La lengua es propiedad de cada hablante, de cada ciudad, de cada pueblo. Usamos las palabras porque son nuestras; con ellas nos comunicamos con nosotros mismos y con los demás.
La lengua española es flexible, lo que hace de ella un instrumento de comunicación con gran capacidad expresiva y con grandes posibilidades de combinación de sus elementos.
En nuestro idioma siempre encontramos la palabra, la expresión, la combinación que nos permite decir lo que queremos, con la gama de matices necesarios para que lo dicho exprese la realidad que queremos comunicar.
Nuestro idioma español favorece la frase creativa, la expresión profunda y llena de fuerza, la palabra tierna y libre. A esas palabras simples que nos da podemos añadirles terminaciones con las cuales descendemos de lo más grande a lo más pequeño, tanto así que hemos hecho de un poquito, algo aun menor: un chin. Pasamos del cariño tierno al rechazo hiriente y despectivo; en un momento de afecto alguien puede ser la mujercita y luego, en otro duro y frío, llegar a ser la mujerzuela.
¿Quién no siente la diferencia entre alguien que invita a tomarse un café y otro que invita a tomarse un cafecito? ¿Quién que haya preparado una comida no se siente halagado cuando alguno de los comensales le dice que todo estaba riquísimo? ¿Quién al ver un niño fuerte, bien alimentado, no halaga a la madre con una sonrisa y le dice ¡qué grandote!
Superlativos, aumentativos, despectivos y diminutivos son los temas que en este fascículo vamos a tratar, tanto en lo que se refiere a su contenido como los elementos que los expresan.
Vamos a comenzar
Las palabras con las que nos comunicamos, ésas que los gramáticos denominan primitivas, nos permiten añadirles elementos o partículas que denominamos sufijos. Estas terminaciones favorecen la formación de grupos de palabras con elementos comunes tanto en su significado como en su forma, con lo que se convierten en familias de palabras.
Por ejemplo:
Con la palabra pobre podemos referirnos a: pobrecito, pobrísimo.
Con la palabra pequeño podemos conformar expresiones como pequeñito, pequeñuelo, pequeñín, pequeñeces.
Con la palabra mujer nos permite decir mujercita, mujerón, mujerzuela.
La palabra hombre sirve de basa a otras como hombrón, hombrecito, hombrote,…
Verdaderamente nuestro idioma nos permite formar nuevas palabras añadiendo esos sufijos aumentativos, diminutivos y despectivos. En sentido general, se pueden resumir de la manera siguiente:
Terminaciones que indican aumento:
- Las terminaciones –on, -azo-, -aza, -ote, -ota, expresan aumento de unos casos y golpes en otros.
Por ejemplo:
- Panzón
- Librazo
- Manzana
- Muchachote
- Muchachota,…
Terminaciones que indican disminución:
- Las terminaciones –ito, -ita, que indican disminución, son las más comunes y generalizadas, pero a ellas se suman:
-cito, -cita, -ecito, -ecita, – illo, -ico, -in, que también sirven para formar palabras con las que expresamos algo pequeño.
Por ejemplo:
- Hijito
- Mesita
- Amorcito
- Pobrecita
- Palillo
- Solecito
- Lucecita
- Pequeñín
Nota
Piececito
Esta palabra nace del monosílabo pie, al que se ha añadido el sufijo –cecito. Del mismo modo, en nuestro país es común que a quien tiene gripe le ofrezcamos como símbolo de afecto para que se cure un tececito bien caliente.
El Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, de Manuel Seco, explica que es importante tomar en cuenta que el empleo de todas estas variantes no está sometido a normas rígidas y destaca que las excepciones a todas estas tendencias señaladas son muy numerosas, y en ellas intervienen en gran medida los hábitos regionales.
Disminuye y aumenta
Lee las palabras que aparecen en la siguiente lista. A las de la izquierda, agrégales sufijos y forma el diminutivo. Con las de la derecha, forma el aumentativo. No olvides estudiar lo explicado en la página anterior. ¡Ya te lo sabes!
