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Baldomera de la Concha Troncoso: La nieta de una esclava que nació con la patria

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Si Águeda hubiese sabido que rompería fuente aquel día, hubiese bautizado a su hija como Patria o Dominicana, pero ya la había encomendado a la virgen de las Mercedes, la patrona de la colonia cuando nació su madre. De seguro convocada, su estado de gravidez le impidió estar presente aquella noche en la puerta del Conde para ser testigo de los vivas a la Separación y a la República.
En medio de los aprestos de trinitarios y conservadores, fresca aún la firma de su padre en el Manifiesto del 16 de enero, con olor a pólvora y estruendo de trabucos y fusiles, Baldomera de las Mercedes de la Concha nació en Santo Domingo el mismísimo 27 de febrero de 1844, feliz coincidencia que sería evocada cada año y se convertiría en la más atrayente estampa de la memoria familiar.
Su padre fue Wenceslao de la Concha, hijo de José Lucas de la Concha Negrete y Vicenta Petreño, medio hermano del trinitario Jacinto de la Concha López y adepto a la causa independentista al igual que su también medio hermano Tomás de la Concha López, quien fuera prometido de Francisca Duarte, hermana de Juan Pablo Duarte. Su madre fue Águeda Silva Pichardo, hija de Vicente Silva y Manuela Pichardo, identificados en el acta de bautismo de su hija como esclavos del arcediano de la Catedral de Santo Domingo Juan Antonio Pichardo, uno de los tantos eclesiásticos de todo rango que en la sociedad colonial dispusieron de esclavos.
Hijo de Antonio Pichardo Cereceda y Mariana Contreras Medrano, en 1801 el presbítero Pichardo formó parte de la comisión parlamentaria que pactó la entrega de la ciudad de Santiago a las tropas de Toussaint Louverture; en 1807 fue cura de la parroquia de la Candelaria en Mayaguez, Puerto Rico, y en 1810 cura de la catedral de Santo Domingo. Ya era arcediano de esta para 1815, cuando tenía cinco esclavos.
Manuela Pichardo nació hacia 1773 y falleció en Santo Domingo el 3 de diciembre de 1853 a los 80 años, siendo viuda de Vicente Silva. Su muerte fue declarada por su hijo por su hijo Juan Nepomuceno, militar, y quien tenía entonces 40 años, pues nació el 4 de diciembre de 1813. Águeda, venida al mundo también durante el predominio de la esclavitud en la parte este de la isla, nació el 5 de febrero de 1820 y fue bautizada el 15 de febrero siguiente en la catedral de Santo Domingo.
La relación de Águeda con el padre de su hija superó aquel vínculo, pues cuando contrajo matrimonio en Santo Domingo el 23 de noviembre de 1869 con José Ramón Núñez, entonces con 55 años, teniente del ejército e hijo natural de Mauricia Núñez, el matrimonio civil se efectuó en la casa de Wenceslao de la Concha en la calle Comercio.
Con la boda formalizaba su unión consensual con Núñez, durante la cual había procreado cinco hijos, de los cuales tres habían muerto para entonces, quedando reconocidos con el matrimonio los dos sobrevivientes, José Benigno y Juan María.
Wenceslao de la Concha asumió la paternidad de Baldomera en una fecha hasta ahora indeterminada, pero ya en 1876 ella aparece con su apellido en ocasión de la promesa de matrimonio que el 17 de abril de ese año le hizo Jesús María Troncoso, entonces de 21 años, hijo natural de María Antonia Troncoso, por ante Alejandro Bonilla, oficial del Estado Civil de la parroquia de la catedral de Santo Domingo. No obstante, en el acta que recoge dicha promesa -en la que figura como Baldomera Mercedes- aparece como hija natural de Águeda Pichardo.
Baldomera y Jesús María Troncoso casaron el 22 de abril siguiente. Más de un año después, el 10 de septiembre de 1877, Jesús María, entonces sacristán mayor de la catedral de Santo Domingo, pasaría la historia como testigo de excepción del descubrimiento en dicho templo de los restos de Cristóbal Colón; le correspondió, junto a Pablito Hernández, sacar de una bóveda del presbiterio la urna de plomo que los contenía.
Los esposos Troncoso de la Concha procrearon siete hijos: María Antonia Francisca de Jesús (María Antonia Ana) (17 mayo 1877-17 agosto 1883), Manuel de Jesús María Ulpiano (3 abril 1878-30 mayo 1955) (a) Pipí, abogado, rector de la Universidad de Santo Domingo, juez de la Suprema Corte de Justicia, ministro, embajador, senador, fundador y presidente de la Academia Dominicana de la Lengua, miembro de la Academia Dominicana de la Historia, presidente de la Junta Central Electoral, presidente de la República (1940-1942), fundador de la oficina Troncoso y Cáceres, esposo de Silvia Alicia Sánchez Abreu y padre, entre otros, del abogado e historiador Pedro Troncoso Sánchez y de Jesús María Troncoso Sánchez, fundador y primer gobernador del Banco Central; Parmenio Wenceslao Ramón Elías (22 abril 1880-19 abril 1962), esposo de Luvinda Aurora Sánchez Abreu; Jesús María (Isaac de Jesús) (3 junio 1882-19 mayo 1916), María Antonia Juana de Jesús (23 junio 1884-22 julio 1966), Eudaldo María de Jesús Ruperto (27 marzo 1888-18 agosto 1947), esposo de Delia Stella Pou y María Baldomera Matilde (14 marzo 1889-15 julio 1970).
Su abuela Águeda los conoció a todos, pues murió y fue sepultada a los 83 años, ya viuda, el 24 de abril de 1903 en Santo Domingo, en plena revolución en contra del gobierno provisional de Horacio Vásquez.
Su hija Baldomera le sobrevivió prácticamente por dos décadas, pues murió y fue sepultada después de su 80 cumpleaños el 3 de marzo de 1923 en la capilla de las Animas de la catedral de Santo Domingo, la misma bajo cuya bóveda renacentista oró acaso alguna vez su abuela esclava
Fuente: Historia Dominicana en Gráficas

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