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Las Áreas Protegidas son espacios  de Conservación, Educación y Esparcimiento

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De seguro has oído hablar de las áreas protegidas, pero  ¿Qué entiendes que son? ¿Por qué algunos  ciudadanos reclaman  que un área determinada sea declarada  área protegida o más bien parque nacional? .A propósito,  ¿Que otras categoría de manejo de áreas protegidas has oído mencionar y cuales has tenido la oportunidad de visitar?

Vamos pues, a establecer  la diferencia entre   Áreas Silvestres y Áreas Silvestres Protegidas. Cuando hablamos de un área silvestre, nos referimos a  aquellas  áreas sin o poca  intervención humana, en donde los procesos naturales se suceden en forma libre; en donde los animales y las  plantas se desarrollan a su libre albedrío, mientras que un área  Silvestre protegida,  la encontramos definida dentro de la  Ley general de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana (64-00) , como  “una porción de terreno y/o mar especialmente dedicada a la protección y mantenimiento de elementos significativos de la biodiversidad y de recursos naturales y culturales asociados, manejados por mandato legal y otros medios efectivos “.

Para declarar un espacio como área protegida, se toman en cuenta los siguientes  criterios:

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  • Grado de Intervención humana
  • Unicidad en paisajes, ecosistemas y comunidades naturales
  • Representatividad de unidades biológicas, ecosistemas
  • Salvaguardar cuencas hidrográficas
  • Conservar formaciones geológicas únicas
  • Biodiversidad
  • Valor genético
  • Especies endémicas
  • Especies en peligro de extinción
  • Especies de flora y fauna característica
  • Sitio de rutas migratorias
  • Valores históricos-culturales
  • Paisajes con valor escénico y recreativo

En las  Áreas Protegidas subsiste el  patrimonio natural y cultural de los pueblos.

Analizando los puntos anteriores, vemos que desde el punto de vista ambiental, los  objetivos primordiales de estos espacios, es la conservación de especies locales y migratorias y sus recursos genéticos,  procurar  la estabilidad de los ambientes, los procesos ecológicos que se verifican en los mismos,  garantizar  la estabilidad de esos procesos y la supervivencia  de los seres vivos que allí habitan  para garantizar su existencia a través de los tiempos. Son  también lugares  que conservan  el agua de   ríos, lagos, arroyos y lagunas,  las costas y el mar y su biodiversidad asociada. También  ofrecen servicios ambientales  como,   aire puro, regulación del clima, conservan los suelos que sirven de  hábitat de muchas especies y proveen y reciclan los nutrientes del bosque.

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Desde el punto de vista histórico-cultural, en  algunas áreas protegidas se conservan evidencias  de  la historia y  cultura de los pueblos, representada a través de vestigios de pinturas, grabados y objetos que  permiten a los visitantes recrearse en las costumbres y creencias de antiguos pobladores  o también recorrer  terrenos donde ocurrieron eventos históricos.

Son además escenarios y laboratorios naturales donde a través de la educación ambiental y la interpretación, se puede enseñar in situ el patrimonio natural y/o cultural tangible e intangible que resguardan.

Las Áreas Protegidas surgieron como una necesidad de salvaguardar el patrimonio de los pueblos.

Debido a un Interés de frenar las perturbaciones y afectaciones a los recursos naturales, a finales del siglo XIX en los Estados Unidos de América, se  establece la que se considera la primera área  protegida: el  Parque Nacional Yellowstone. A partir de esta, se crean en el mundo nuevas áreas protegidas, con similares fines.

La historia de las áreas protegidas de República Dominicana se remonta al  año 1928, cuando se designa por ley una porción de la cordillera central  como el nombre de “Vedado Yaque del Norte”, siendo la primera área protegida del país. Ya en el  año 1933, se crea el primer Parque Nacional del país y se denomina Parque Nacional Las Matas y más tarde en el 1938 El Vedado de Constanza.

Para  el 1950 se encuentran unas 20 áreas protegidas en el territorio nacional concentradas en la cordillera central cuyo principal objetivo era conservar la superficie boscosa del país.

Para gestionar el manejo de dichas áreas, en el año 1962 se crea la Dirección General Forestal, primer organismo con mandato para regir áreas protegidas, especialmente vedados y luego se crea en el año 1974  la Dirección Nacional de Parques, con el propósito de ordenar, administrar y regir los espacios protegidos del país. Hasta esa fecha se encontraban establecidas unas 37 Áreas Protegidas.

Finalmente, en agosto del año 2000, la Ley general sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales (64-00), crea la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos hoy Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. En dicha ley, en su artículo 33 se crea con carácter transitorio, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, con un total de 70 áreas dentro de 10 categorías de manejo.

