos cuáles son los deberes y obligaciones que tienen que cumplir los padres con sus hijos, pero ¿somos conscientes de los que estos tienen que cumplir con los padres? Nosotros como hijos, ¿los estamos cumpliendo?
Esta clase de acciones son esenciales para construir una relación hijo-padre/hija-madre, y no solo para eso, sino para que los hijos aprendan las habilidades necesarias para establecer relaciones personales adecuadas con otras personas.
Deberes de los hijos con los padres
1. Permitir que sean nuestros amigos
Desde que somos pequeños, nuestros padres están con nosotros compartiendo nuestras experiencias, pensamientos y sentimientos.
No obstante, al llegar a la rebelde etapa de la adolescencia, esto cambia bruscamente, colocando a nuestros padres en un segundo plano y no permitiéndoles ni dejándoles ejercer este rol.
2. Confiar en ellos
En muchas ocasiones solemos confiar más en nuestros amigos o personas de alrededor que en nuestros padres. Pero, ¿nos hemos preguntado alguna vez por qué no acudimos a nuestros padres? ¿Quién mejor que ellos para darnos consejo?
Ellos siempre van a estar ahí para apoyarnos y aconsejarnos en todo lo que necesitemos. Por ello, si tenemos algún problema, estamos en la obligación de buscar su asesoramiento, dado que son nuestros padres y van a ser ellos y no otra persona quienes verdaderamente vayan a elegir la mejor opción para nosotros.
No nos debe de preocupar que nos vayan a juzgar en nuestras decisiones o en nuestras actividades.
3. Prestarles atención
Como hemos señalado anteriormente, debemos escuchar sus consejos y lo que nos tengan que decir acerca de algún problema que tengamos, o simplemente sobre lo que nos pueda ocurrir en la vida.
Ellos tienen más experiencia, y aunque no lo queramos ver en etapas complicadas como la adolescencia, muchas veces tienen la razón.
Por ello, aunque crezcan y pensemos que no tienen idea de nada de los que nos ocurra y que no llevan la razón, tenemos que escuchar lo que tienen que decir con paciencia.
4. No juzgarlos
Conforme vamos creciendo cambiamos la forma en la que miramos a nuestros padres. Cuando somos pequeños los vemos como nuestros héroes y heroínas, sin embargo, esto cambia cuando llegamos a la adolescencia, etapa en la que los vemos como personas anticuadas, incapaces de entender lo que nos pasa.
Por si esto fuera poco, cuando llegamos a la etapa adulta seguimos viéndolos de una forma negativa, lo que se traduce en una carga o en una persona envejecida que una vez más es incapaz de entender lo que ocurre a su alrededor, por lo que en la mayoría de ocasiones los dejamos en una residencia.
5. Tenerles respeto
Nuestros padres nos respetan desde que nacemos e incluso en todas nuestras etapas de desarrollo, siendo unas más complicadas que otras. Por ello, nuestro deber como hijos es respetarlos y tratarles como nos tratan a nosotros.
6. Hacerles caso
Como hijos tenemos que obedecer y acatar lo que nuestros padres nos dicen. Lo hacemos desde que somos pequeños, pues siempre quieren lo mejor para nosotros, aunque en ocasiones pensemos que no es así.
En etapas como la adolescencia, solemos pensar que nos castigan o que no nos dejan salir más tarde porque no quieren que nos divirtamos o que salgamos.
Sin embargo, precisamente porque nos quieren es por lo que hacen ese tipo de cosas. Algunas veces no entendemos esto hasta que nos toca a nosotros ser padres.
7. Estudiar
Como todos sabemos, nuestros padres, desde que somos pequeños, están trabajando durante muchas horas al día porque nosotros tengamos el derecho a ser algo en la vida. Es decir, a estudiar.
Por ello, tenemos la obligación de hacerlo, pues una vez más quieren lo mejor para nosotros y nos están dando la oportunidad de dar lo mejor de nosotros mismos, y aunque no lo creamos, no todos tienen la suerte de poder acceder a una educación digna y de calidad.
8. Ayudar en casa
Nuestros padres realizan muchas actividades a lo largo del día e incluso hay veces que no pueden descansar porque se ven desbordados de trabajo. Nuestro deber como hijo/a es ayudarles en todas las tareas que nos sean posibles, como por ejemplo en las tareas del hogar.
Entre todos es mucho más sencillo tener todo en orden si somos conscientes de la situación y ponemos de nuestra parte. No nos cuesta nada ayudarles y así tendremos más tiempo libre para disfrutar de su compañía.
