A menudo nos encontramos con conductas disruptivas en el aula. Una de las más preocupantes tiene lugar cuando el alumno toma una actitud retadora y territorial, contestando a sus maestros con chulería y faltas de respeto, un problema de actitud que es cada vez más frecuente. En Centro Psicología Bilbao sabemos que cuando este mal comportamiento no se maneja de manera adecuada puede desembocar en expulsiones y empeorar la relación entre profesor y alumno, por lo que es conveniente tratar el problema cuanto antes.
De acuerdo con lo que nos enseña la Psicología de la Educación, si detectamos este tipo de conductas hay que tener especial cuidado de no desafiar al estudiante delante de sus compañeros, ya que esto haría que estos últimos apoyasen el comportamiento provocador, particularmente si existe una mala relación con el docente, si este no se ha ganado el respeto de la clase, o si sus peticiones o el tono que ha empleado se consideran injustos.
En esos momentos tan delicados toda rivalidad entre alumno y profesor debe ser evitada en la medida de lo posible, y es preferible llamar al alumno por separado para hablar con él. Dejaremos un tiempo para que se olvide el enfado inicial; y nos dirigiremos a él haciendo referencia a las normas de la clase, procurando dar opciones sobre qué comportamientos son los adecuados en este caso: qué estrategias puede seguir si vuelve a encontrarse en la misma situación.
Cuando hablemos con estos alumnos es imprescindible referirse a comportamientos y a normas, no a personas. Evitemos poner etiquetas o hacer referencias a su personalidad, pues, de lo contrario, entenderán que ellos son el problema, y no sus conductas. La comunicación con ellos debe mantenerse en el tiempo, de modo que genere empatía en lugar del resentimiento que muchas veces es provocado por las relaciones con diferentes niveles de poder.
Para reforzar estas estrategias que pueden aplicarse directamente en el aula, resulta muy conveniente realizar algunas sesiones de terapia psicológica o incluso reeducación, trabajando el respeto a la autoridad, los límites y las normas, de forma que mejoremos sustancialmente estos problemas de actitud.
Fuente: www.centro-psicologos.com