Los datos actuales indican que la superficie de las áreas protegidas terrestres y marinas comprende aproximadamente 58,441.45 km², de los cuales comprende una superficie de alrededor a los 12.890,81 km² y el área protegida marina de unos 45.550,64 km².

Las Áreas Protegidas son creadas y gestionadas por mandato legal

Para la gestión de estas áreas, el estado maneja cada una de ellas  de acuerdo a su categoría de manejo y objetivos de conservación y en conjunto, a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) de modo que funcione de manera armónica como un solo ente.

En la actualidad, nuestro Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), cuenta con  un total de 128 áreas dentro de 12 categorías de manejo, distribuidas en  todo el territorio nacional. Con el fin de tener un lenguaje común, respecto a las categorías de manejo adoptadas en nuestro Sistema Nacional de Áreas Protegidas, el país a adoptado las directrices patrocinadas por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). La UICN, indica que las categorías de manejo, ayuda a facilitar la planificación de las Áreas Protegidas del Sistema de Áreas Protegidas, mejora la gestión de la información sobre las áreas protegidas y ayuda a regular las actividades en las mismas.

En su artículo 13, la ley Sectorial de Áreas Protegidas de República Dominicana las siguientes categorías de manejo:

Categoría I. Áreas de Protección Estricta.

Reserva Científica.

Santuario de Mamíferos Marinos

Categoría II. Parques Nacionales.

Parque Nacional

Parque Nacional Submarino

Categoría III. Monumentos Naturales.

Monumento Natural

Monumento Cultural

Categoría IV. Áreas de Manejo de Hábitat/Especies.

Refugio de Vida Silvestre

Categoría V. Reservas Naturales

Reservas Forestales

Bosque Modelo

Reserva Privada

Categoría VI. Paisajes Protegidos

Vías Panorámicas

Corredor Ecológico

Áreas Nacionales de Recreo

Para cada una de esas categorías de manejo, dicha ley define los objetivos por lo cual fueron creadas, a la vez que indica los usos permitidos en cada uno de ellas. Aunque el objetivo primario de las áreas protegidas en general, es la preservación de sus objetos de conservación y el desarrollo armónico de los sucesos ecológicos que se dan a cabo en ellas, en  las áreas comprendidas dentro de la categoría I, los  usos permitidos son más restrictivos que en las categorías de manejo que las suceden.

En la ley Sectorial de Áreas Protegidas (202-04) se contempla que las áreas protegidas pueden ser públicas o privadas. Las áreas protegidas privadas, parten del hecho  que el propietario solicite su integración al Sistema Nacional de Áreas Protegidas. En caso de que dicha área  cumpla con los objetivos de conservación y los requisitos que contemple la ley, el  propietario y el ministerio suscribirán  un acuerdo donde se le garantizará su derecho de propiedad y recibirá incentivos como  son los pagos por servicios ambientales. En cambio, los propietarios se comprometen a realizar un plan de manejo. Hasta la fecha, nuestro sistema nacional de áreas protegidas (SINAP) no cuenta con ningún área protegida privada.

Otra modalidad de áreas protegidas que pudieras encontrarse,  es la de Áreas Protegidas Municipales, que son áreas de conservación municipales creadas por los ayuntamientos locales y que previa solicitud y anuencia del Ministerio de Medio Ambiente, pasan a formar parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. En este caso se pasaría a tener una gestión compartida. En la Provincia de Pedernales, tenemos dos Áreas Protegidas Municipales, el Espacio protegido Los Olivares y el Humedal de Cabo Rojo.

En los acuerdos de Cogestión, comanejo o gestión compartida,  actúan en sinergia el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales con diferentes actores claves e interesados, con el fin de hacer más eficiente la gestión de las áreas protegidas. En la actualidad, tenemos un total de 20 áreas protegidas con acuerdos de comanejo.

Las áreas protegidas requieren de un manejo eficaz y eficiente

Para un manejo de estos espacios, ya sean áreas protegidas, terrestres o marinas, públicas o privadas,  se delimitan  áreas  en su entorno  denominadas zonas de amortiguamiento, donde se establecen normas y restricciones de uso.

A lo interior, también se delimitan sectores con el fin de proporcionar un manejo efectivo para la conservación e integridad de las  mismas. A este respecto, podemos considerar: las  Zonas de Protección,  que son zonas naturales que han sido  pocos o nada alteradas y donde se conservan ecosistemas o biodiversidad única o frágil. En estas zonas solo se permiten, actividades tales como la investigación y monitoreo biológico.

