¿Qué nos motiva a seguir adelante? ¿De dónde sacamos fuerzas para reconstruir lo que está roto? La respuesta es simple: de nuestro interior. Por eso es importante que, desde la infancia, se le enseñe a los niños a comprender sus fortalezas personales internas y lo beneficioso que puede llegar potenciarlas. De ahí que los padres tengamos que buscar las estrategias necesarias para trabajarlas todas ellas desde casa.
‘En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible’, Albert Camus. Todos tenemos dentro de nosotros mismos las capacidades y herramientas para seguir adelante, sin importar qué tan difícil sea, siempre habrá una solución para todo. Por ello, las corrientes de la psicología positiva han estado estudiando el tema de la superación personal por años.
¿Qué son las fortalezas personales?
Este fue un concepto que vio la luz en el mundo de la psicología gracias a los teóricos Martín Seligman y Christopher Peterson, considerados como los fundadores de la Psicología Positiva. Tal y como indica el estudio realizado por Beatriz Vera Poseck, titulado ‘Psicología positiva, una nueva forma de entender la psicología’ y publicado en la revista Papeles del Psicólogo, la psicología positiva trata de investigar cuáles son las cualidades y las características positivas más destacadas. Entre estas, debemos hablar de las fortalezas personales que cada uno desarrollamos.
Las fortalezas personales se basan en un conjunto de rasgos y habilidades psicológicas para las cuales tengamos facilidad, virtud o contemos de capacidad adaptativa para conquistarla. Eso sí, son capacidades únicamente positivas, que nos traen felicidad y fortalecen nuestra personalidad.
No necesariamente tenemos que haber nacido con ellas, sino que se han de adquirir a través del tiempo y las circunstancias. Además, es necesario que sirvan como un medio adaptativo positivo y que sean representativos de nuestra personalidad.
Por qué es importante trabajar las virtudes de los niños
Los pioneros de la psicología positiva se dieron cuenta de que el mundo que estudia la mente humana necesitaba un cambio de dirección. En lugar de señalar los errores y conflictos de las personas, debían enfocarse también en las capacidades internas innatas y las habilidades de adaptación para ayudar al crecimiento de las mismas.
Todo ello siempre con un único propósito: conseguir la felicidad. Una de las razones por las que las personas son infelices es por la frustración de no conseguir lo que persiguen o por no ser buenos en algo. Y eso es algo que se puede observar desde la niñez, pero que se puede cambiar potenciando las fortalezas personales.
Por ello es importante trabajar con los niños y desarrollar su creencia de que pueden hacer todo lo que se propongan, mientras sean metas realistas y que no causen daños ajenos. Si no saben cómo hacer o enfrentar algo, pueden aprenderlo. Si no se sienten capaces, pueden encontrar una motivación. Si no pueden resolverlo, entonces que sea un aprendizaje nuevo, en lugar de una derrota.
Las 24 fortalezas personales más importantes en los niños
En realidad, existen un total de 24 fortalezas personales según Seligman y Peterson. Estas se clasifican en seis grupos:
– Conocimiento y sabiduría
Abarca la capacidad de aprender y practicar. Esto se refiere no solo a todo conocimiento teórico que nos sirve en un plano de desarrollo, sino a la capacidad de instruirnos a partir de nuestros errores, de los ejemplos de los demás y de las lecciones constantes para aplicarlas a la adaptación de nuestro entorno.
Consta de las fortalezas de:
- Creatividad
- Curiosidad
- Buen juicio
- Perspectiva
- Amor por el aprendizaje
– Humanidad
Se refiere a la habilidad de empatía que todos desarrollamos por las situaciones ajenas. Se trata de ese sentido humano sobre ayudar a quien lo necesita y apreciar lo que se tiene. Además, estas se refieren a las fortalezas que nos ayudan a relacionarnos con otros, crear vínculos y desenvolvernos en la sociedad de forma adecuada. Se divide en las fortalezas de:
- Intimidad
- Bondad
- Inteligencia social
– Justicia
Estas habilidades nos permiten tener sentido del juicio, del equilibrio y la equitatividad. Es lo que nos permite diferenciar lo correcto de las injusticias, que nos lleva a remediarlas, y saber llevar la batuta en un equipo para resolver conflictos de manera justa y precisa. En ella se encuentran las fortalezas de:
- Responsabilidad
- Equidad
- Liderazgo
– Coraje
Se refiere al carácter interno de lograr nuestras metas, el cual fortalecemos con el tiempo y las adversidades, al ser superadas. Podemos encontrar las fortalezas de:
- Valentía
- Perseverancia
- Integridad
- Entusiasmo
– Templanza
Se basa en las capacidades de disciplina y autocontrol, necesarias para tener una vida estable y saber cuándo es suficiente o cuándo necesitamos dar más. También nos ayuda a diferenciar las necesidades de los caprichos. Se basa en las fortalezas de:
- Autocontrol
- Misericordia
- Humildad
- Prudencia
– Transcendencia
La última fortaleza se refiere a lo que buscamos en nuestra vida; esos propósitos que nos trazamos para ser una persona totalmente completa y por supuesto, feliz. Pero también nos ayuda a darnos cuenta de las metas realistas y aquellas que no son más que una fantasía irrealizable. Compuesta por las fortalezas de:
- Apreciación
- Optimismo
- Gratitud
- Espiritualidad
- Sentido del humor
Consejos para potenciar las fortalezas infantiles de tus hijos
¿Y qué podemos hacer para que los niños trabajen todas estas fortalezas personales? Te damos algunos consejos.
– A través del conocimiento, brindando información sobre diversas áreas de desarrollo, de forma que puedan nutrirse, satisfacer su curiosidad y siempre tener el deseo de seguir aprendiendo.
– Practicando todo conocimiento aprendido que pueda ser útil para la vida cotidiana. Como quehaceres, jardinería, manualidades, artes, etc.
– Sirviendo a los demás en lo que necesiten y estén en su posibilidad ayudar. Como participar en voluntariados, obras de caridad o integrando a personas en sus círculos sociales.
– Llevando conocimiento a otros e incluyéndolos en sus juegos. De esta manera podrá relacionarse con personas adecuadas.
– Aprendiendo de los errores y enseñándole a los pequeños que todo acto tiene consecuencias tanto positivas como negativas y deben hacerse cargo de ellas.
– Enseñando inteligencia emocional. El aprender a reconocer emociones puede ayudarlos a expresarse mejor y entender a los demás.
– Ten en cuenta los valores, siempre tenlos presente en tu hogar, pero también asegúrate de seguir tu propio ejemplo. Escucha siempre la opinión de tus hijos y respeta sus gustos.
No se trata solo de ver la vida de una forma más positiva como un cálido día de verano, sino de vivirla con disfrute, incluso en los días tristes de invierno.
Fuente: guiainfantil.com