La disciplina le enseña al niño(a) como actuar, debe tener sentido para él/ella y tiene que ver con algo que el niño(a) hizo equivocadamente. La disciplina ayuda al niño(a) a sentirse bien consigo mismo, a corregir sus errores y le ayuda a tomar responsabilidad de sus acciones.
El castigo por el contrario, únicamente le dice al niño(a) lo que él/ ella hizo mal, pero no le dice lo que debería hacer en cambio; por lo que el castigo muchas veces no tiene sentido para el niño(a) y usualmente no tiene que ver con lo que el niño(a) hizo mal.
Aquí tiene algunos ejemplos de situaciones que se dan en la vida diaria, y ejemplos de castigo y disciplina que pueden ser aplicados a estos casos:
Ejemplo No.1: Su niño(a) de 3 años tira los crayones al piso.
Castigo: Dígale que es un niño(a) que no sabe comportarse y péguele en las manos.
Disciplina: Dígale que recoja los crayones. Explíquele que los crayones se podrían quebrar o que podrían manchar el piso. Ponga los crayones fuera del alcance de su niño(a) por uno o dos días.
Ejemplo No. 2: Su niño(a) de 2 años vacía el cesto (bote) de basura.
Castigo: Dele un par de nalgadas y envíelo a su cuarto.
Disciplina: Dígale que él/ella no puede jugar con el cesto de la basura y permítale jugar con algo que él/ella pueda llenar y vaciar.
¿Qué tipo de disciplina es adecuado para la edad de mi niño(a)?
Los niño(a)s pequeños o bebés no necesitan disciplina. Ellos no se comportan mal de manera intencional, porque cuando ellos lloran no lo hacen para enojarlo o controlarlo a usted, sino porque ellos necesitan algo, quizá tengan hambre, sueño, dolor, o simplemente necesitan estar en sus brazos.
Un niño(a) no puede ser malcriado durante los primeros seis meses de edad. Los bebés que son sostenidos en brazos cuando lloran aprenden a sentirse seguros y usualmente lloran menos conforme crecen y tan pronto como ellos pueden hablar, ellos usan palabras para expresar sus necesidades.
Los niño(a)s que gatean (caminan con las rodillas) usualmente juegan o quiebran objetos que encuentran a su paso. No olvide proteger su casa a prueba de niño(a)s.
Distraiga a su niño(a), cuando él/ella hace algo que no le agrada a usted. Use palabras como “Detente/Para” o “No toques” para evitar que toquen aquellos objetos que usted no quiere que se destruyan y sobre todo dígale a su niño(a) las reglas a seguir. Al mismo tiempo, dele a su niño(a) la oportunidad de explorar y experimentar nuevas cosas en forma segura en al menos una de las habitaciones de la casa.
Los niño(a)s que empiezan a caminar podrán alcanzar casi todos los objetos en la casa, porque ellos están aprendiendo a subirse por todos lados. Recuerde proteger su casa a prueba de niño(a)s, use la distracción como disciplina, dígale las reglas de juego y empiece a usar períodos cortos de disciplina, tales como sentando a su niño(a) en un lugar aislado para disciplinarlo(a).
Los niño(a)s hablan más y más cada día, por lo que es mucho más fácil explicarles las cosas y escuchar lo que ellos tengan que decir.
Use pequeñas recompensas cuando sea posible. Aplauda cuando ellos hacen algo bien, deles más y más abrazos y elógielos constantemente, pero también disciplínelos cuando sea necesario.
Fuente: aciprensa.com