A menudo los padres de adolescentes y personas cercanas a ellos, se enfrentan a una situación cada vez más preocupante dentro de la sociedad como lo es la agresividad en la adolescencia. Es un tema que requiere de mucha atención ya que cada vez es mayor el número de jóvenes que muestran conductas agresivas. Pero, ¿cuáles son las causas de estas conductas?, ¿de qué manera se puede acaba con ellas? Estas son algunas de las interrogantes que surgen alrededor de este tema de interés social.
Cuáles son las características de los adolescentes agresivos
Como ya sabemos, la adolescencia es una etapa de continuos cambios y transformaciones a nivel corporal y psíquico. El adolescente se encuentra en un momento en el que tiene que aprender a lidiar con todos estos cambios que van surgiendo y poco a poco ir estableciendo su rol dentro de la sociedad y la familia. En muchas ocasiones, ante este largo y duro camino, en algunos adolescentes pueden llegar a aparecer conductas agresivas como manera de expresar sus emociones aunque también pueden aparecer a causa de otros factores.
El papel que juegan los padres en la educación de los hijos es un factor clave para el desarrollo de la agresividad. La agresividad incluye diversos tipos de comportamientos, como pueden ser agresión física y verbal, arranques de ira, peleas, amenazas, gritos, crueldad, etc. Es importante mencionar que debido a que la agresividad es un comportamiento aprendido, también se puede erradicar y modificar por otro tipo de conductas más adaptativas.
Es importante conocer cuales son las características que tienen en común los adolescentes agresivos las cuales incluso pueden detectarse desde la niñez. El detectar estas conductas a tiempo puede ayudarnos también a erradicarlas. Algunas de las características típicas de un adolescente agresivo son las siguientes:
- Tienen bajos sentimientos de culpa. Niños o adolescentes que muestran poca o nada de empatía hacia las personas o animales a los que se les hace daño de manera directa o indirecta. Por lo que no reparan sus errores ni se sienten culpables por lo que han hecho.
- Suelen ser muy impulsivos, tienen un pobre autocontrol sobre sus actitudes y emociones.
- Tienden a tener un bajo rendimiento escolar y actitudes negativas hacia todo lo que tenga que ver con la situación escolar.
- Muestran una baja tolerancia a la frustración.
- Hacen comentarios agresivos.
- Son propensos a entrar en peleas con los demás.
- Les gusta realizar actividades que estén relacionadas con la violencia, por ejemplo, tienen un gusto especial por deportes agresivos, videojuegos, películas, etc.
- Las personas a su alrededor se quejan constantemente por su mal comportamiento y agresividad.
- Suelen provocar a los demás para que reaccionen con violencia.
- Cuando se les castiga o corrige se enfadan.
- No cumplen las reglas y normas que se les imponen.
- Rompen objetos cuando están enojados.
Cuáles son las causas de la agresividad en la adolescencia
Existen muchos factores que pueden influir para que un adolescente comience a desarrollar conductas agresivas. Algunos de estos factores son los siguientes:
- Ser hijo de padres que mantengan conductas agresivas. Un adolescente que tiene uno o ambos padres agresivos, es más propenso a que desarrolle este tipo de conductas debido a que los padres son el ejemplo a seguir de los hijos.
- Adolescentes a los que se les ha educado sin ponerles límites. Los padres que son demasiado permisivos con los hijos, que los tratan como iguales y no ejercen su autoridad sobre ellos, suelen provocar que sus hijos comiencen a adoptar actitudes agresivas. Son jóvenes que están acostumbrados a hacer siempre lo que quieren, a saltarse las reglas y a comportarse de manera irrespetuosa con los demás, especialmente con las figuras de autoridad.
- Cuando el adolescente ha sufrido abusos de cualquier tipo (sexual, físico, emocional, etc) por lo que canaliza esa frustración y emociones por medio de la agresión.
- El abuso del alcohol y/o drogas puede influir para que el adolescente comience a adoptar conductas agresivas.
- Cuando los adolescentes se sienten rechazados por sus iguales y por la sociedad, aparte de despertar en ellos emociones como la tristeza, en algunas ocasiones pueden también comenzar a desarrollar conductas agresivas como mecanismo de defensa ante esta situación.
- Los adolescentes que se encuentran en un ambiente familiar estresante (por ejemplo porque tienen importantes problemas económicos, por separación o divorcio de los padres, abandono de alguno de los padres, pérdida de algún integrante de la familia, enfermedades graves, constantes conflictos familiares, etc.)
- Algunas enfermedades psíquicas o físicas pueden desencadenar en conductas agresivas (depresión, esquizofrenia, epilepsia, retraso mental, etc.)
