El 13 de enero se celebró en República Dominicana el “Día Nacional del Historiador”. La fecha se conmemora en honor de José Gabriel García, un consagrado investigador y estudioso de la historia nacional. Con el Día Nacional del Historiador, instituido por el Poder Ejecutivo mediante el decreto 562-20 se exalta la memoria de este ilustre intelectual y también se reconoce al profesional que ejerce con vocación la tarea de rescatar la memoria histórica del pueblo dominicano.
Consagrado en vida por el ensayista, historiador y jurista Américo Lugo como el “Padre de la Historia Dominicana”, José Gabriel García nació el 13 de enero de 1834. Recibió la primera enseñanza en su hogar y luego pasó al antiguo Colegio San Buenaventura. Acusado de conspiración y perseguido por los enemigos de la causa de independencia, tuvo que exiliarse del país en 1855, residiendo en Venezuela por cinco años. Regresó al país en 1860.
Militar, historiador, político y periodista. Fue uno de los fundadores de la Sociedad “Amantes de las Letras” y por ello colaboró en el “Oasis” (1854) y en la “Revista Quincenal” (1860), periódicos de la referida Sociedad, así como en “El Patriota” (1865). También publicó temas históricos y políticos en “El Mensajero” y “Eco de la Opinión”.
De pensamiento liberal y abanderado del progreso y la democracia, se desempeñó como ministro de Justicia e Instrucción Pública y secretario particular y asesor de la Junta Ejecutiva presidida por José María Cabral (1865); consejero del Triunvirato (1866); presidente de la Convención Nacional (1866 y 1867); diputado al Congreso Nacional (1874); presidente de la Comisión Nacionalizadora de la Península y Bahía de Samaná (1874). Ministro de Justicia e Instrucción Pública en la administración de Ulises Francisco Espaillat, así como ministro interino de Relaciones Exteriores y de Guerra y Marina del mismo gobierno (1876) y tesorero municipal de Santo Domingo (1898-1908). Además, fue miembro de la Junta Nacional Colombina (1893); miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela y miembro honorífico de la Academia Nacional de la Historia de la República de Colombia.
Como escritor empleó gran parte de su vida en la investigación de temas históricos. En palabras del historiador Roberto Cassá, García se decidió por la investigación de la historia con el fin de contribuir a forjar el futuro de la nación al desarrollar la conciencia histórica de la juventud dominicana. Fue el primero que emprendió una obra historiográfica de vastas dimensiones, a la sombra de una ideología nacional que encontraba como sujeto al pueblo dominicano y que se enmarcaba en el propósito de sostener el ordenamiento independiente. Su obra cumbre fue “Compendio de historia de Santo Domingo”, la cual comenzó a publicarse en su primer volumen en 1867. Posteriormente, en 1882, 1900 y 1906 entregó al pueblo dominicano los volúmenes 2, 3 y 4 de la referida obra.
Además de su obra cumbre publicó: “Breve refutación del informe de los Comisionados de Santo Domingo. Dedicado al pueblo de los Estados Unidos” (1871); “Apuntes para la historia. Bosquejo de la vida política de Báez, acompañado de su genealogía y lista de sus víctimas” (1871); “Rasgos biográficos de dominicanos célebres” (1875); “Memorias para la historia de Quisqueya o sea de la antigua parte española de Santo Domingo, desde el descubrimiento de la Isla hasta la constitución de la República Dominicana” (1875); “Partes oficiales de las operaciones militares realizadas durante la guerra domínico-haitiana” (1888); “Controversia histórica sostenida en 1889 entre el Teléfono y el Eco de la Opinión, coleccionada por la sociedad Hijos del Pueblo” (1890). También publicó “Guerra de la separación dominicana.
Documentos para su historia” (1890); “Coincidencias históricas escritas conforme a las tradiciones populares” (1891); “Colección de tratados internacionales firmados por la República Dominicana desde su creación al día presente” (1897) y la “Historia moderna de Santo Domingo” (1906).
Fue autor del primer manual de alfabetización escrito en el país “El lector dominicano. Curso gradual de lecturas compuesto para uso de las Escuelas Nacionales” (1894). Un pequeño manual que reproducía el método silábico para alfabetizar a los niños, el que ya era de uso común para entonces. Su mayor aporte radica en su propuesta de combinarlo con una antología de textos de autores y autoras dominicanas seleccionados para iniciar en la lectura a los estudiantes.
El Día Nacional del Historiador es una fecha propicia para resaltar la importancia de la historia en la sociedad. Como disciplina científica, las ciencias históricas cumplen una funcionalidad social y cultural de primera importancia en nuestros tiempos. Tiene un marcado acento de practicidad social y cultural puesto que contribuye a la explicación y el entendimiento de la génesis y evolución de las formas de sociedades humanas pretéritas y presentes; proporciona un sentido crítico de la identidad operativa de los individuos y grupos humanos, promueve la comprensión de las tradiciones, herencias y legados culturales que conforman las sociedades actuales.
En su máxima integridad epistemológica, tiene un alto poder formativo. Su valor formativo radica en sus posibilidades en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que contribuye a desarrollar las facultades intelectuales y estimula las aficiones hacia el disfrute de la cultura y el patrimonio.
Los escritores Joaquim Prats y Joan Santacana en su artículo “Principios para la enseñanza de la historia”, establecen que esta disciplina ofrece un marco de referencia para entender los problemas sociales, para situar la importancia de los acontecimientos diarios, para usar críticamente la información. Además, contribuye a desarrollar las facultades de la mente mediante un estudio disciplinado, ya que la historia depende en gran medida de la investigación rigurosa y sistemática.
En el escenario mundial que vivimos y en el marco de esta celebración hay que destacar las palabras del dr. Antonino Vidal, quien considera que la historia y el historiador deben tener un rol central aportando el suficiente conocimiento a la sociedad con el fin de alimentar su conciencia social y su participación en los asuntos centrales de la vida nacional. En palabras del historiador mexicano Enrique Florescano, la historia está obligada a crear valores compartidos y ayudar a generar identidad de grupo, debe reconocer la diversidad y conocer lo extraño y lo remoto y registrar los cambios y transformaciones sociales.
¡Feliz Día del Historiador!
Fuente: El Caribe