¿Qué es un nombre? Potencialmente, el futuro de tu hijo.
Numerosas investigaciones muestran hasta qué punto puede llegar a afectar el nombre al éxito en la vida, desde la propensión a encontrar empleo hasta los hábitos de consumo.
Así que no resulta muy sorprendente que entre los padres se vaya instalando lo que se conoce como “remordimiento del nombre”: una de cada cinco madres afirman que se arrepienten del nombre que eligieron para sus hijos, según información publicada por The Guardian.
De hecho, a los padres les preocupa tanto darle el nombre equivocado a sus criaturas que algunos están dispuestos a pagar miles de dólares para que “expertos en poner nombres” les hagan el trabajo.
Para ayudarte a evitar que te conviertas en otra estadística (y ahorrarte algo de dinero) hemos dado un repaso a los estudios que relacionan nombres con varios factores de éxito, y hemos extraído algunas de las conclusiones que más te pueden ayudar.
Si tienes un nombre fácil de pronunciar, te tratarán mejor
En un estudio de la Universidad de Nueva York, los investigadores muestran que la gente con nombres más sencillos de pronunciar tiene, más a menudo, puestos de más nivel en sus trabajos.
Uno de los psicólogos, Adam Alter, explica a Wired: “Cuando podemos asimilar una información con facilidad, cuando la entendemos mejor, nos gusta más.” En otro estudio, Alter también halló que las empresas con nombres más sencillos y con logos más emotivos mostraban un mejor rendimiento en el mercado.
Si tienes un nombre corriente, es más probable que te contraten
En un estudio de la Marquette University, los investigadores aportaban pruebas que apuntan a que los nombres considerados menos excepcionales son los preferidos. La gente con nombres corrientes tiene más propensión a que la contraten, y aquellos con nombres infrecuentes tienen menos posibilidades.
Eso significa que los James, Mary, John del mundo están de suerte, así como los españoles que se llamen María, Cristina, Javier, David, etc.
Los nombres infrecuentes se asocian a la delincuencia juvenil
Un estudio publicado en 2009 por la Shippensburg Universityplanteaba que existe una fuerte correlación entre la popularidad del nombre de pila de una persona y la conducta delictiva juvenil. Los investigadores probaban que, independientemente de la raza, las personas jóvenes con nombres poco aceptados eran más propensas a la actividad delictiva.
Evidentemente, las pruebas no apuntan a que los nombres infrecuentes provoquen ese comportamiento, sino que establecen una relación entre ambos elementos. Y los investigadores tienen algunas teorías sobre sus hallazgos.
“Los adolescentes con nombres poco aceptados pueden ser más propensos a la delincuencia porque reciben un trato distinto por quienes les rodean, lo cual les dificultad entablar relaciones,” escribían en una nota de la revista editora. “Los jóvenes con nombres impopulares también pueden actuar de ese modo […] porque no les gusta cómo se llaman.”
Si tienes un nombre que suene a blanco, es más probable que te contraten
Según un estudio que cita The Atlantic, los nombres que suenan a raza blanca, como Emily Walsh y Greg Baker, tienen casi un 50% más de respuesta positiva en procesos de selección que los candidatos con nombres que suenen a raza negra, como Lakisha Washington y Jamal Jones. Los investigadores establecen que tener un nombre “blanco” equivale a ocho años de experiencia laboral.
Si tienes un apellido cercano al principio del alfabeto, puedes entrar en una escuela mejor
En un estudio publicado por la Economics of Education Review, los investigadores exploraban la relación entre la posición en el alfabeto de los apellidos de más de 90.000 estudiantes checos y sus probabilidades de ser admitidos en escuelas competitivas.
Hallaron que incluso aunque los estudiantes con apellidos más “bajos” en el alfabeto tendían a obtener mejores calificaciones de media, entre los estudiantes que solicitaban el ingreso en universidades y estaban en los límites entre ser admitidos o no, aquellos con nombres más cercanos al inicio del alfabeto tenían más probabilidades de ser admitidos.
Si tu apellido está más cerca del final del alfabeto, tienes más probabilidades de ser un consumidor compulsivo
Según un estudio, las personas con apellidos como Yardley o Zabar pueden ser más receptivas a estrategias promocionales como ofertas por tiempo limitado.
Los autores plantean la hipótesis de que pasar la infancia al final de la lista puede hacerte más propenso a lanzarte a las ofertas antes de perder la ocasión.
