A medida que el mundo se calienta y aumenta la población, nuestros motores continúan emitiendo emisiones sucias, y la mitad del mundo no tiene acceso a combustibles o tecnologías limpios (por ejemplo, estufas y lámparas). El mismo aire que respiramos se está volviendo peligrosamente contaminado: nueve de cada diez personas están respirando ahora aire contaminado, el cual mata a 7 millones de personas cada año. Los efectos de la contaminación del aire sobre la salud son graves: un tercio de las muertes por accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y cardiopatías se deben a la contaminación del aire. Se trata de un efecto equivalente al de fumar tabaco y es mucho más grave que, por ejemplo, los efectos de ingerir demasiada sal.
Es difícil escapar a la contaminación del aire, independientemente de cuán rica sea la zona en la que viva. Está a nuestro alrededor. Los contaminantes microscópicos del aire pueden sobrepasar las defensas de nuestro cuerpo y penetrar profundamente en nuestro sistema respiratorio y circulatorio, lo que daña nuestros pulmones, corazón y cerebro.
La falta de contaminación atmosférica visible no es una indicación de que el aire sea saludable. En las ciudades y pueblos de todo el mundo, los contaminantes tóxicos superan los valores anuales promedio recomendados en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire. Para ayudar a las personas a comprender mejor lo contaminado que está el aire en el lugar donde viven, la campaña BreatheLife de la OMS, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Coalición Clima y Aire Limpio ha desarrollado un medidor en línea de la contaminación.
Temas fundamentales de la primera Conferencia Mundial sobre Contaminación del Aire y Salud
Monitoreo de la calidad del aire. Emisiones del sector de la salud. El acceso a una energía fiable y sostenible en los centros sanitarios es esencial para alcanzar el objetivo de la cobertura sanitaria universal.
Equipar al personal sanitario nacional. El personal sanitario nacional debe ser capaz de hacer frente a los efectos inmediatos de la contaminación del aire sobre la salud de la población y de orientar a los encargados de la formulación de políticas para que adopten medidas preventivas a fin de reducir la carga de enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
La salud de los niños. En todo el mundo, el 93% de los menores de 18 años viven con niveles de contaminación atmosférica superiores a los establecidos en las directrices de la OMS.
Acceso a energía limpia en el hogar. El acceso a la energía limpia en los hogares debe ocupar un lugar más destacado en los programas mundiales de energía, salud y clima.
Cambio climático. La contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud de nuestro tiempo, y el cambio climático es la mayor amenaza para la salud pública del siglo XXI.
Enfermedades no transmisibles. La contaminación del aire es la segunda causa principal de enfermedades no transmisibles, como los accidentes cerebrovasculares, el cáncer y las cardiopatías, que están aumentando en todo el mundo.
Trabajadores al aire libre. Los trabajadores al aire libre, incluidos los trabajadores agrícolas, de la construcción y de la recogida de residuos y la policía de tránsito, son especialmente vulnerables a la contaminación del aire ambiente; al menos 1200 millones de personas trabajan al aire libre la mayor parte del tiempo.
5 maneras de limitar la respiración de aire contaminado
- Evite caminar por calles concurridas en horas punta – y si lleva consigo a un niño pequeño, trate de levantarlo por encima del nivel de los tubos de escape de los vehículos.
- Evite pasar tiempo en puntos específicos con una alta densidad de tránsito, por ejemplo cerca de automóviles detenidos en semáforos.
- Cuando desee hacer ejercicio al aire libre, trate de hacerlo en zonas menos contaminadas.
- Evite utilizar el coche en días altamente contaminados
- No queme residuos, ya que el humo producido daña nuestra salud.
Mientras que las partículas con un diámetro de 10 micras o menos, (≤ PM10) pueden penetrar y alojarse en los pulmones, las partículas que son todavía más dañinas para la salud son aquellas con un diámetro de 2,5 micras o menos, (≤ PM2.5). Estas partículas son tan pequeñas que 60 de ellas forman el ancho de un cabello humano.
Las PM2.5 puede penetrar la barrera pulmonar y entrar en el torrente sanguíneo. Pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y respiratorias, así como de cáncer de pulmón.
El ozono es uno de los principales factores que causan asma (o la empeora), y el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre también pueden causar asma, síntomas bronquiales, inflamación pulmonar e insuficiencia pulmonar.
