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“¡Me quiere llevar el diablo cuando me piden pan, y me lo piden en francés!” |
Al escuchar estas palabras, el público en el pequeño teatro arrancó en delirantes aplausos. Todos se identificaban con este sentimiento que el actor había pronunciado. |
Pero poco después, unos soldados haitianos irrumpieron en la sala y detuvieron la presentación. |
Un oficial haitiano subió al escenario y exigió ver el libreto de la obra, a fin de comprobar que la frase utilizada formaba parte del libreto. |
Tras comprobar que, efectivamente, aquella expresión antifrancesa formaba parte del libreto, el oficial permitió que continuara la función teatral. |
Pero ordenó redoblar la vigilancia en torno a los organizadores de la obra teatral. |
El espectáculo, sin embargo, logró su objetivo: entre los dominicanos españoles de Santo Domingo estaba germinando una conspiración política. |
La sociedad secreta La Trinitaria |
En la ciudad de Santo Domingo, las campanas anunciaban la celebración de la misa del Día de Nuestra Señora del Carmen. |
Era la mañana del Domingo del 16 de julio de 1838, y grupos de feligreses católicos de todas las edades se dirigían hacia la iglesia del Carmen, en la calle Arquillo (hoy Arzobispo Nouel), para rendir culto a la Virgen del Carmen como parte de las fiestas patronales. |
Pero, en vez de entrar en la iglesia, unos ocho jóvenes discretamente se separaron uno por uno de los feligreses, y cruzaron la calle en dirección a una casa frente al templo religioso. |
En esa humilde vivienda vivía la señora Chepita Pérez de la Paz junto a su hijo, Juan Isidro Pérez. Doña Chepita recibió a los amigos de su hijo con su proverbial amabilidad. |
Una vez en el hogar de los Pérez, Juan Pablo Duarte, de 25 años y el mayor de todos, se dirigió a los presentes para explicar el motivo de la convocatoria. |
Ninguno de los convocados supo previamente la razón de tan misterioso encuentro, y sólo cuando se hallaron reunidos en torno a su líder, se enteraron del motivo de tan solemne convocatoria. |
Duarte les explicó que había llegado la hora de luchar contra la dominación haitiana. La declaración no vino de sorpresa. Desde hacía meses venían planificando y hablando en secreto de hacer algo por la patria y organizarse políticamente. Pero, ¿por dónde comenzar? |
Duarte propuso crear una sociedad secreta a fin de concientizar a los dominicanos para “constituirnos en Estado libre e independiente con el nombre de República Dominicana”. |
Pero un proyecto revolucionario de esa índole no será de fácil materialización, debido a que ellos no sólo comprometían su honor, sino que además arriesgarían sus vidas y hasta las de sus familias. |
Duarte les advirtió que, una vez empeñada la palabra, no les sería posible retroceder, por lo que quien no estuviera de acuerdo con el proyecto, aún estaba a tiempo de retirarse. Solo les pidió discreción absoluta y mantener en secreto lo tratado en tan memorable reunión. |
Entonces sus amigos lo interrumpieron. Nadie quería retroceder. Todos estaban determinados a luchar junto con él, a favor de la liberación definitiva del pueblo dominicano, y estaban dispuestos a jurar su lealtad a la causa. |
Duarte, feliz de ver el apoyo de sus amigos, les mostró un pliego, del cual había hecho nueve copias, y lo distribuyó entre los asistentes. Todos se pusieron de pie y juntos, en voz alta, leyeron este juramento sagrado como ceremonia de iniciación: |
“En el nombre de la santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: Juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una República libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana; la cual tendrá su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesado con una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad. Así lo prometo ante Dios y el mundo. Si tal cosa hago, Dios me proteja; y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjuicio y la traición si los vendo.” |
Al terminar la ceremonia, los nueve jóvenes firmaron el documento con su sangre, anteponiendo una cruz al nombre de cada uno. “¿Cuál es el significado de la cruz?” preguntaron algunos. |
“No es la cruz el signo del padecimiento,” Duarte les explica, “es el símbolo de la redención; queda bajo su égida, constituida La Trinitaria, y cada uno de sus nueve socios obligado a reconstruirla, mientras exista uno, hasta cumplir el voto que hacemos de redimir la Patria del poder haitiano.” |
Así surgió el nombre de esta organización política: La Trinitaria, porque estaría integrada por nueve miembros, quienes bajo juramento se comprometían cada uno a formar núcleos de tres |
Estos nuevos allegados fueron llamados “adeptos o comunicados”, y no debían conocer los nombres de los nueve fundadores originales de la sociedad, excepto el del trinitario que los reclutara. De esa manera, en caso de ser descubiertos por las autoridades, no podían comprometer “más que a uno de los nueve, quedando los otros para continuar trabajando.” |
Los trinitarios escogieron seudónimos y debían comunicarse entre sí por medio de mensajes codificados. La existencia de la sociedad debía permanecer en secreto absoluto. |