También encontramos las Zonas de uso Público, que son zonas donde se permiten actividades educativas, recreativas, turísticas y de esparcimiento para el disfrute de los visitantes, a la vez que permiten a los comunitarios y actores relacionados desarrollar y beneficiarse económicamente con actividades de turismo sostenible a la vez que permite a los visitantes conocer, valorar y disfrutar de los recursos y beneficios ambientales, por lo cual fueron creadas.

Es imprescindible establecer límites en cuanto a la cantidad de visitantes en un momento dado en estas  zonas,  para evitar el hacinamiento que pudiera generar una congestión del área, trayendo como consecuencia la insatisfacción de los visitantes y el deterioro  de los recursos, debido a una excesiva capacidad de carga.

Para el manejo de estas áreas se requiere de un personal que tenga como finalidad  mantener el control y vigilancia de las mismas y accionar las ejecutorias que garantizan los objetivos para lo cual fueron creadas. Para realizar esas acciones estratégicas, se requiere de un Plan de Manejo del área protegida, que es un documento técnico y normativo que contiene todo el conjunto de decisiones a tomar en torno al área protegida en particular. Para el manejo de las áreas también se elaboran los Planes Operativos Anuales (POA), donde tomando como base los lineamientos generales definidos en el Plan de manejo, se planifican las actividades a desarrollar durante un año.

Existen áreas protegidas con condiciones singulares que le han valido reconocimiento internacional      

El país cuenta con la Reserva Científica  Jaragua- Bahoruco- Enriquillo, declarada por la UNESCO en el año 2002. Esta Reserva se encuentra situada en el región Suroeste y comprende tres zonas núcleo, que son  los parques nacionales: Jaragua, Sierra de  Bahoruco y Lago Enriquillo e isla Cabritos. . a nivel particular y en conjunto, estas zonas se han identificado por su elevada importancia ecológica y alta diversidad biológica que alberga un gran porcentaje de especies endémicas.

La República Dominicana tiene 21 sitios de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBAS), entre las cuales casi todas pertenecen de forma total o parcia al Sistema de Áreas Protegidas de La Republica Dominicana (SINAP).

Otras áreas protegidas como el Parque Nacional Lago Enriquillo e Isla Cabritos, Refugio de Vida Silvestre Laguna Cabral  o Rincón, Parque Nacional Manglares de Bajo Yuna, Humedales del Jaragua (ubicados en un sector del Parque Nacional Jaragua)han sido declarados como Sitios Ramsar (Humedal de Importancia Internacional) por la Convención para la Conservación de Los Humedales. En la actualidad se encuentran en  vías de aprobación, el Refugio de Vida Silvestre Laguna Redonda y Limón y los Humedales de Montecristi, situados en el Parque Nacional Montecristi.

Las áreas protegidas están abiertas esperando que las visite

En la actualidad existen un total de unas 50 áreas protegidas dentro de las categorías de manejo de  Parques Nacionales, Monumentos Naturales, Reservas científicas, Refugios de Vida Silvestre, Áreas Nacional de Recreo y Parques ecológicos, que tienen zonas destinadas a la visitación y en algunas facilidades como son:

  • Senderos
  • Centro de visitación
  • Teleféricos (Monumento Natural loma Isabel de Torres)
  • Miradores
  • Señalizaciones
  • Áreas de Acampar
  • Áreas de picnic
  • Paneles informativos e interpretativos
  • Balnearios
  • Materiales informativos y de promoción

Las áreas protegidas  generan  ingresos al estado y a la economía local

El estado recibe beneficios por el acceso de los visitantes y pago por concesiones que se otorgan por el derecho a establecer un negocio o actividad en la zona de uso público. También se favorece  la economía local a través de negocios y actividades económicas de actores que ofrecen sus servicios. De este modo, las comunidades del entorno obtienen beneficios sin hacer un uso directo de los recursos del área protegida.

Otra modalidad ecoturistica, es trazar rutas ecoturísticas que enlazan áreas protegidas de una  región o provincia. Esto origina la diversificación de la oferta, la visita de los ecoturistas a varias áreas protegidas y que un mayor número de actores  salgan beneficiados con la actividad. Un ejemplo de ruta ecoturista es la de la Provincia María Trinidad Sánchez, donde se visitan las áreas protegidas: Refugio de Vida Silvestre La Gran Laguna o Perucho, lago El Dudú (es privada y aunque no se encuentra dentro del SINAP,  está bajo la supervisión del Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales) y los Monumentos Naturales: El Saltadero, Cabo Francés Viejo y Laguna Grigrí.