¿Cuán contaminado puede estar el aire antes de que empiece a afectar a nuestra salud? Con respecto a las PM2,5, las directrices de la OMS establecen que el nivel máximo de seguridad es una concentración media anual de 10 μg/m3 o menos. Para alentar a las ciudades a reducir la contaminación del aire, incluso si no pueden alcanzar los niveles ideales de seguridad, la OMS ha establecido tres metas intermedias: 15 μg/m3 (meta intermedia 3), 25 μg/m3 (meta intermedia 2), 35 μg/m3 (meta intermedia 1). Muchas ciudades superan actualmente el nivel más alto representado por la meta intermedia 1.
¿Cómo continuarán respirando nuestros hijos?
La contaminación del aire tiene efectos catastróficos para los niños. A nivel mundial, hasta un 14% de los niños de 5 a 18 años tienen asma relacionada con factores como la contaminación del aire. Cada año, 543000 niños menores de 5 años mueren a causa de enfermedades respiratorias relacionadas con la contaminación del aire. La contaminación del aire también está asociada a cánceres infantiles. Las mujeres embarazadas están expuestas a la contaminación del aire, lo que puede afectar al crecimiento del cerebro del feto. La contaminación del aire también está relacionada con la disfunción cognitiva tanto en niños como en adultos.
Nueve de cada diez personas respira un aire insalubre. La contaminación del aire es un asesino invisible que puede estar acechando, por ejemplo, en el camino de vuelta a casa e incluso en nuestros hogares. Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud y la Coalición del Clima y Aire Limpio se han unido en una campaña internacional llamada «Respira la vida», que tiene por objeto sensibilizar al público acerca del impacto de la contaminación del aire en nuestra salud y en el planeta, y crear una red de ciudadanos, dirigentes urbanos y nacionales y profesionales de la salud para impulsar el cambio en nuestras comunidades.
La contaminación atmosférica nos afecta a todos, particularmente en las ciudades
El 92% de las personas que viven en ciudades no respiran un aire limpio. Se calcula que en 2012 se produjeron 6,5 millones de muertes asociadas a la contaminación del aire.
La contaminación atmosférica, si bien es invisible, puede resultar mortal. Es la causa de:
– 25% de muertes por cardiopatías
– 34% de muertes por accidentes cerebrovasculares
– 36% de muertes por cáncer de pulmón
Los efectos de la contaminación del aire sobre la salud humana
Unos 3 millones de muertes al año están relacionadas con la exposición a la contaminación de aire de exteriores. La contaminación del aire de interiores puede ser igualmente letal. En 2012, según las estimaciones, 6,5 millones de muertes (11,6% de todas las muertes mundiales) estuvieron relacionadas con la contaminación del aire tanto de interiores como de exteriores.
Casi el 90% de las muertes relacionadas con la contaminación del aire se producen en países de ingresos bajos y medianos, y casi dos de cada tres se producen en las Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental de la OMS.
El 94% de las muertes se deben a enfermedades no transmisibles, sobre todo a enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, la neumopatía obstructiva crónica y el cáncer de pulmón. La contaminación del aire también aumenta el riesgo de infecciones respiratorias agudas.
«La contaminación del aire continúa dañando la salud de las poblaciones más vulnerables, a saber, las mujeres, los niños y las personas de edad avanzada», añade la Dra. Bustreo. «Para que las personas estén sanas, deben respirar aire limpio, desde la primera inhalación hasta la última».
Entre las principales fuentes de contaminación del aire figuran los modos ineficientes de transporte, la quema de combustible en los hogares y la quema de desechos, las centrales eléctricas y las actividades industriales. Sin embargo, la actividad humana no es la única fuente de contaminación del aire. Por ejemplo, las tormentas de arena, especialmente en regiones cercanas a desiertos, también pueden influir en la calidad del aire.
Mejora de los datos relativos a la contaminación del aire
El modelo ha calibrado cuidadosamente los datos procedentes de los satélites y las estaciones terrestres para maximizar la fiabilidad. La exposición a la contaminación del aire en los países se ha analizado teniendo en cuenta la población y los niveles de contaminación del aire con una resolución cuadricular de unos 10 km x 10 km.
«Este nuevo modelo constituye un gran paso hacia la formulación de estimaciones aún más fiables sobre la enorme carga mundial que representan los más de 6 millones de muertes —una de cada nueve muertes en todo el mundo— provocadas por la exposición a la contaminación del aire de interiores y de exteriores», dijo la Dra. María Neira, Directora del Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. «Cada vez más ciudades están vigilando la contaminación del aire, los datos proporcionados por satélites son más completos y estamos perfeccionando las estimaciones sanitarias conexas».
