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Cómo evitar las malas influencias en tu hijo

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Una de las mayores preocupaciones de los padres son las amistades que puedan tener sus hijos y cómo pueden influir en su conducta, pensamiento y desarrollo.

A menudo los niños se dejan influenciar fácilmente por sus amigos y esto puede provocar que actúen de una forma que en realidad no desean. ¿Cómo pueden los padres controlar “las malas influencias”?

Uno de los aspectos que más repercuten en que los niños sean fácilmente influenciables o no es la educación familiar. La familia es determinante para que los pequeños no se dejen llevar por compañeros hacia actitudes o conductas no deseadas. En este sentido, los padres deben hacer todo lo posible para educar a sus hijos de manera que no se dejen influenciar fácilmente por nadie.

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En esta línea, es importante que los niños entiendan qué es una mala influencia porque así sabrán reconocerla y no se dejarán llevar tan fácilmente. Si los pequeños disponen de la atención necesaria en casa, si se organizan planes familiares a menudo y los padres pasan tiempo con sus hijos, es muy posible que estos no busquen atención y refugio en pandillas o amistades conflictivas.

De la misma manera, si los padres desarrollan una relación abierta y de confianza con los hijos, estos acudirán a ellos si tienen algún problema.

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¿Qué podemos hacer para ayudar a alejar a nuestros hijos de las malas influencias?

  1. Motivar al niño para que dedique más tiempo a las amistades positivas y se relacione con gente variada. También animarlo a practicar actividades que fomenten valores positivos y donde conozca a nuevos amigos, como por ejemplo, el deporte.
  2. Fomentar la responsabilidad de nuestro hijo. Los niños y los jóvenes que son responsables no suelen dejarse influir tan fácilmente por otras personas, ya que no suelen buscar la aprobación de los demás y valoran mucho más las consecuencias de sus acciones.
  3. Conocer a sus amigos, e incluso qué lugares frecuenta a menudo sin controlar excesivamente donde se encuentra en cada momento.
  4. No criticar nunca las compañías de nuestro hijo, ya que éste puede ponerse a la defensiva y reaccionar de manera opuesta. Es mejor criticar acciones y comportamientos concretos que hayan tenido estos amigos, pero sin atacarles directamente.
  5. Fomentar y desarrollar en nuestro hijo una imagen positiva de sí mismo y promover su autonomía.

Precisamente, este último punto es fundamental para que nuestros hijos no se dejen llevar por compañías negativas y, por ello, hay que fomentar estas cualidades. Si un niño tiene una fuerte autoestima, independencia y confianza en sí mismo no buscará la aprobación de otros y, por lo tanto, no se dejará influir por malas compañías.

¿Cómo podemos detectar si nuestro hijo se está dejando llevar por malas influencias?

Hay diversos signos que pueden indicar que esto está sucediendo y que los padres deben tener en cuenta. Por ejemplo, debemos preocuparnos si observamos que nuestro hijo hace alguna cosa sin sentido sólo para que su grupo de amigos lo acepte o cuando desobedece órdenes por la misma razón.

Otras señales como robar, mostrar algún síntoma de consumir drogas o alcohol, o pedir de manera excesiva cosas materiales que tienen sus amigos, pueden ser señales de que su hijo se está dejando influir por sus compañeros.

Fuente: Center for the Education and Study of Diverse Populations

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