- Flor Beso
- Carro
- Piedra
- Perro Boca
- Cerca Barco
- Pronto
- Cabeza
El sufijo –ito
El Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, de Manuel Seco, nos presenta la siguiente explicación: “-ito. Sufijo de nombres y adjetivos, a veces de adverbios, que tiene valor diminutivo o afectivo: gatito, hijito, lejitos. Este sufijo alterna con otros equivalentes, menos generales: -illo, -ico, -in, -ino, -iño, -uco, -uelo”.
En el mismo diccionario se afirma que varias de esas formas son predominantemente regionales, destacando que la terminación –ico “esta viva” sobre todo en Aragón, Navarra, Murcia y Granada (también en Venezuela, Colombia y las Antillas, pero solo cuando precede un sonido t: ratico, zapatico,…).
Terminaciones que indican desprecio:
Otras terminaciones permiten que formemos palabras con las cuales expresamos desprecio, desvalorización de algo o alguien. En las obras gramáticas estas terminaciones son denominadas despectivos y, en general, se limitan a las siguientes:
Ato
Ucho
Uza
Por ejemplo
- Cegato, de ciego
- Flacucho, de flaco
- Gentuza, de gente
Demuestra cuánto has aprendido:
Escribe dos oraciones con cada uno de los ejemplos dados.
a.
b.
a.
b.
a.
b.
Busca en el diccionario el significado del término despectivo. Expresa por escrito con tus propias palabras, el contenido fundamental de esa definición.
Diminutivo
El Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, de Manuel Seco, define el diminutivo como “palabra o sufijo que expresa menor tamaño o cuantía. Adjetivo, también nombre masculino. La forma disminutivo (hecha por influjo de disminuir) es vulgarismo”. La palabra vulgarismo alude al modo de expresarse de la gente común, del público en general.
Por su parte, el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española no registra el término disminutivo. Se le considera un vulgarismo.
En general, la marca gramatical que expresa diminutivo es la terminación –ito, para el masculino, o –ita, para el femenino. Veamos algunos ejemplos:
- Rosa: rosita Cielo: cielito
- Casa: casita Carro: carrito
- Reina: reinita Edificio: edificito
Sin embargo, esta terminación puede modificarse y aparecer con elementos adicionales. Pero su valor como disminutivo no cambia:
- Jarro jarr-ito
- Amor amor-cito
- Pez pec-ecito
- Pie pie-cecito
Finalmente conviene llamar la atención sobre el hecho de que con frecuencia el diminutivo no se refiere al tamaño o al volumen del objeto. Hay casos en que su significado es de orden sicológico y entonces indica cariño, cercanía, afecto.
Veamos dos ejemplos
Cuando a una persona se le ofrece un cafecito no se piensa en la cantidad de café que se va a brindar ni en el tamaño del envase. La nota que se destaca es de orden afectivo.
Cuando a una persona se le invita a dar una conversadita, no se asume que será breve ni superficial. Lo que se destaca es el tono sicólogo, es el carácter de empatía de complicidad que lo rodea.
Superlativo
La palabra superlativo se refiere a aquellos adjetivos que indica cualidades muy grandes o excelentes en su línea. A lo superlativo se contrapone lo diminutivo. En general, las gramáticas dedican amplias explicaciones a este tema. Sin embargo, en este fascículo nos limitamos a trabajar brevemente las terminaciones –ísimo, -ísima como una forma de ayudar a los lectores en la escritura correcta de aquellas palabras superlativas con estas terminaciones.
Existen palabras superlativas cuya formación se establece añadiéndola el sufijo –ísimo. Con toda naturalidad hablamos de algo sencillísimo o preciosísimo.
Es importante señalar que todas las palabras superlativas que incluyen la terminación –ísimo, -ísima, se escriben con s.
Por ejemplo:
– alto :altísimo, altísima
– sabroso :sabrosísimo, sabrosísima
– amargo :amarguísimo, amarguísima
– blanco :blanquísimo, blanquísima
– agradable :agradabilísimo, agradabilísima
Los dos últimos ejemplos no indican que, al formar el superlativo de las palabras, pueden manifestarse cambios en la ortografía de la palabra primitiva u original.
Lo importante para la correcta escritura de estas u otras palabras es escribirlas, utilizarlas y, en caso de duda, acudir a fuentes que te puedan ayudar.