Sus miembros originales fueron, aparte de Juan Pablo Duarte: José María Serra, Juan Isidro Pérez, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, Felipe Alfau, Benito González, Pedro Alejandrino Pina y Juan Nepomuceno Ravelo. |
Se dice que ese mismo día por la tarde, o tal vez algunos días después, a La Trinitaria ingresaron otros miembros, como Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y Vicente Celestino Duarte, entre otros. |
A cada trinitario le fue asignada una responsabilidad y una función específicas. Duarte fue escogido como Director General de la Revolución con el rango de General en Jefe de los Ejércitos de la República, mientras que otros compañeros recibieron rangos de coroneles. |
Los trabajos políticos de propaganda y concientización comenzaron de inmediato. La meta era extender las células de adeptos en todos los pueblos de la parte española de la isla, de modo que se facilitara la labor de agitación política en favor de la causa independentista. |
Los Trinitarios no fueron racistas, ni llamaban al odio contra el pueblo haitiano. Su lucha fue esencialmente política, y su doctrina político-ideológica no estaba fundamentada en criterios de diferencias raciales ni de supremacía étnica contra el pueblo haitiano. |
De hecho, en varias ocasiones Duarte expresó su admiración por el pueblo haitiano. Al estudiar la historia haitiana, pudo constatar su valentía y la manera admirable de cómo luchó desesperadamente “contra poderes excesivamente superiores” con el objetivo de superar “la triste condición de esclavo para constituirse en nación libre e independiente”. |
En el caso dominicano, Duarte sostenía que de la misma manera en que los españoles tenían su monarquía, los franceses la suya y hasta los haitianos se habían constituido una República soberana, ¿por qué razón debían los dominicanos arrodillarse y ser dominados por cualquiera de esos países? |
Argumentaba que los dominicanos tenían el mismo derecho que los demás pueblos para vivir en libertad y democracia, por lo que era necesario poner fin a toda dependencia colonial: |
“¡No más humillación! ¡No más vergüenza! ¡No, mil veces! ¡No más dominación! ¡Viva la República Dominicana!”, proclamó Duarte mientras juramentaba a sus compañeros de lucha. |
La Trinitaria nació al amparo del símbolo sacrosanto de Dios, Patria y Libertad, que hoy es el lema de la nación dominicana; y fue la primera organización político-liberal que propugnó por la independencia pura y simple del pueblo dominicano. |
Para protegerse de la represión por parte del dominador, los trinitarios pronto extendieron su radio de acción política al plano cultural, creando dos sociedades dependientes de La Trinitaria, conocidas como La Filantrópica y La Dramática por medio de las cuales promovieron actividades filantrópicas y culturales. |
El lema de La Filantrópica era “Paz, Unión y Amistad”, mientras que La Dramática presentaba obras teatrales de contenido político en las que algunos trinitarios participaban en calidad de actores. |
Duarte era consciente de la eficacia de las representaciones teatrales como medio de difundir los ideales revolucionarios y despertar sentimientos nacionalistas. |
Con la ayuda de un fiel seguidor construyeron su propio teatro, y escogieron obras con un mensaje patriótico subliminal, sin directamente atacar a los dominadores. |
Las obras que presentaban fueron todo un éxito, y la pequeña sala se llenaba de espectadores debido al delirio y entusiasmo que despertaban las obras teatrales que representaban los trinitarios. |
Las autoridades haitianas consideraron la posibilidad de prohibir el teatro de los jóvenes revolucionarios, pero no encontraban motivos que justificaran medida tan drástica. |
Sin embargo, creyeron encontrar el pretexto ideal para prohibir las presentaciones de los trinitarios, cuando, en una ocasión, durante una escena de la obra “Un día del año 23 en Cádiz” del dramaturgo español Eugenio de Ochoa, Juan Isidro Pérez arrancó delirantes aplausos del público luego que pronunció, con encendido énfasis histriónico: “¡Me quiere llevar el diablo cuando me piden pan, y me lo piden en francés!” |
La efervescencia generada entre los asistentes, provocó que el edecán del capitán general haitiano requiriera ver el libreto de la obra a fin de comprobar que la frase utilizada forma parte del texto. |
En realidad, la expresión formaba parte del libreto y las autoridades no pudieron clausurar las funciones. Después de todo, los mismos haitianos se habían liberado del yugo francés, y podían entender el sentido de la frase. |
Para los dominicanos, sin embargo, la expresión tenía mucho más profundo. Así, según Duarte lo había anticipado las presentaciones teatrales estaban cumpliendo su objetivo: incitar al pueblo dominicano a la rebelión contra los opresores. |
Como agrupación política, La Trinitaria tuvo una existencia efímera: sólo permaneció activa desde 1838 hasta mediados de 1844, cuando fue desintegrada debido a conflictos políticos con el sector conservador. |
No obstante, para comienzos de 1844, una rebelión armada contra el dominador haitiano era ya inevitable. |
El estado libre y soberano llamado República Dominicana estaba por nacer. La revolución libertadora estaba comenzando. |