9. Cuidarles
Nuestros padres también se ponen enfermos cuando llegan a edades avanzadas, y en muchas ocasiones necesitan que les cuidemos.
Ellos no se lo pensaron dos veces cuando nosotros nos caímos por primera vez de una bicicleta y nos raspamos las rodillas, o cuando nos rompimos un brazo jugando al baloncesto.
Por ello, como hijos tenemos que cuidar de ellos siempre que nos sea posible o asegurarnos de que tengan la mejor ayuda para que puedan vivir tranquilamente y sin problemas.
10. No excluirlos
Como hijos vamos adquiriendo más responsabilidades conforme vamos creciendo, en todos los niveles de nuestra vida: profesional, social, familiar y académica.
Sin embargo, nuestros padres ya llegaron a su plenitud y por lo general ya han conseguido todo por lo que habían luchado cuando eran jóvenes.
Esto hace que cada vez tengamos menos tiempo para ir a visitarlos o para estar con ellos dejándoles en un tercer, cuarto o incluso quinto plano de nuestra vida, algo que sin duda no se merecen.
Por ello, nuestra obligación es no dejarles de lado e incluirlos siempre, aunque ya no se pase tanto tiempo como antes porque se está más ocupado. Sobre todo si se les quiere dar el lugar que les corresponde en nuestra vida.
11. Enseñarles como nos enseñaron a nosotros
Debido a la edad, en ocasiones a la mayoría de los padres se les olvida hacer cosas que antes sabían realizar o simplemente no se encuentran con la energía que años atrás tenían.
Por ello, nuestro deber es ayudarles con este tipo de actividades con paciencia y tranquilidad.
12. Realizar actividades con ellos
Aunque estemos muy ocupados con nuestra vida de adulto, ellos en su día también lo estuvieron y aun así sacaron tiempo de donde no lo tenían para estar con nosotros y hacer actividades en su tiempo libre.
Por ello, nosotros también tenemos que hacerlo, ya sea acompañarlos a ir a la compra, o a andar al parque o incluso ir a cenar un día en semana. Son actividades perfectas que harán que tus padres se sientan más felices y útiles.
13. Comprenderles
Algo que cualquier persona no lleva muy bien es hacerse mayor debido a que la sociedad ve a las personas mayores como una carga o incluso como un estorbo.
Nuestro deber como hijos es comprender a nuestros padres y mostrarles que no son ningún tipo de carga, simplemente ya no cumplen tantos roles en nuestra vida como lo solían hacer.
Sin embargo, dado que la vida no ha terminado, pueden cambiar y ejercer otros roles que solo pueden cumplir ellos, el ser abuelos y el mimar a sus nietos, por ejemplo.
14. Hacer que aprendan cosas nuevas
En muchas ocasiones nuestros padres, al alcanzar una determinada edad, se sienten especialmente vacíos, ya que no tienen nada mejor que hacer que estar en casa y ver la televisión o dar paseos.
Esto es algo que puede llegar a ser frustrante y que en muchas ocasiones termina por afectarles de forma negativa.
Por ello, otro de nuestros deberes como hijos es motivarles para que realicen otros tipos de cosas, como bailar, aprender a usar las nuevas tecnologías, en el caso de que no lo sepan, o incluso ayudarles a practicar un nuevo deporte.
Gracias a estas actividades se sentirán útiles y tendrán objetivos por los que levantarse cada día.
15. Quererlos
Padre y madre solo hay uno en la vida y nuestro deber como hijos es quererlos y amarlos con todo nuestro ser, igual que ellos hacen con nosotros.
Por eso hay que demostrarlo día a día en todo lo que hacemos, y una de las mejores formas es teniendo en cuenta una a una todas las obligaciones que hemos presentado.
16. No discutir con ellos
Aunque no lleven razón siempre y podamos tener discusiones con ellos, tenemos que intentar no discutir y solucionar de forma calmada los altercados que se puedan presentar con nuestros padres, sobre todo en etapas como la adolescencia.
Es normal que discutamos, hasta las mejores familias lo hacen, pero dejar de hablar a tu padre y a tu madre por ello puede ser un gran error, ya que como todo en esta vida, no van a estar para siempre.
17. Ser agradecidos
Todo lo que tenemos y somos es gracias a ellos y al esfuerzo que desde que nacimos han realizado. Nuestra obligación como hijos es agradecerles toda esta lucha constante que tienen y tendrán mientras sigan vivos.
Fuente: www.lifeder.com