Es un día propicio para promover relaciones que apuesten por una cultura de paz, que antepongan la dignidad de la vida por estandarte.
El Día de los Reyes Magos es una tradición cristiana que hace referencia a unos visitantes, que llegaron a Belén para adorar al recién nacido Jesús de Nazaret, según señala Mateo en su Evangelio (2:1-2), y quien en torno a la natividad incorporó muchos elementos que fueron importantes en la formación del cristianismo primitivo. El otro evangelista que hace referencia a esta visita es Lucas, pero sin incluir la visita de los Reyes Magos. Vale decir que Juan ni Marcos, hacen referencia a este acontecimiento en sus respectivos evangelios.
Mateo o San Mateo Apóstol o San Mateo el Evangelista, fue uno de los 12 apóstoles invitado por Jesús para seguirle. Él era un recaudador de impuestos al servicio de Herodes de Antipas, tetrarca de Judea. Según su propio relato (9:9) se encontraba en Cafarnaúm, a la orilla del mar de Galilea, cuando Jesús se le apareció y con solo decirle: “Sígueme”, él acudió al llamado de inmediato[1].
Mateo les confirió notable importancia a estos visitantes de otras tierras, pues se trataban de “gentiles”, es decir, personas no judías, es más, paganos, extranjeros o forasteros quienes fueron entonces los primeros en reconocer la manifestación de Dios de Israel en el recién nacido. El relato del evangelista es como sigue:
“Jesús nació en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes. Unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Es que vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo.” El rey Herodes, al oírlo, se sobresaltó, y con él toda Jerusalén. Así que convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le respondieron: “En Belén de Judea, porque así lo dejó escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel”. (Mateo 2:1-6).[2]
Más adelante, en los versículos 11 y 12 agrega:
“Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre. Entonces se postraron y lo adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Pero, avisados en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su país por otro camino”.
Oro, incienso y mirra, tres artículos muy caros, que generan una simbología interesante en torno al relato entonces, y que estaban destinados a los reyes en sus rituales reales: oro, por ser rey; incienso, porque era digno de adoración; y mirra, una hierba que mezclada con aceite se aplicaba en la preparación funeraria del rey, por su eventual muerte y sepultura.
Más que ante un hecho histórico, pudiéramos estar ante un hecho teológico, que en el contexto en que se sitúa la escritura de este evangelio, pudiera estar enfatizando el sentido y el significado del nacimiento de Jesús.
En ningún momento Mateo ofrece nombres a estos visitantes que solo los denomina como “Magos”, y que según se dice, sus orígenes, del Oriente, fueron más bien derivados de los regalos ofrecidos, vistiéndolos, además, como persas, con turbantes y túnicas. Se ha señalado que sus nombres aparecen en un manuscrito encontrado en Alejandría, Egipto hacia el año 500 d.C. La tradición le fue otorgando toda esta simbología y hasta sus nombres y características:
- Melchor, anciano de pelo blanco y barba larga, como un rey de Persia.
- Gaspar, de tez rubicunda e imberbe, rey de la India.
- Baltasar, de gran barba y piel negra, rey de Arabia o un moro.
Según se dice, el color de la piel pudiera representar a las naciones representadas en las genealogías de los hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet.
Históricamente todo este relato pasó a constituirse en la cultura cristiana como el tiempo litúrgico de la epiphaneia(revelación, manifestación o aparición), doce días después de la Navidad, según nuestro calendario, y dos semanas después, según el calendario ortodoxo.
La celebración de la epifanía es una de las celebraciones litúrgicas más antigua, mostrando a Jesús ante el mundo pagano. ¿Es todo esto el reconocimiento en ese mundo de que Jesucristo se constituye en rey y salvador de la humanidad, y que esta fuera la intención del evangelista?
Si quieres mayor información visita la página web Reyes Magos – Enciclopedia de la Historia del Mundo (worldhistory.org)
El Día de Reyes, entonces, debería ser para quienes siguen la persona de Jesús, no solo un día de ofrecer regalos, principalmente a los niños y niñas, sino un día de celebración de que Él se hizo presente entre nosotros para ofrecernos la posibilidad de la Gracia del Padre. Es un buen período para que la familia, que sigue esa tradición, recupere el sentido de su existencia como espacio de construcción de hombres y mujeres que se comprometen a vivir como “luz del mundo y sal de la tierra”, apostando por relaciones humanas basadas en la bondad, la justicia, la inclusión, la solidaridad, la compasión.
De esa manera, pudiera servir para incentivar la imaginación y el sentido mágico en los niños y, con ello, fomentar y desarrollar la expresión y la comunicación de su mundo interior, permitiendo al mismo tiempo, incentivar también el pensamiento abstracto. En los primeros cuatro o cinco años de la vida, los seres humanos nos desenvolvemos en ese mundo de imaginación que nos envuelve y que nos permite ir dándole determinado sentido a nuestra realidad.
Puede ser una oportunidad, además, para que a través de la imaginación los y las niñas generen relatos que envuelva el fomento de relaciones positivas consigo mismo, con los demás, como con la naturaleza. Relatos que podrían ser expresados de múltiples maneras a través del cuento, la pintura, el canto, la actuación, permitiéndoles representar diversas situaciones, personajes, procesos y hasta finales de historias de diversas características. El juego simbólico es una herramienta poderosa en el desarrollo de la subjetividad en la niñez.
Es un día propicio para promover relaciones que apuesten por una cultura de paz, que antepongan la dignidad de la vida por estandarte, como la búsqueda y la construcción del bienestar colectivo, como propósito.
[1] Si quieres ampliar tu información sobre este importante personaje, por lo demás, Santo y Evangelista puedes consultar el sitio web Biografia de San Mateo (biografiasyvidas.com)
[2] Biblia de Jerusalén. Desclée De Brouwer, S.A. Bilbao. Nueva Edición, totalmente revisada. 2019
Fuente: acento.com.do