Lista de superlativos:
Bellísimo
Santísimo
Honradísimo
Clarísimo
Riquísimo
Hermosísimo
Poquísimo
Muchísimo
Pequeñísimo
Sencillísimo
Lee la lista de superlativos dada y escribe el femenino de esas palabras:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
Corrección:
Bellísima
Santísima
Honradísima
Poquísima
Hermosísima
Poquísima
Muchísima
Pequeñísima
Sencillísima
Completa las oraciones que aparecen a continuación utilizando superlativos. Fíjate en el adjetivo que está entre paréntesis.
Esa muchacha demostró ser (honrada) al devolver el dinero que se encontró en la calle.
A pesar del mal trato y las groserías que le dijeron, ella se mostró (amable)
A todos les llamó la atención que la princesa, siendo (rica), saludara y se comportara de una forma (sencilla).
A la Virgen María todos la llamamos (santa).
Corrección:
Esa muchacha demostró ser honradísima al devolver el dinero que encontró en la calle.
A pesar del mal trato y las groserías que le dijeron, ella se mostró amabilísima.
A todos les llamó la atención que la princesa, siendo riquísima, saludara y se comportara de una forma sencillísima.
A la Virgen María todos la llamamos Santísima.
Érrimo
La gramática registra la existencia de la terminación –érrimo como una variante del sufijo –ísimo, para expresar el superlativo.
El Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, en sus páginas 197 y 198, presenta dos explicaciones:
Sufijo de adjetivos en grado superlativo. Es variante de –ísimo, y solo se presenta, fosilizado, en la formación superlativa de determinados adjetivos: misérrimo (mísero), integérrimo (integro), acérrimo (acre), paupérrimo (pobre), pulquérrimo (pulcro), nigérrimo (negro).
Algunos de estos superlativos, de carácter culto todos, alternan en el uso con los de formación corriente: negrísimo, pobrísimo, pulcrísimo.
Estos superlativos, por su formación divergente con relación a la ordinaria en –ísimo, tienden a ser tratados como adjetivos no verdaderamente como superlativos, sino simplemente dotados de cierta connotación enfática. Por lo tanto, aparecen procedidos del adverbio más: Las más paupérrimas realizaciones…
¡Vamos a trabajar!
Escribe la forma superlativa de los siguientes adjetivos
- hermosa
- sucio
- dulce
- amable
- hablador
Corrección del ejercicio anterior
- hermosa :hermosísima
- sucio :sucísimo
- dulce :dulcísimo
- amable :amabilísimo
- hablador :habladorísimo
Bueno & Fuerte
El adjetivo bueno se encuentra en una situación que conviene comentar en lo que se refiere al superlativo. El Diccionario de la Real Academia trae la forma bonísimo como superlativo y no registra a buenísimo. Por su parte, Manuel Seco indica lo siguiente: “El superlativo, según los diccionarios y la mayoría de las gramáticas, es bonísimo; pero esta forma se usa raras veces, y solo en la lengua escrita. El uso común es buenísimo”.
En lo que se refiere al adjetivo fuerte el Diccionario de la Academia trae la forma fortísimo y no incluye la variante fuertísimo. A ese respecto, Seco señala: “El superlativo de este adjetivo es fortísimo. Existe también la forma fuertísimo, en la lengua coloquial”.
Notas
- Conviene saber que la idea de superlativo se puede expresar de otras formas. En realidad, una de las formas más usadas para ello es la expresión que dice el más… (hermoso, bueno, etc.) o la más… (hermosa, buena, etc).
- En algunos casos existe lo que algunos llaman superlativos cultos, es decir, formas superlativas que corresponden a una variante de la palabra que ha evolucionado de otra manera. Ese es el caso de bueno, óptimo. La forma óptimo, por su propia significación, no admite modificadores cuantitativos, como serían más óptimo o bastante óptimo.
Familias de palabras
Ya has aprendido que las palabras pueden ser modificadas para responder de la forma más precisa posible al interés de quien habla o escribe. Como habrás podido inferir de los ejemplos que has visto y de los ejercicios que has realizado, las palabras que tienen una raíz común y comparten elementos básicos de su significado, forman una familia. En esta familia entran los diminutivos, superlativos, formas que indican desprecio, etc. ¿Por qué no formas una familia con cada una de las siguientes palabras?
Familia Carro Casa
- 1. 1.
- 2. 2.
- 3. 3.
- 4. 4.
- 5. 5.