Mapas interactivos
Los mapas interactivos proporcionan información sobre la exposición —ponderada en función de la población— a partículas de un diámetro aerodinámico de menos de 2,5 micrometros (PM2,5) respecto de todos los países. En el mapa también se indican los datos procedentes de las estaciones de vigilancia respecto de los valores de PM10 y PM2,5 en unas 3000 ciudades y municipios.
«Se precisa urgentemente la adopción rápida de medidas para hacer frente a la contaminación del aire», añade la Dra. Neira. «Existen soluciones, como un transporte sostenible en las ciudades, la gestión de los desechos sólidos y la utilización de cocinas y combustibles limpios en los hogares, así como las energías renovables y la reducción de las emisiones industriales».
Notas para los editores:
En septiembre de 2015, los líderes mundiales fijaron una meta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible consistente en reducir para 2030 el número de muertes y enfermedades provocadas por la contaminación del aire.
En mayo de 2016, la OMS aprobó una nueva «hoja de ruta» destinada a acelerar las medidas para hacer frente a la contaminación del aire y sus causas. En la hoja de ruta se hace un llamamiento al sector de la salud para que intensifique la vigilancia de la contaminación del aire a nivel local, evalúe las repercusiones sanitarias y ejerza un mayor liderazgo respecto de las políticas nacionales que afectan a la contaminación del aire.
*Directrices de la OMS sobre la calidad del aire ambiente
El modelo de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que el 92% de la población mundial vive en lugares donde los niveles de calidad del aire exceden los límites fijados en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire ambiente para una media anual de partículas con un diámetro inferior a 2,5 micrometros (PM2,5). Los límites establecidos en las directrices de la OMS respecto de la media anual de PM2,5 son 10 μg/m3.
Las PM2,5 incluyen contaminantes como el sulfato, los nitratos y el hollín, que penetran profundamente en los pulmones y en el sistema cardiovascular, lo que representa un riesgo grave para la salud humana.
Campaña BreatheLife contra la contaminación del aire
Este otoño, la OMS pondrá en marcha BreatheLife, una campaña de comunicación mundial cuyo objetivo es concienciar a la opinión pública sobre la contaminación del aire en cuanto riesgo importante para la salud y el clima. BreatheLife está dirigida por la OMS, en colaboración con la Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir los Contaminantes del Clima de Corta Vida acogida por el PNUMA. En la campaña se pone énfasis en las políticas de carácter práctico que las ciudades pueden adoptar (por ejemplo, la mejora de la vivienda, el transporte y los sistemas energéticos y de gestión de desechos) y en las medidas que las personas pueden tomar a nivel comunitario o individual (por ejemplo, dejar de quemar los desechos y promover los espacios verdes y los desplazamientos a pie o en bicicleta) para mejorar nuestro aire.
Los efectos sobre la salud
¿Qué consecuencias sanitarias acarrea la contaminación atmosférica urbana?
Son muchos los efectos a corto y a largo plazo que la contaminación atmosférica puede ejercer sobre la salud de las personas. En efecto, la contaminación atmosférica urbana aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía, y crónicas, como el cáncer del pulmón y las enfermedades cardiovasculares.
La contaminación atmosférica afecta de distintas formas a diferentes grupos de personas. Los efectos más graves se producen en las personas que ya están enfermas. Además, los grupos más vulnerables, como los niños, los ancianos y las familias de pocos ingresos y con un acceso limitado a la asistencia médica son más susceptibles a los efectos nocivos de dicho fenómeno.
¿Cuál es la carga de morbilidad causada por la contaminación atmosférica urbana?
Se calcula que en el mundo suman 1,3 millones las personas que mueren en un año a causa de la contaminación atmosférica urbana; más de la mitad de esas defunciones ocurren en los países en desarrollo. La contaminación del aire representa un grave problema de higiene del medio que afecta a los habitantes de los países en desarrollo y desarrollados. Los residentes de las ciudades donde hay niveles elevados de contaminación atmosférica padecen más enfermedades cardiacas, problemas respiratorios y cánceres del pulmón que quienes viven en zonas urbanas donde el aire es más limpio.
¿Cuáles son los efectos sobre la salud de la exposición a corto y a largo plazo a la contaminación atmosférica urbana?
La exposición a corto y a largo plazo produce efectos sobre la salud. Por ejemplo, las personas aquejadas de asma afrontan un riesgo mayor de sufrir una crisis asmática los días en que las concentraciones de ozono a nivel del suelo son más elevadas, mientras que las personas expuestas durante varios años a concentraciones elevadas de material particulado (MP) tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo está respondiendo la Organización Mundial de la Salud a los efectos de la contaminación atmosférica urbana sobre la salud humana?
