La batalla se efectuó el 22 de diciembre de 1855, en la Sabana de Santomé en San Juan de la Maguana, entre el ejército invasor haitiano comandado por el Emperador Faustin Solouque y el ejército dominicano al mando del general José María Cabral.
El emperador Solouque invadió el territorio dominicano con más de 12.000 hombres armados,con la finalidad de volver a someter el territorio de la República Dominicana bajo su yugo y desconocer su independencia. Una parte de los invasores haitianos entraron por Neiba, otros por los lados del municipio de Enriquillo, Barahona. Las tropas haitianas eran comandadas por el General Antoine Pierrot, a quien el emperador Soulouque había investido con el título noble de Duque de Tiburón.
Por otra parte, las tropas dominicanas estaban comandadas por el General José María Cabral. El ejército se había dividido de la siguiente manera: por el ala derecha se extendía por Hato del Padre, el ala izquierda por Chalona y el centro se extendía por Arroyo Loro. El ejército dominicano estaba compuesto por 4.500 hombres.
Integraban el ejército de San Juan los regimientos Ozama y Azua, con dos batallones de Las Matas, San Juan, San Cristóbal e Higüey, compuestas muchas compañías por tropas de San José de Ocoa, Monte Plata, Bayaguana, Boyá y Los Llanos. La caballería estaba formada por soldados de casi todos esos lugares y de Santo Domingo. (Serie 012, 2004-2006)
En esta batalla sobresalieron por las tropas dominicanas el Gral. José María Cabral, Coronel Eusebio Puello, Gral. Juan Contreras, Gral. Modesto Díaz, Gral. Benardino Pérez, Coronel José Leger, Gral. José María Pérez Contreras, Blas Maldonado, Sandoval, Gral. Santiago Suero, Gral. Aniceto Ramírez, Sargento Juan Vélez, Juan Ciriaco Fofá.
Tras varios días de combate y con posibilidades de que las tropas haitianas salieran victoriosas de esa contienda, los resultados fueron otros, ya que una vez más los dominicanos pudieron ganarles a los haitianos, dejando sellada la naciente República Dominicana y truncando los sueños del emperador haitiano Souloque.