Un equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha diseñado una prueba que emplea secuencias de películas de dibujos animados y unos tests posteriores para evaluar la inteligencia emocional. Gracias a ella, han demostrado que los jóvenes con respuestas «más sensibles», es decir, con mejores resultados, «tienen un mejor comportamiento en el aula y un menor riesgo de sufrir situaciones de acoso escolar».
Denominada «Emocine», la herramienta utiliza quince ‘clips’ de películas de dibujos animados inferiores a dos minutos de duración. A diferencia de otras pruebas en las que el sujeto informa directamente sobre su estado emocional, en «Emocine» este estado se revela a partir de preguntas sobre las escenas que han visto los alumnos, indican desde Servimedia.
Estas preguntas tienen tres posibles respuestas, que caracterizan el nivel evolutivo de la inteligencia emocional y pueden ser: sensibles, ingenuas y sobreinterpretadoras. Según los resultados, los sujetos con respuestas de la categoría sensible «perciben e interpretan correctamente las situaciones emocionales, presentan un mejor comportamiento en el aula y reciben mayor número de elecciones y menos rechazos por parte de sus iguales. Esto contribuye a reducir el riesgo de bullying», concluyen los investigadores.
La herramienta se probó en una muestra de 1.448 estudiantes de entre 8 y 13 años procedentes de diez centros escolares de ocho comunidades autónomas, y sus resultados se validaron y publicaron en «Frontiers in Psychology». Las chicas y los alumnos de cursos superiores son los grupos que presentaron mayores respuestas sensibles.
El objetivo de los investigadores es aplicar esta herramienta en Educación Infantil y Secundaria, incluso grabando sus propias secuencias. La ventaja de utilizar escenas de cine reside en que las lecturas e interpretaciones de los estudiantes son más realistas que las que se basan en descripciones textuales o en fotografías fijas, además de que la experiencia resulta «mucho más divertidas».
Fuente: abc.es