Max Henríquez Ureña, hijo de Salomé Ureña y hermano de Pedro Henríquez Ureña.
Maximiliano Adolfo Henríquez Ureña, nació en Santo Domingo (República Dominicana, el 16 de noviembre de 1885.
Era hijo de la reconocida y admirada poetisa y educadora Salomé Ureña de Henríquez y del médico, abogado, escritor, pedagogo y político, Francisco Henríquez y Carvajal, que llegó a presidente de la República Dominicana en 1916.
Max fue poeta, ensayista, narrador, traductor, diplomático, periodista y catedrático, al igual que sus hermanos, Francisco, Pedro -reconocido filólogo, político, educador y escritor y uno de los mayores humanistas hispanoamericanos del siglo XX- y Camila, escritora y humanista. Todos tuvieron la suerte de recibir una brillante educación.
Ingresó en el Liceo Dominicano, bajo la dirección del profesor y poeta Emilio Prud’ Homme, donde recibió el título de Bachiller en Ciencias y Letras.
En 1901 viajó a Nueva York, donde su padre se había trasladado comisionado por su gobierno, pero al año siguiente el padre fue trasladado a Cuba pero los hermanos decidieron quedarse y mantenerse por su cuenta, Max trabajó como pianista en un restaurante y a la vez estudiaban en la Universidad de Columbia, donde Max se graduó en 1904.
Al terminar sus estudios se fue a reunir con su padre en Cuba y allí vivió hasta 1931.
Impartió clases en la Escuela Normal de Santiago y fundó y dirigió la Escuela Libre de Derecho.
En La Habana fundó la Sociedad de Conferencias, fue como Director del Ateneo y de la Academia de Derecho González Lanuza e ingresó como Miembro de Número a la Academia Nacional Cubana de Artes y Letras.
Se dió a conocer como poeta con la publicación de Ánforas (1914) y, como ensayista con El ocaso del dogmatismo literario (1919), en Cuba desarrolló casi toda su vasta labor literaria y ensayística.
Fundó en Santiago de Cuba la revista Cuba.
En 1932, un par de años después de la llegada al poder del dictador Trujillo, es llamado por el gobierno de su país.
Se instaló en Santo Domingo. Representó la República Dominicana en el Tribunal Internacional de La Haya, ocupó el cargo de Secretario de Relaciones Exteriores (1931-33), fue Delegado ante la Sociedad de Naciones (1936-39), Embajador en Brasil (1943) y Embajador en Buenos Aires (1945-46).
En 1950 fue nombrado Delegado de la República Dominicana en la Organización de las Naciones Unidas e ingresó como Miembro a la Academia Dominicana de la Lengua.
Sus estudios e investigaciones acerca de la cultura y la literatura de la América Hispana lo llevaron a diversos países en los cuales vivió temporalmente.
Así, es notable su participación en algunas universidades y centros culturales de Estados Unidos, España, México, Argentina, Brasil y Puerto Rico.
Falleció el 23 de enero de 1968, en Santo Domingo.
Sus estudios e investigaciones acerca de la cultura y de la literatura de la América Hispana comprenden varios volúmenes, destacándose entre ellos: Panorama histórico de la literatura dominicana, Panorama histórico de la literatura cubana y Breve historia del Modernismo.
Vivió muchos años en Cuba y gran parte de sus escritos están dedicados al estudio de la cultura y de la literatura cubana.
Fuente: Facebook/ Historia Dominicana en Gráficas