Es sabido que los japoneses son disciplinados e inteligentes, ¡la combinación perfecta! Bueno, pues el secreto detrás de dichas fortalezas es el estilo de crianza en Japón, por ello hoy te compartimos las Reglas de crianza japonesa que todo niño necesita. Toma nota.
Japón tiene un método de crianza único que hace que los niños desde pequeños desarrollen valores como el respeto y la disciplina. Los padres japoneses perciben a sus hijos como una planta que requiere cuidados especiales para crecer bien, por ello cuidan cómo es su estilo de crianza.
La crianza japonesa promueve una relación de apego madres e hijos. Las madres japonesas tienen una relación y conexión muy fuerte con sus hijos. Lo anterior se refleja en su vida cotidiana, por ejemplo, las madres japonesas duermen con sus hijos y tienen mucho contacto físico con ellos para hacerles saber que los aman y protegen. Además, las madres japonesas suelen cargar a sus bebés gran parte del día: en la antigüedad usaban una especie de cangurera (onbuhimo) y hoy usan los cargadores modernos.
Según un estudio, realizado por la Universidad de Tsukuba, las figura de las madres en la crianza japonesa de los niños, juega un papel fundamental. Las madres japonesas suelen estar siempre cerca de sus hijos, con el fin de promover el apego y cuidar la forma de comportarse de sus pequeños.
En Japón, a diferencia de otros países, los niños no entran al kínder a los 3 años, sino que siguen bajo el cuidado y enseñanzas de la madre en el hogar. Además, no delegan el cuidado de los niños a sus abuelas, cuidadoras o niñeras.
¿Cómo se les enseña la disciplina a los niños japoneses?
La disciplina japonesa para los niños contempla la realización de tareas en un horario y tiempo establecidos, dichas tareas son seleccionadas y asignadas por sus padres. Por ejemplo, a los niños japoneses se les fomenta el hábito de tender su cama, sacar la basura, ayudar en la limpieza del hogar y un proyecto acorde a su edad, entre otras actividades de manera diaria, a la misma hora y con una duración previamente establecida. Las claves para que las tareas se conviertan en un hábito para los niños japoneses es la constancia y la responsabilidad.
Crianza basada en el amor y el respeto
La crianza japonesa promueve el llamado principio “ikuji”, que implica que todo niño es primero Dios y luego criado. La regla de crianza japonesa dice que a un niño menor de 5 años se le debe permitir hacer todo sin regaño de por medio, para que se sepa libre, pero sobre todo amado. A partir de los 5 años y hasta los 15 años es un criado y a partir de los 15 es un igual. Los padres japoneses velan para que los niños al crecer sean adultos pacíficos capaces de encontrar su lugar en la colectividad sin subestimar su valor propio.
Tareas del hogar y deberes desde peques
Los padres japoneses les asignan tareas y deberes a sus hijos desde que son pequeños, claro está siempre acordes a su edad y etapa de desarrollo. Pero, ojo, los padres no solo les piden cumplir con dichas tareas y deberes, sino que siempre les explican a los niños las razones por las que cumplir con dichas tareas y deberes es importante. Así los niños comprenden su valor y las realizan con gusto, pues los padres se esfuerzan en que no las perciban como algo impuesto. Por ejemplo, barrer para mantener la casa limpia y en orden, sacar la basura para evitar la acumulación de basura en la casa y la llegada de insectos o animales por la basura orgánica, etc.
Prueba y error sin regaños
Los padres de los niños japoneses alientan a sus hijos para ser disciplinados y cumplir con sus tareas en tiempo y forma, pero si determinada tarea no les sale del todo bien, les enseñan que las cosas se aprenden haciéndolas y que todo es cuestión de prueba y error. La regla de crianza japonesa es no señalar lo negativo, ser pacientes y mostrarle a los niños cómo mejorar de manera respetuosa. La disciplina japonesa se basa en muchos principios de la crianza respetuosa.
Aprender con el ejemplo
Los padres japoneses comprenden que la mejor técnica para de enseñarles a su hijos es a través del ejemplo. ¿Cómo se le puede pedir a un niño que colabore en las labores del hogar de manera diaria o que se levanten temprano, si los padres no lo hacen? Ante todo la congruencia. No se les puede pedir que recojan sus platos tras comer, si los padres los dejan sucios en la mesa. Los niños japoneses aprenden a ser disciplinados y constantes con el ejemplo y guía de sus padres. Los niños muestran un gran respeto a sus padres, pues los ven como un ejemplo a seguir y los padres japoneses se esfuerzan en ser un buen ejemplo a seguir.
Padres presentes
Los padres japoneses son conscientes de que dedicar tiempo de calidad a sus hijos es fundamental para su desarrollo y para que crezcan siendo unos niños felices. Aunque tengan mucho trabajo o estén cansados, siempre buscan un espacio para estar con sus hijos, para jugar, enseñarles algo nuevo, divertirse, platicar, convivir, etc. Llevan muy en serio el lema “más vale calidad, que cantidad” y es una de las reglas de la crianza japonesa.
Valor de la familia
A los niños japonses se les incula el valor de la familia estrecha desde pequeños y el respeto y amor hacia sus padres. Y aunque no se acostumbra que las abuelas cuiden a sus nietos, los niños japoneses siempre están en contacto con sus abuelos y otros familiares cercanos. La familia es el círculo cercano donde el amor, el apoyo y el cuidado son los pilares.
Los padres japoneses reconocen los logros de sus hijos de manera oportuna y clara
Cuando los niños japoneses cumplen con sus tareas y responsabilidades, los padres les dan un reconocimiento de manera oportuna, esto con el objetivo de fomentar su autoestima y motivarlos a que sigan cumpliendo con sus deberes y sean disciplinados.
Respeto y atención a sus emociones
Los padres japoneses respetan y ponen atención a cada una de las emociones de sus hijos y los alientan a conocer y expresar sus emociones. Además, les enseñan a respetar los sentimientos y los intereses de los demás, es decir, les inculcan el valor de la empatía. Los padres japoneses validan las emociones de sus hijos y los escuchan siempre.
Fuente: https://www.melodijolola.com/