El cometido de la OMS es reconocer y vigilar los contaminantes del aire que ejercen el mayor efecto sobre la salud humana, lo que ayuda a los Estados Miembros a centrar su atención en las intervenciones más eficaces para prevenir o aminorar los riesgos sanitarios. La OMS se ocupa en examinar los datos de investigación reunidos y se apoya en el consejo de expertos para extraer conclusiones acerca de la manera en que los distintos contaminantes atmosféricos afectan a la salud y para recomendar intervenciones eficaces.
La OMS calcula que si la media de la concentración anual de MP10 disminuye de 70 a 20 µg/m3, que es el objetivo establecido en las guías de calidad del aire de 2005, se puede evitar el 15% de la mortalidad a largo plazo causada por la contaminación atmosférica. Lograr una disminución de esa magnitud también reduce los casos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares y aumenta la esperanza de vida de la población local.
Por si fuera poco, las medidas para aminorar la contaminación atmosférica urbana también reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes que contribuyen a causar el cambio climático. Como es sabido, este último produce muchos efectos nocivos sobre la salud, entre ellos los derivados de las sequías y los fenómenos meteorológicos extremos (por ejemplo, las tormentas de viento y las inundaciones), como las enfermedades transmitidas por el agua y por los alimentos. También aumenta la prevalencia de enfermedades de transmisión vectorial como el dengue y el paludismo.
¿Cómo podemos reducir la carga de morbilidad y el sufrimiento de las personas aquejadas de infecciones respiratorias, cardiopatías y cáncer del pulmón como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica urbana? ¿Qué medidas hay que aplicar?
El mejoramiento del aire que respiramos puede disminuir considerablemente la cantidad de personas que padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La aplicación de normas y reglamentos destinados a controlar las emisiones de contaminantes atmosféricos puede mejorar la calidad del aire y, a su vez, aminorar la carga de morbilidad y mejorar la salud.
Al mismo tiempo, el aumento de la conciencia del público acerca de intervenciones relativamente sencillas, como el mejoramiento de las estufas de cocinar y las ventajas de usar el transporte público en vez del automóvil, puede ayudar a reducir las causas de la contaminación atmosférica y del aire de interiores, lo que se traduce en mejoras considerables de la salud.
¿En qué ciudades del mundo es particularmente elevada la carga sanitaria por la contaminación atmosférica urbana?
La carga sanitaria que la contaminación atmosférica urbana le impone a una ciudad depende de la concentración de contaminantes y del número de personas que respiran el aire contaminado.
Los países de ingresos medianos sobrellevan una carga sanitaria desproporcionada a causa de la contaminación atmosférica urbana. El aumento rápido y cuantioso de vehículos automotores, que tienen motores anticuados y utilizan combustible de mala calidad, así como el aumento de la generación de electricidad a base de carbón y otros combustibles contaminantes, han generado el mayor riesgo sanitario por el aire contaminado para la población de estas economías emergentes.
En muchas de estas economías de rápido crecimiento aún no se implantan normas y reglamentos rigurosos para ayudar a reducir las emisiones y mantener un aire limpio y saludable. La necesidad de actuar para limpiar el aire y proteger la salud de los habitantes crece paralelamente con el crecimiento económico de dichas regiones.
Las inquietudes con respecto a la salud no se circunscriben a las ciudades más contaminadas: se observan efectos considerables sobre la salud de la población incluso en ciudades con una atmósfera relativamente limpia de Australia, Europa, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá, donde las concentraciones de material particulado son por lo general entre 3 y 10 veces menores que en las ciudades con contaminación elevada. Cuanto menor es el nivel de contaminación atmosférica de una ciudad, más protegida está la salud de sus habitantes.
¿Qué medidas se han adoptado en las ciudades para prevenir los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud?
Las ciudades pueden determinar cuáles son las fuentes principales de contaminación del aire y poner en práctica políticas que mejoren la calidad del aire, como son el fomento del uso del transporte público, ir a pie y andar en bicicleta, en vez de depender del automóvil privado; la promoción de centrales eléctricas que en lugar del carbón utilicen combustibles limpios y renovables, y las mejoras en la eficiencia energética de los edificios y las industrias.
Otras medidas suplementarias son la concientización sobre la elevada carga de morbilidad relacionada con la contaminación atmosférica urbana y sus fuentes principales, y poner de relieve la importancia de actuar ahora mismo para poner en práctica intervenciones adecuadas para cada país. El seguimiento eficaz de las intervenciones es otro medio importante para aumentar la sensibilización, pues puede ayudar a impulsar medidas normativas que reportan beneficios para la salud, el clima y el medio ambiente.