Bolívar Troncoso
Santo Domingo
Breve origen y evolución de la Ciudad Colonial: La Nueva Isabela, construida por Bartolomé Colón en la margen oriental del río Ozama, entre los años 1496-98, por mandato de Cristóbal Colón, cuyo nombre no fue de su gusto, lo cambió por Santo Domingo, nunca de Guzmán como es planteado por algunos autores, consignado inclusive en la Constitución, error histórico que está corregido por investigadores de la Historia dominicana, y el Instituto Geográfico Nacional José Joaquín Hungría Morell (IGN-JJHM) lo asume y difunde por mandato de su Ley 208-14.
Las causas que producen su traslado a la margen occidental del río Ozama fueron un ciclón y consecuente plaga de hormigas, la no existencia de canteras de rocas calizas para las edificaciones, la falta de agua potable, las dificultades de comunicación con el norte o Cibao, la parte oeste y el suroeste, donde se concentraban las zonas productoras de oro, madera, ganadería, etc.
La misma fue traslada por el gobernador Nicolás de Ovando en el año 1502, construida a cuadrícula como primada de América, logrando establecer varias primacías: Primada de América, primera ciudad del nuevo mundo a cuadrícula, catedral, fortaleza, tribunal, casa de piedra, entre otras.
Construcción de la muralla en el siglo XVII: La piratería en la América colonial se inició en el siglo XVI, por los corsarios, fruto de las guerras y conflictos entre las potencias conquistadoras y colonizadores, en especial Inglaterra y países bajos, con la finalidad de acosar al enemigo.
En el caso de la Ciudad Colonial, la invasión y ocupación de la misma sucedió en el año 1586 por el corsario Francis Drake, al servicio de Inglaterra. Durante un mes la ocupó, robando sus tesoros y las joyas de sus habitantes, abandonándola después de España pagar a Inglaterra 25.000 ducados. El terror y miedo creado por Francis Drake fue horroroso, llegando a disparar una bala de cañón que cayó sobre el techo de la Catedral Primada, no explotando, según la población de la época, por un milagro.
El período de conflictos e inseguridad de la piratería indujo a la construcción de las murallas de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, durante el siglo XVII (1600).
Permanecieron en toda su extensión hasta la era de Trujillo, destruyéndola en su casi totalidad, para la construcción de la avenida Mella, la calle Palo Hincado y viviendas a lo largo de ambas calles.
Período republicano y el ciclón de San Zenón: El descuido a la Ciudad Colonial: Este ciclón afectó las construcciones coloniales, siendo una de las más afectadas el Alcázar de Diego Colón, mismo que duró en abandono por mucho tiempo, al igual que muchas otras edificaciones.
Proyecto de reconstrucción de las edificaciones de la Ciudad Colonial y declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco: La década del 1970 marca el inicio del proceso de reconstrucción de las edificaciones de la ciudad, contribuyendo con ello a la declaratoria de la misma como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en el año 1990.
Ciudad Colonial, integración de las clases sociales: Con el planteado deterioro de la Ciudad Colonial, la misma albergó a familias de todas las clases sociales, al punto de existir casas coloniales ocupadas por muchas familias, a manera de una vecindad, como fueron los casos de las que están en el parquecito Padre Billini, Meriño con Billini. Este proceso se generalizó a partir de la muerte de Trujillo, al punto que la ciudad era una integración de clases sociales, proceso social poco visto.
La revolución del 1965 marcó el proceso de desintegración armónica de las clases sociales en la Ciudad Colonial, generado el mismo por las inclinaciones de las familias de escasos recursos y clase media a las ideas de los Constitucionalistas, y las familias adineradas a las fuerzas de ocupación, lideradas por los norteamericanos.
Las familias más pudientes, destacándose los apellidos sonoros, se mudaron al sector de Naco, construido a partir de esta fecha.
La Ciudad Colonial y la oferta turística
La artesanía: El desarrollo del turismo de sol y playa en el país, a partir de la década del 1980, con el tour a la Ciudad Colonial, desde los destinos de Puerto Plata y Punta Cana, generó una importante oferta artesanal, predominando la artesanía haitiana, dado el poco desarrollo de una artesanía o souvenir criollo, desarrollándose la oferta de Ámbar y Larimar, unido a la muñeca sin rostro, identificando la diversidad étnica del país, hoy marca artesanal dominicana.
La Ciudad Colonial se convirtió, desde ese entonces, en un importante mercado artesanal, unido a la transformación del Mercado Modelo de la Mella en centro artesanal. Las ferias artesanales anuales han contribuido a su desarrollo, así como también la gran cantidad de tiendas, conocidas comúnmente como Gift Shop a los mercados o tiendas artesanales.
Oferta de alojamiento: Esta cuenta con hoteles icónicos como: El Beaterio Casa Museo, Hodelpa Nicolás de Ovando, Hodelpa Caribe Colonial, Casas del Siglo XVI, Boutique Hotel Palacio, Catleya Hotel, Novus Plaza Hodelpa, Billini Hotel, Luca Hotel, entre otros.
El Alquiler de apartamentos, habitaciones, entre otras modalidades, liderado por uno de los grandes vendedores virtuales del mundo, Airbnb, se ha convertido en un verdadero boom de negocio en la Ciudad Colonial.
Oferta museológica: Los de la época colonial más relevantes son los museos de Las Casas Reales, Alcázar Diego Colón, de la Catedral, del Mar o Atarazanas Reales y de la Porcelana.
Entre los museos contemporáneos se citan el de la Resistencia contra la tiranía de Trujillo, de la Familia Dominicana en la casa de Tostado, del Ron, del Ámbar, del Larimar, de Duarte, Trampolín, en la casa de Bastidas, entre otros.
Hay que destacar que la Ciudad Colonial agrupa la mayor concentración de museos del país.
Oferta de la gastronomía dominicana e internacional
La gastronomía dominicana actualmente está viviendo un boom, siendo la Ciudad Colonial una de las zonas de la capital nacional con oferta de Alta Cocina o Nueva Cocina Dominicana a través de los restaurantes Jalao y Buche Perico. A ello se une la presencia de oferta gastronómica internacional y criolla de alta calidad con los restaurantes Maraca, Pate Palo, Ángel, Lulú, La Alpargata, Mamey, M7, La Locanda, Naca´n, del hotel Mosquito, entre otros
Finalmente, su diversidad de oferta la consolida como el primer destino de Turismo Cultural del país.
El autor es director del Instituto Geográfico Nacional José Joaquín Hungría Morell (IGN-JJHM), Presidente de la Sección Nacional Dominicana del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), organismo especializado de la OEA.