Entre los servicios y  actividades que se ofrecen se encuentran:

  • Paseo en botes
  • Cabalgatas
  • Realización de eventos (previo permiso del Ministerio)
  • Tomas fotográficas y de videos
  • Observación de vida silvestre
  • Senderismo
  • Visitación a cuevas
  • Deportes acuáticos
  • Guías turísticos
  • Entretenimiento
  • Ventas de Artesanías
  • Gastronomía (Venta de alimentos y bebidas)

Como se muestra, los comunitarios del entorno de las áreas protegidas desempeñan un papel muy importante en el ecoturismo al  proveer servicios, en su lugar de origen  y educar a los visitantes mostrándole  su cultura y el valor de las áreas protegidas.

Las áreas protegidas han aumentado en visitación en los últimos años

Registro de visitantes que comprenden los años del 2003 al 2016, se ha observado un incremento en la visitación de las áreas protegidas de República Dominicana arrojando  en los últimos años un número global que alcanza más de un millón de visitantes.  De ese número, la mayor visitación corresponde a visitantes extranjeros.  El área protegida más visitada es el Parque nacional Cotubanamá (antes parque nacional del Este) ubicado en territorios de las provincias La Romana y La Altagracia, los turistas proceden mayormente de los hoteles de la zona y se concentran principalmente  en el sector de la Isla Saona. Lo sigue en número  el Monumento Natural Cueva Los Tres Ojos ubicado en Santo Domingo Este. Otras áreas protegidas con alta visitación son  el Santuario de Mamíferos Marinos Estero Hondo, Isla Catalina en la provincia de La Romana, la cual recibe turistas de cruceros, así como los Monumentos Naturales: Saltos de La Damajagua situado en la provincia de Puerto Plata, donde se realiza un turismo de aventura a través del recorrido del río Damajagua y el Salto El Limón en la provincia de Samaná.

En algunas áreas protegidas, como es el caso del Santuario de Mamíferos marinos Banco de La Plata y La Navidad, donde la visitación e ingresos económicos se incrementa grandemente en la época de invernal, para la observación de Ballenas Jorobadas (Megaptera novaengliae),  que emigran desde el Stellwagen Bank National Marine Sanctuary  a nuestro país, con el propósito de  aparearse y parir sus ballenatos. Esta área atrae la mayor agregación de esta especie del Atlántico Norte y existe un acuerdo de hermanamiento entre ambos santuarios para favorecer la conservación de esta especie.

 Normas para la visita a las áreas protegidas

Las normas de visitación a las zonas de uso público de las áreas protegidas, guardan relación con la conservación de sus recursos y la seguridad de los visitantes:

Conservación

  • No extraiga o lesione ningún elemento geológico, talle o pinte grafittis en cuevas, árboles o rocas.
  • Capture la naturaleza a través de sus sentidos o en fotos, no extraiga ni lesione  plantas y animales terrestres o marinos.
  • Extraiga la basura generada en su visita, para no contaminar visualmente el ambiente y afectar  los organismos que aquí habitan.
  • No ofrezca alimentos a los animales
  • Los ruidos intensos afectan a personas y animales, evítelo.
  • No fumar: el ambiente, su salud y compañeros lo agradecerán
  • No se debe hacer fogatas en lugares no autorizados por la administración.

 Por la seguridad de los visitantes

  • Permanezca con su grupo. Si tiene algún percance notifíquelo al guía o acompañantes
  • Transite con cuidado y siga las instrucciones del guía. No se aventure a

recorrer ni bañarse en lugares desconocidos.

  • Evite la ingesta de alcohol
  • Permanezca sentado en los botes y use su chalecos salvavidas
  • No se permite el uso de armas de cualquier índole. No hay nada que eliminar, a excepción de malas prácticas de comportamiento ambiental y social.

Recomendaciones para hacer placentera su estadía

  • Despéjese” de los hábitos que lo alejen de la naturaleza. Busque relajarse en la riqueza de los sonidos, colores y olores naturales.
  • Exprese consideración y respeto por sus acompañantes de viajes y  comunidades anfitrionas.
  • Lleve gorras o sombreros y filtro solar   para protegerse del sol.
  • Use ropa  y zapatos cómodos.
  • Es conveniente llevar repelente. Procure que sea a base de productos naturales y no  en  aerosol
  • Si padece de alguna dolencia lleve a mano su (s) medicamento (s)
  • Aproveche y comparta el conocimiento transmitidos por los guías

Exploremos pues, nuestras áreas protegidas y descubramos juntos toda la riqueza biológica, cultural y de esparcimiento que ellas guardan para el disfrute nuestro y de las próximas generaciones.

Redacción: Matilde Mota Guerrero. Técnico del Departamento de Gestión de  Áreas Protegidas

Revisión y aporte de información: Tania Garcia. Técnico del Departamento de Ecoturismo

 

 

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