Usar la inicial de tu segundo nombre hace creer a la gente que eres más inteligente y competente
Según un estudio publicado por el European Journal of Social Psychology, utilizar una inicial intermedia incrementa la percepción de la gente sobre tu capacidad intelectual y tu rendimiento.
En un experimento, se pidió a los estudiantes que calificasen un ensayo con uno de cuatro tipos de nombres de autores. Los mejores calificados no solo fueron los autores con una inicial intermedia, sino que el que más iniciales contenía, David F.P.R. Clark, fue el mejor valorado.
Tienes más probabilidades de trabajar en una empresa con tus mismas iniciales
Dado que nos identificamos con nuestros nombres, preferimos las cosas que se les parecen. En un estudio de la Universidad de Gante, los investigadores hallaron que la gente tiene más probabilidades de trabajar para empresas cuyas iniciales coinciden con las suyas. Por ejemplo, Brian Ingborg podría trabajar para Business Insider. Cuanto más infrecuentes las iniciales, más probabilidades tiene la gente de trabajar para empresas con iniciales similares a las suyas.
Si tienes un nombre que suene noble, tienes más probabilidades de trabajar en un puesto de alto nivel
En un estudio europeo, los investigadores cruzaron nombres alemanes con puestos dentro de empresas. Los que tenían apellidos como Kaiser (“emperador”), o König (“rey”) estaban en puestos de mayor responsabilidad que los que tenían apellidos con significado de ocupaciones más corrientes, como Koch (“cocinero”) o Bauer (“granjero”).
Esto puede deberse al razonamiento asociativo, una teoría psicológica que describe una forma de pensar en la que las personas unen de manera automática emociones y conocimientos previos con palabras o frases similares.
Si eres un niño con nombre de niña, tienes más probabilidades de que te expulsen de la escuela
En un estudio de 2005, el profesor de Economía de la Universidad de Florida David Figlio investigó un gran distrito escolar de Florida desde 1996 hasta 2000, y halló que los niños con nombres habitualmente asignados a niñas mostraban un peor comportamiento en la escuela intermedia y eran más propensos a tener conflictos con sus compañeros.
También demostró que sus problemas de comportamiento tenían una relación con mayores problemas disciplinarios y calificaciones más bajas en sus exámenes.
Si eres una mujer con un nombre de género neutro, tienes más probabilidades de éxito en determinadas áreas
Según The Atlantic, en áreas eminentemente masculinas como las ingenierías y el derecho las mujeres con nombres de género neutro tienen más probabilidades de éxito. Un estudio demostró que las mujeres con “nombres masculinos” como Leslie, Jan o Cameron tenían mayor propensión al éxito en derecho
Los hombres con nombres más cortos son los más abundantes en puestos directivos
En 2011, LinkedIn analizó más de 100 millones de perfiles de usuarios para averiguar qué nombres guardaban más relación con los puestos de dirección general. Los más habituales entre los hombres eran cortos, a menudo de una sola sílaba, como Bob, Jack y Bruce. Un especialista en nombres tiene la conjetura de que los hombres en posiciones de poder emplean apócopes para transmitir cercanía y apertura.
Las mujeres de poder tienen más tendencia a usar sus nombres completos
En el mismo estudio, los investigadores de LinkedIn hallaron que los nombres más corrientes de directoras generales incluían Deborah, Cynthia y Carolyn. A diferencia de los hombres, según el informe, las mujeres tienden a utilizar sus nombres completos para transmitir profesionalidad y empaque.
Es más probable que te cases con alguien con un nombre parecido al tuyo
Según investigaciones de la West Point and Columbia University, debido a algo que se conoce como “egoísmo implícito” la gente tiende a sentirse atraída por otras personas que se les parecen “debido a que las similitudes con otras personas activan asociaciones positivas y automáticas sobre uno mismo.”
Esto explica por qué los investigadores hallaron que “la gente es desproporcionadamente más propensa a casarse con personas cuyos nombres de pila o apellidos se parecen a los suyos propios.”
Si tus colegas comparten tus iniciales, es más probable que trabajéis bien juntos
Simplemente compartir la primera letra de tu nombre con los de otras personas es suficiente para influir en lo bien que te entiendas con ellas.
Investigadores de la Wisconsin School of Business hallaron que los miembros de grupos que compartían las mismas iniciales trabajan mejor juntos que los que no, lo cual conllevaba mejor rendimiento, eficacia colectiva, adaptación al conflicto y precisión.
Fuente: businessinsider.e