El 7 de marzo de 1793 comenzó la Guerra de la Convención entre la República Francesa y España, un conflicto que tenía su origen en la ejecución del rey francés Luis XVI apenas dos meses antes, y en la creencia por parte del gobierno español de que la debilidad francesa permitiría reconquistar el Rosellón.
Los cálculos no salieron como se esperaban y los franceses consiguieron ocupar buena parte del norte de Cataluña y de las provincias vascas, un desastre que obligó a España a iniciar las negociaciones de paz que culminarían con el Tratado de Basilea, el 22 de julio de 1795.
El tratado permitió a España recuperar todo el territorio peninsular perdido al sur de los Pirineos, pero a cambio tuvo que ceder a Francia la parte oriental de la isla La Española en el Caribe. Así comenzó lo que los dominicanos llaman el período de la España Boba, que se extendió hasta por lo menos 1821.
El caso era que, a pesar de la cesión, en realidad la parte oriental seguía estando bajo control español. Los franceses apenas mantenían un pequeño contingente, formado en su mayoría por soldados negros y mulatos al mando del cuñado de Napoleón, el general Leclerc, y un gobernador.
Éste tenía orden de respetar las costumbres españolas y de no interferir en los asuntos de la isla. Lo cierto era que las riquezas de La Española hacía tiempo que se habían agotado, y ni España ni Francia se preocupaban de Santo Domingo salvo como puesto estratégico militar. Esta dejadez de atención es lo que llevó a los dominicanos a acuñar el término de la España Boba. Al final los españoles se rebelan y derrotan a los franceses en la Batalla de Palo Hincado, el 7 de noviembre de 1808, restaurando la dominación oficial de España en la isla.
Los territorios españoles más ricos ya se habían independizado o estaban en proceso. Incluso Haití había proclamado su independencia de Francia en 1804. En este ambiente se produce la primera independencia dominicana, que es proclamada de manera pacífica por José Núñez de Cáceres y otros intelectuales el 1 de diciembre de 1821 con el nombre de Estado Independiente de Haití Español.
No duraría demasiado (apenas dos meses y ocho días) porque el 9 de febrero del año siguiente Haití invade el nuevo estado y se anexiona su territorio, que mantendría por 22 años.
La segunda independencia sucedió el 25 de febrero de 1844. Ese día los dominicanos liderados por la sociedad secreta La Trinitaria toman la fortaleza Ozama en Santo Domingo tomando por sorpresa a la guarnición haitiana e izando la nueva bandera dominicana. Así nació la nueva República Dominicana, un estado democrático con una constitución basada en el modelo francés de separación de poderes.
La guerra contra Haití continuaría todavía hasta 1856, finalizando con las batallas de Sabana Larga y Jácuba con victoria dominicana. Y la república se extendería hasta 1861.
Ese año llegaba al poder de la República Dominicana el general Pedro Santana, que tuvo que afrontar una crisis económica en el país de la cual parece que él mismo había sido en parte responsable (había hecho quebrar al tesoro, embolsándose pingües ganancias para sí mismo).
Lo que se le ocurrió para salir del paso fue nada menos que invitar a España a volver a tomar el control del país, que pasaría a formar parte integral del estado como nueva provincia española. España vio una oportunidad, con los Estados Unidos inmersos en su propia guerra civil, y sin capacidad de oposición. Así, el 18 de marzo de 1861 la anexión fue hecha oficial y Santana se convirtió en el gobernador de la nueva provincia.
Las revueltas comenzaron casi inmediatamente, a lo que España respondió imponiendo la política de bagajes, que confiscaba a los dominicanos cualquier animal de trabajo que tuvieran en su poder. Se impusieron nuevos aranceles e impuestos, lo cual ahogó la economía de la zona y provocó el malestar en las clases comerciantes.
La intención española de recuperar los territorios fronterizos tomados por Haití anteriormente provocaron que los haitianos abandonasen su neutralidad y se pusieran del lado de los rebeldes dominicanos. Así, el 16 de agosto de 1863, con la toma del cerro de Capotillo, comenzó una nueva guerra de independencia, que duraría hasta 1865.
Ese año las cortes españolas se dieron cuenta de que era absurdo mantener una costosa guerra al otro lado del Atlántico, y por un territorio que no necesitaban pues hacía ya tiempo que sus riquezas se habían agotado.
El 3 de marzo de 1865 la reina de España Isabel II firmó la anulación del decreto de anexión, y cuatro meses más tarde las tropas españolas abandonaban la isla. Había nacido la nueva y definitiva República Dominicana, al tercer intento.
Fuente: labrujulaverde.com