Nathalia Romero
Santo Domingo, RD.
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Arturo de Las Heras es un experto en educación y sabe muy bien cómo la virtualidad ha cambiado el panorama de esta y de sus principales actores (docentes y alumnos).
En una entrevista exclusiva para Plan LEA, de Las Heras, actual presidente del Centro de Estudios Financieros (CEF), nos habló sobre cómo se puede aprovechar la educación online a pesar de los desafíos que vienen con esta.
– Como sabemos la pandemia del Covid19 ha transformado la manera en que se imparten las clases, afectando tanto a estudiantes como a docentes. ¿Cómo se puede aprovechar la educación en línea y cuáles son sus ventajas?
Efectivamente, a partir de la llegada de la COVID-19 se desaconsejan las reuniones de personas por motivos de salud y entra en juego la virtualidad como solución en el ámbito educativo. Ello ha permitido mantener las clases y la vigencia de la formación en todos los niveles, desde primaria hasta la universidad y formación continua. Porque una de las ventajas que tiene la virtualidad es cada uno puede ser profesor o alumno allá donde esté sin que se pierda el contacto directo entre ambas partes ni la interacción.
– ¿Cree que los docentes universitarios necesitan más preparación en cuanto al manejo de las plataformas digitales?
Siempre es mejorable la formación del profesorado. Está claro que aquellos que estaban solo en la presencial tienen que hacer ahora un esfuerzo autodidacta muy grande. Pero si se les ayuda un poco y se les da una formación y metodología adecuada también este docente podría mejorar sus clases, ahora en formato online.
– Muchos piensan que la educación virtual no es efectiva porque evita la interacción en los salones de clase. ¿Cómo cambiar ese pensamiento? ¿Qué piensa usted al respecto? ¿Cómo pueden los docentes hacer que la experiencia de las clases virtuales sean igual de efectivas que las presenciales?
Por un lado, la educación virtual viene demostrado desde hace mucho tiempo que es una opción perfectamente válida para la transmisión de conocimientos. Millones de personas en todo el mundo utilizan las nuevas tecnologías para formarse con notable éxito.
Aunque no sólo vamos a las clases a adquirir conocimientos, también vamos a desarrollar una serie de habilidades, a conocer gente, a relacionarnos, y ahí, aunque las nuevas herramientas telemáticas permiten una gran interacción, puede que echemos de menos las aulas presenciales.
En mi opinión, aunque la pandemia haya hecho necesario que todas las clases pasen a online como mal menor, la formación presencial sigue siendo absolutamente necesaria en algunas etapas de la vida. Cuando todo pase, los niños volverán a los colegios, los jóvenes a las universidades y la tecnología formará parte de todos los procesos de aprendizaje.
– ¿Cómo ve las clases en línea en el futuro?
Todos los colegios, institutos, universidades han tenido que entrar en la virtualidad y cada uno la aprovechará en el futuro según haya podido percibir que este modelo es interesante para ellos. Nos vamos a encontrar con que la asistencia a las clases será diferente, que se pueden emitir y grabar por sistema, y que los estudiantes van a habituarse a estar en entornos virtuales, a ir a algunas clases de forma presencial y a otras hacerlas de forma virtual; a un mundo bastante híbrido en el que la tecnología está presente por completo y digitaliza la educación.
– Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta la educación en línea en Latinoamérica?
El desafío más importante es la desigualdad. Hay capas sociales que han ido quedado lejos de los avances tecnológicos, muchas personas sin computadoras ni acceso a Internet. Ese es el primer desafío, dotarles de los medios para acceder a la educación en línea. Después está el reto de enseñarles a utilizar esa tecnología. Los profesores para impartir la formación en línea y los alumnos para recibirla.