Cuando la realidad de los inmigrantes en situación irregular empezó a ser preocupante, los medios de comunicación tuvieron que buscar un modo corto de referirse a este colectivo. Mirando al francés, se observó que sans-papiers era una solución importable, y así se empezó a hacer.
Es decir, las informaciones hablaban de “inmigrantes sin papeles” (como sintagma preposicional), pero de “los sin papeles” (como sustantivo), en cursiva, para dar a entender que era un neologismo.
Pero el uso consolida las palabras y es cuando los medios consideran que el sustantivo ya está suficientemente consolidado como para formar una palabra compuesta y dejarla de escribir en cursiva. Es lo mismo que ha sucedido con otras palabras similares: sintecho, sinhogar.
Grafía correcta
Se escribe ‘simpapeles’ con ‘m’, igual que ‘biempensante’ o ‘ciempiés’
Pero el caso de sin papeles contenía un elemento que exigía variar su ortografía al unir las dos palabras, según la norma que reza que “delante de p y b se escribe m”. Así pues, aunque de entrada pueda sorprender, su grafía ha de ser: simpapeles.
¿Existen otros casos que ya figuren en el diccionario? Sí, claro: biempensante, sambenito, simpecado, ciempiés. El caso de ciempiés es especialmente ilustrativo, pues de cien y de pies se obtiene una palabra compuesta que se ve obligada a cambiar una n por una m, y añadir una tilde por tratarse de una palabra aguda y no de un monosílabo (pies).
Fuente: lavanguardia.com