Síguenos:

Hacia lo mejor que tenemos, las emociones positivas

- Advertisement -
Elupina Tirado
Santo Domingo

Necesitamos de modo urgente programas que aporten la educación emocional indispensable para aprender a gestionar adecuadamente los impulsos y las emociones destructivas. Estoy convencida de que no basta con manejar estas carencias desde las consultas privadas, por los casos que se manifiestan actualmente en nuestra sociedad, en los que se exhiben conductas con cargas de agresividad y violencia, brutales, grotescas… desproporcionadas, configurando retos sociales que sólo pueden enfrentarse efectivamente con programas que impacten colectivamente la educación de las emociones y los sentimientos.

Se observa, desde los diferentes escenarios de actuación pública y privada esfuerzos aislados, con buenas intenciones y con todo el deseo de ejercer control sobre estos fenómenos de violencia generalizada que están corroyendo todos los estratos de la sociedad. Paralelamente, como individuos, estamos ávidos de recursos que de forma autodidacta nos ayuden a ejercer control de las emociones, en aras de alcanzar un equilibrio, lo que nos muestra un deseo creciente del humano de encontrar medios para manejar y ejercer adecuado control de las emociones.

Desde hace algún tiempo, en nuestra práctica profesional hemos estado diseñando y desarrollando programas de educación emocional, dirigidos a leer e impactar la estructura de la personalidad, la estima, la confianza y el respeto en las relaciones interpersonales para la convivencia sana y pacífica, con resultados muy satisfactorios, pero a menor escala, debido al escaso apoyo que este tipo de emprendimiento recibe, aun cuando hay evidencias del impacto en las personas y pequeñas comunidades con las que se ha trabajado.

- Advertisement -

De ahí que insistimos en que es necesario aprender desde las técnicas centradas en las emociones y los sentimientos. Es imprescindible crear conciencia de cómo la fisiología de las emociones negativas afecta los estados funcionales de las acciones, induciendo el descontrol y llevando a estados destructivos en los que se pierden las metas, los sueños, la libertad e incluso, la vida.

En ese estado de cosas, estamos llamados a accionar más allá del dolor, la contrición o la impotencia, hacia la construcción de una comunidad más afectiva y empática que sirva de espacio de contención a las conductas inadecuadas y violentas, de ahí que existen intituciones que trabajan actualmente en la reestructuración de sus equipos de trabajo, para ofrecer una propuesta de valor desde espacios formativos y vivenciales, para intervenir en las carencias psicoemocionales que bloquean el pensamiento racional, impidiendo pensar adecuadamente en momentos críticos, dejando como resultado el descontrol, la destrucción y la muerte.

- Advertisement -

Este artículo se constituye en una invitación a educar las emociones y los sentimientos para operar desde las emociones positivas, nuestras mejores armas.

La autora es médica psicoterapeuta emocional y corporal.

 

Últimas noticias:

¿Reflejan las bajas calificaciones la calidad de un docente?

Un docente que consistentemente otorga calificaciones bajas a sus alumnos puede ser motivo de preocupación, pero no necesariamente es indicativo de su calidad como...