Por Carlos Candelario Veras
Este articulo lo publiqué en el año 2006 y vuelvo y lo comparto por el auge que está teniendo en la actualidad el problema de la delincuencia en nuestros jóvenes.
En nuestro país lo que realmente existe es una problemática juvenil, entendemos que las principales víctimas de la delincuencia son jóvenes. ¿Quién quiere ser un fracasado, un desgraciado, un rechazado por la sociedad? Todos queremos ser personas de éxito en la vida, llegar lejos y tocar nuestros sueños con los dedos, lo que pasa es que muchos jóvenes no encuentran qué hacer con sus vidas, no tienen oportunidades de trabajo ni a nadie quien lo escuche. Cuando una persona no puede satisfacer sus necesidades, se vuelve agresiva y violenta, ahí comienzan los conflictos.
No se ha definido una política clara y coherente que realmente beneficie a nuestros jóvenes. Se invierte pocos en fomentar más fuentes de empleos, en programas de educación en valores desde las familias y que involucren a nuestros jóvenes, en los lugares de recreación sana y deportes. Aquí se ha invertido demasiados recursos en las campañas políticas y no lo digo por este gobierno sino por lo que han pasados. sabemos que el gobierno de nuestro presidente Luis Abinader tiene buenas intenciones y que el actual ministro de Educación Roberto Fulcar está desarrollando programas interesantes como el de las cátedras ciudadanas. Un problema tan profundo, estructural e histórico no se resuelve de la noche a la mañana pero la ciudadanía también tiene que poner de su parte, las familias, los comunicadores etc. No podemos dejarle todo al gobierno.
Para realmente enfrentar la problemática juvenil en la República Dominicana se debe elaborar un plan en conjunto con los diversos sectores organizados de la sociedad, para concienciar a la población sobre lo que está pasando con nuestros jóvenes, efectuar jornadas de charlas que fomente los valores familiares, espirituales, morales y culturales. Cuando un joven está cimentado en estos valores difícilmente se deja arrastrar por las redes de la delincuencia.
Los jóvenes, los comunicadores y los diversos sectores de la sociedad, debemos organizarnos para, denunciar el mal y presionar al gobierno sin importar el partido que esté en el poder para que invierta más en la juventud, así ocuparlos en asuntos buenos, como el trabajo, los deportes, los clubes y la recreación sana, esto nos va a garantizar una juventud libre de drogas porque su mente esta en cosas positivas.
¿Qué vamos hacer con los delincuentes, lo vamos a matar o a quitarle las dos piernas como hemos escuchado a personas? No, en lo absoluto, estos son seres humanos fracasados en la vida que muchas veces no tienen la culpa de lo que le está pasando ¿Quién no quiere ser una persona exitosa en la vida? Lo que pasa es que a estos individuos se les brinda poca atención y apoyo. Las cárceles de mi país son cementerios de seres vivos. Los individuos salen peor de ahí.
Hay que reivindicar el sistema carcelario, que existe lugares de rehabilitación donde se les dé realmente atención a los jóvenes con problemas de la conducta, a los que no puede vivir en sociedad.
Hay que identificar a los delincuentes, incluyendo los de cuellos blancos, para aislarlo de la sociedad, así no pueden cometer sus fechorías.
Refiriendo en el ámbito local, en mí ciudad natal La fortaleza de mí pueblo Nagua debe trasladarse a la zona rural y ampliarla, que en la parte interna de la misma, exista, una cancha y centro de estudio.
Estamos totalmente convencido de que debemos unir criterios en común y esfuerzos físicos y mentales para establecer los valores, concomitantemente con los diversos sectores de la sociedad.
Agarrémonos de las manos y cabalguemos juntos hacia la construcción de un sendero más próspero y sostenible… para todos.
Fuente: https://www.lavozdeljoven.net/