Ramón Almánzar
Listín Diario
El 13 de marzo de 1958, Ivonne Haza subía por primera vez a un escenario como cantante profesional (soprano), en el auditorio del Instituto de Señoritas Salomé Ureña, interpretando las arias del Mesías de Georg Friedrich Händel, a cargo de Manuel Marino Miniño.
La cantante estaba convencidda del deber público de incentivar y educar a la población en materia de cultura. Por encima de las posibilidades que puede y que intenta ofrecer el Estado, se encuentra la responsabilidad individual en todos los hogares dominicanos.
La cultura, según Haza (citada en Listín Diario), inculca valores esenciales para el desarrollo del individuo en la sociedad, como orden, disciplina, hábito de estudio, gusto por la investigación, pero además, una preocupación por saber vestir e interpretar.
“Cuando tú escuchas una sinfonía, un concierto, te haces un regalo a ti mismo”, decía en esa entrevista.
Ivonne fue reconocida numerosas veces, entre ellos con premios como El Dorado, Casandra, Guachupita de Oro y el Gordo de la Semana, además de ser distinguida por la alcaldía de San Pedro de Macorís.
Uno de los más importantes fue la condecoración por el gobierno italiano con la Orden del Mérito en el grado de Caballero y fue investida Profesora Honoraria por la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Además en su prontuario de vida se distinguió por la producción de programas educativos en la televisión dominicana, profesora titular del Conservatorio Nacional de Música, terapista del habla.
También fue directora artística del Teatro Nacional, por cinco años, y directora de los Cantantes Líricos de Bellas Artes.
En marzo de 2011, a propósito de la circulación del libro “Ivonne Haza: La Diva Dominicana” (escrito por Wilson Roberts Hernández), el intelectual dominicano José Alcántara Almánzar s eñalaba que más que un nombre en la música dominicana, Ivonne Haza era un símbolo elevado del arte insular durante más de medio siglo de actividad ininterrumpida en los escenarios dominicanos y extranjeros, moltivación justa para ser llamada “El emblema sonoro de República Dominicana”.
A su talento como cantante, también se unía su don de gente, su temperamento vivaz que despliega todos sus encantos cuando se lo propone.
En sus mejores momentos lució una seductora estampa que, aunada a su hermosa voz, le ayudó a convertirse en la diva dominicana por excelencia, reseñaba Listín Diario en 2011.
+ Reacciones
Luego de informarse sobre su fallecimiento, la Academia Dominicana de Periodistas de Arte y Espectáculos (Adopae), presidida por el periodista Severo Rivera, resaltó que “el arte dominicano pierde a una de sus voces más excelsas y a un referente del canto lírico que en lo profesional y lo personal mantuvo un comportamiento a la altura de sus condiciones artísticas”.
El cuerpo de Ivonne Haza será velado a partir de las 4:00 de la tarde de este viernes en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y sepultado la mañana del sábado.