En la actualidad el acoso entre estudiantes es un tema que preocupa a toda la sociedad. Pero ¿qué sucede cuando el profesor sufre bullying? Pues deben existir medidas por parte de la institución escolar destinadas a proteger tanto a alumnos como profesores de ser víctimas y sufrir acoso escolar.
El problema del bullying
Erradicar el bullying de los colegios supone un verdadero desafío a nivel educativo y social. Se trata de un problema complejo de abordar y que responde a múltiples causas y factores sociales, educativos y culturales.
La traducción del término bullying del inglés al español es ‘matón’, y hace referencia al acoso, hostigamiento, intimidación o maltrato psicológico, verbal o físico, producido entre estudiantes o de estudiantes a profesores.
El bullying implica provocar sufrimiento a las personas que son acosadas a través de conductas como ofensas, humillaciones, motes, insultos y golpes. Situaciones que se pueden prolongar en el tiempo y producirse no solo en la escuela, sino también fuera de ella y a través de las redes sociales.
Así, tanto los alumnos como los profesores que desgraciadamente viven situaciones de acoso escolar, pueden ver muy afectada su vida, tanto en lo personal y psicológico como en lo social. Así, vivir situaciones de acoso se puede expresar en problemas de ansiedad, bajo rendimiento académico, aislamiento social y depresión.
Cuando es el profesor el que sufre bullying
Cuando los estudiantes sobrepasan los límites establecidos en el trato a un educador, se habla de una situación de acoso a un profesor. Cuando un profesor sufre bullying, pierde autoridad frente a toda la clase y tiene que aguantar a uno o más alumnos que lo interrumpen, se burlan o mofan de él e, incluso, aunque no es lo más frecuente, pueden llegar a agredirlo físicamente.
Por ello, en un caso de acoso a un profesor por parte de uno o más alumnos, la institución escolar debe actuar de forma inmediata y tomar las medidas correspondientes y las decisiones necesarias, de acuerdo a la seriedad de la situación.
Medidas que hay que tomar cuando el profesor sufre bullying
Tanto el equipo directivo de la institución como el mismo profesor que sufre la situación de hostigamiento deberían intervenir y actuar de la siguiente forma:
- Recabar información y documentarla. Para conocer en profundidad la gravedad de la situación, es importante identificar y describir los hechos, desde cuándo se producen, de qué forma, dónde y quiénes son las personas involucradas.
- Hablar con el o los alumnos involucrados en el acoso al profesor. Tanto directivos de la institución, otros profesionales o el mismo profesor que sufre acoso, si se siente seguro, podrían hablar con el alumno acosador. Puede ser útil confrontar y conocer su versión e intentar identificar las causas que provocan que se comporte de tal manera. En algunos casos, los alumnos recapacitan y son capaces de pedir disculpas.
- Notificar a las familias. Se deberán establecer los canales comunicativos correspondientes para informar a los familiares de los alumnos acosadores sobre la situación. Salvo casos muy graves de acoso escolar a un profesor en los que sean necesarias medidas extremas, como la expulsión, será siempre mejor intentar establecer con ambos, alumno y familia, estrategias de carácter correctivo, educativo y social.
- Poner en marcha protocolos de actuación e intervención. Protocolos establecidos por las distintas comunidades autónomas en relación a supuestos de acoso escolar, maltrato infantil, violencia de género en el ámbito educativo o agresiones al profesorado y personal de los centros escolares.
- Informar a sindicatos, como la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que denuncian y ayudan a las instituciones escolares y a sus funcionarios, directivos, profesores y maestros que sufren acoso.
“No hacer nada contra el acoso escolar es hacer daño también”.
La importancia de la prevención para evitar el acoso escolar a los profesores
La institución escolar tiene la responsabilidad de garantizar la buena convivencia de todo el alumnado y profesorado y velar por su seguridad y bienestar. Si es necesario, la escuela debe contar con profesionales, psicólogos, terapeutas y abogados capaces de intervenir para solucionar situaciones de acoso. Así, la escuela ha de trabajar de forma conjunta con las familias.
Sin embargo, lo fundamental en las escuelas es la prevención del bullying en todas sus formas. Para ello, deberán estar alineados contenidos y metodologías para tratar de forma transversal en todas las asignaturas el tema del acoso escolar. Esto supone a nivel de la práctica que los educadores implementen situaciones de enseñanza-aprendizaje en las que el objetivo sea la promoción de valores y la educación emocional.
En este sentido, cuando un profesor sufre bullying provocado por uno o más alumnos, es importante lograr la intervención por parte del resto de estudiantes, que han de manifestar conductas de denuncia hacia comportamientos hostigadores y conductas empáticas con el profesor acosado. Para ello, es imprescindible una educación, desde tempranas edades, basada en el respeto de la autoridad y las diferencias individuales.
Fuente: eresmama.com