- Problemas de aprendizaje
Consejos para tratar a un adolescente agresivo
Después de haber identificado cuales son las características típicas en los adolescentes agresivos y de haber entendido el origen de este tipo de comportamientos, vamos a detallar una serie de consejos útiles para saber cómo tratar a un adolescente agresivo y así mismo lograr reducir este tipo de conductas, las cuales como vimos al comienzo de este artículo se pueden erradicar.
Recibir orientación profesional
Cuando la situación se ha salido de control, el adolescente ha perdido todo tipo de respeto hacia los padres o figuras de autoridad, si se encuentra muy agresivo y puede ponerse en peligro y/o a poner en peligro a los demás, es de gran utilidad acudir con un profesional para recibir ayuda. El profesional se encargará de orientar a los padres para que dependiendo de su situación individual puedan adoptar medidas para comenzar a ejercer la autoridad sobre sus hijos de manera pacifista y constructiva.
En algunas situaciones el adolescente tendrá que comenzar una terapia psicológica la cual tendrá como principal objetivo enseñarlo a manejar su frustración de manera adecuada. Dependiendo de la situación personal, la psicoterapia podría ser combinada con la administración de algunos fármacos.
Establecer reglas y límites
Es necesario que los padres establezcan en casa reglas y límites claros para los hijos. Para ello es importante tener en cuenta que ambos padres se tienen que poner de acuerdo para llevarlos a cabo ya que no deben haber contradicciones entre lo que diga uno y el otro. No es necesario que se pongan demasiadas reglas, sin embargo éstas deben cumplirse de manera obligatoria.
Uno de los errores más comunes que cometen los padres es establecer una serie de normas y al final no cumplirlas, por lo tanto el mensaje que se le envía al hijo es que éstas se pueden pasar por alto cuando ellos lo deseen. Es necesario saber que si se decide aplicar un castigo a los hijos, se esté seguro de que se va a cumplirlo, sino es mejor no hacerlo. Algunas de las reglas que se deben de imponer al adolescente tienen que ver con los horarios que tienen que cumplir, sus responsabilidades en casa y en la escuela, reglas fuera de casa, etc.
Comenzar por dar el ejemplo
Recordar que como padres o figuras de autoridad se es el ejemplo a seguir de los hijos. Por lo que el promover las conductas adecuadas mediante la realización de las mismas en su vida diaria ayudará a que los hijos logren imitarlas y así mismo terminen por adoptarlas. Es necesario que saber que si el adolescente suele hacer constantes provocaciones para que se responda con violencia y agresividad, no hay que caer en su juego. Hay que evitar responder con gritos, insultos, etc. de manera que se les transmita el mensaje de la no violencia para así reforzar en ellos las conductas correctas.
Nunca recurrir a la violencia física o psicológica
En muchas ocasiones, los padres desesperados por las conductas agresivas de sus hijos optan por pegarles o agredirlos verbalmente para tratar de tenerlos bajo control. Sin embargo, el hacerlo refuerza aún más este tipo de conductas. Se debe de evitar perder el control ante este tipo de situaciones porque sino lo único que se le enseña a los hijos es que todo se resuelve con violencia.
Si te encuentras muy alterado y sientes que comienzas a perder el control, es mejor que te vayas a otra habitación a solas y trates de tranquilizarte, cuando te encuentres más tranquilo abordas a tu hijo y dialogas acerca de la situación. Para tranquilizarse más rápidamente se pueden realizar ejercicios de relajación basados en la respiración como lo es la respiración diafragmática.
Promover la buena comunicación
Es necesario que se mantenga una buena comunicación con el adolescente. Una manera de hacerlo es ganarse su confianza mediante la comprensión y la empatía. Para ello, se debe de evitar juzgarlo y aunque no se esté de acuerdo muchas veces con el, hay que escucharlo hasta el final y ponerse en su lugar para saber realmente como se siente.
Hay que hacerle saber que se está de su lado y que se desea ante todo su bienestar. De esta manera se puede averiguar que es lo que le está pasando en realidad y porque está adoptando esas conductas agresivas. Una vez que se identifica de donde provienen se le puede ayudar y orientar de una mejor manera para que logre expresar su enojo y frustración de una manera menos perjudicial para él y para las personas que le rodean.
Tener paciencia
El mantener la calma es una de las claves a la hora de tratar a un adolescente agresivo y sin embargo una de las cosas más difíciles. Hay que recordar en todo momento que la adolescencia de por sí es una etapa difícil por la que todos hemos pasado en algún momento. El adolescente necesita del ejemplo y el apoyo de sus padres, sobre todo cuando está enojado porque es señal de que algo está mal en él y por lo tanto, aunque a veces así no lo parezca, no lo está pasando nada bien. Cuando se le tiene paciencia y se le atiende y entiende se sentirá más aceptado y protegido cuando más lo necesita.
Fuente: www.psicologia-online.com