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Un día como hoy nos armamos de valor y fuimos tras la libertad

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Cada 30 de mayo la República Dominicana recuerda el ajusticiamiento de un líder político quien mantuvo el país a sus pies y  derramó mucha sangre inocente.

Todo lo bueno que tenía el gobierno de El Jefe o Benefactor estaba atado a que él estuviera en el poder. La centralización era total.

No habían robos pues te podían cortar un brazo. No había corrupción definitivamente por el mismo tipo de miedo. Un miedo que motivaba a todo el mundo a comportarse aunque no se tuvieran principios morales.

El miedo fue la base angular de todo lo que pudo hacer y no dejaba que nadie a su alrededor se desarrollara.

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Torturas y asesinatos, durante la era

A lo largo de 30 años, unas 25,000 personas fueron muertas y desaparecidas según los registros del Museo Memorial, seis mil o siete mil de ellos dominicanos que se opusieron al régimen y unos 17,000 haitianos que mandó a matar «El Jefe» o  «Benefactor» en 1937, de un total de 50,000 personas que de una u otra forma resultaron ser víctimas (secuestrados, torturados, presos políticos) de la oprobiosa y sanguinaria dictadura.

Su política fue dictatorial y ha sido considerado como uno de los tiranos más sangrientos de toda la historia.

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Y es que más de 50 mil personas perdieron la vida durante este período presidencial, según afirmó Luisa de Peña Díaz, directora del Museo de la Resistencia, quien destacó que entre esas víctimas se incluyen alrededor de 17 mil haitianos a los que mandó a matar en 1937 en la llamada «Matanza del Perejil».

En ese grupo no se incluyen los que sufrieron torturas en las diferentes cárceles como «La 40»,  la cárcel del 9.

Además del secuestro, tortura y asesinato del exiliado vasco Jesús Galíndez; o el asesinato de las tres hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, a este dictador también se le atribuye la persecución contra el entonces presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, luego que este denunciara la dictadura de Trujillo en la Cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA), en 1948.

Muchos otros murieron simplemente por ser familiares de un enemigo del régimen, por negarse a trabajar en las empresas y plantaciones del dictador, o por no venderle sus propiedades.

Pero no solo los dominicanos fueron víctimas de este sistema político, ya que también Trujillo se valió de una especie de asociación de dictadores para cometer crímenes en el extranjero.

Entre estos estaban Anastacio Somoza, de Nicaragua; Marcos Pérez Jiménez, de Venezuela, dictadores como Francisco Franco, en España;  Carlos Castillo Armas, de Guatemala; Fulgencio Batista, de Cuba, y Gustavo Rojas Pinilla, de Colombia.

Así queda establecido en el Centro Nacional de Registro de Víctimas, Torturados y Desaparecidos, que opera en el Museo de la Resistencia, donde un departamento de investigación indaga si la persona que murió era responsabilidad de la dictadura.

Los héroes del 30 de mayo

El martes 30 de mayo de 1961, a sus 69 años de edad, a las 9:45 pm, Trujillo fue ametrallado en una emboscada que se produjo en la avenida George Washington cuando se dirigía a su casa, en San Cristóbal.

El Chevrolet Bel Air azul modelo 1957 que conducía su chófer, Zacarías de la Cruz, recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres. Trujillo recibió siete, lo que le provocó la muerte.

El ajusticiamiento del dictador fue tramado por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado García Guerrero, Luis Manuel ‘Tunti’ Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza Neret, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda.

Los antes mencionados, a excepción de Imbert Barreras, luego fueron acribillados en noviembre de 1961 en la Hacienda María por Ramfis Trujillo y sus colaboradores, luego de ser trasladados de la cárcel de La Victoria, apresados por matar a El Jefe.

Fuente: Listín diario/ Hoy

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