Los menores usan internet de manera habitual. Lo hacen para hablar con amigos, completar tareas escolares o escuchar música. Unas actividades que a priori son inofensivas, pero que no están exentas de ciertos riesgos. Conocerlos ayuda a los adultos, y a los niños y adolescentes, a aprender a prevenirlos.
Para ello la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), dentro de la iniciativa europea EU Kids Online, ha elaborado el estudio ‘Actividades, mediación, oportunidades y riesgos online de los menores en la era de la convergencia mediática, en el que también ha colaborado el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y para el que se ha entrevistado a un total de 2.900 menores de edad. El 53% con edades comprendidas entre los 9 y 12 años, y el 47% restante entre 13 y 17 años.
¿Qué hacen los menores en internet?
Comunicarse con familiares y amigos es el principal propósito de los menores cuando acceden a internet, al menos es lo que afirma el 70% de ellos. Mientras que las actividades dedicadas al entretenimiento, como escuchar música (63%), ver vídeos (55%) y jugar online(46%), ocupan el segundo lugar.
Los participantes en el estudio de la UPV/EHU también le dan un puesto preferente al uso de la Web como herramienta para realizar tareas escolares (43%). Con un porcentaje similar entre los niños y niñas de 9 a 12 años, pero con diferencias en el grupo de edad de los adolescentes: 45% en el caso de los chicos y 59% en el de las chicas.
En cuanto a la frecuencia de uso de las redes sociales, el 37% sostiene que las usa a diario. La búsqueda de información también está entre sus actividades habituales: el 19% busca noticias online y hasta un 22% consultan el precio de productos o realizan compras online.
Atendiendo a los rangos de edad, el uso de Internet aumenta en la mayoría de las actividades según van haciéndose mayores con una excepción: los juegos online. En este caso, es muy parecido el uso de los niños de 9 a 12 años (65%) y el de los chicos de 13 a 17 años (67%). Algo parecido ocurre entre las niñas: 28% entre las pequeñas y 23% entre las mayores, siendo esta actividad la que presenta más diferencia en función del género.
A qué riesgos se exponen
La realización de actividades en internet implica cierto riesgo, lo mismo que algunas de las que realizan los menores fuera de los entornos online, pero “no produce necesariamente daño”, según afirma el estudio. Aún así, el 33% de los menores reconoce haberse encontrado con situaciones que les han molestado. “En los aspectos más preocupantes, cabe destacar que uno de cada tres menores ha sido víctima de bullying, uno de cada cinco ha ejercido esta práctica en alguna de sus modalidades y afecta más a las niñas que a los niños”, apunta Maialen Garmendia, investigadora de la UPV/EHU.
Los menores también se ven expuestos al visionado de imágenes sexuales y al sexting (envío de mensajes con contenido erótico). Así, el 42% de los que tienen entre 11 y 17 años ha visto imágenes de carácter sexual y tres de cada diez menores han recibido mensajes con este tipo de contenido. Una frecuencia que es mayor según aumenta la edad de los menores.
Este patrón también se repite cuando se les pregunta sobre sus contactos online con desconocidos: entre 11 y 12 años, lo practica uno de cada tres; de 12 a 13 años, son más de la mitad (53%); y dos de cada tres jóvenes de entre 15 a 17 años lleva a cabo contactos de este tipo. Es significativo que el 83% se muestra satisfecho con estos encuentros.
En cuanto a los riesgos derivados de los contenidos negativos que ven con más frecuencia, el informe desvela que las chicas están más expuestas. Por ejemplo, el 45% accede a información sobre cómo hacerse daño (autolesionarse) frente al 25% de los chicos.
Destrezas digitales como defensa
Afortunadamente, ante estas situaciones no se encuentran indefensos. En su uso frecuente de internet han desarrollado habilidades digitales que les ayudan a adoptar estrategias para hacer frente a estas experiencias. De hecho, ante situaciones molestas el 56% opta por bloquear a la persona que les importuna y un 24% cambia la configuración de privacidad en sus perfiles online.
También buscan consejo y apoyo entre sus amigos (70%) y consideran importante la mediación de los progenitores (46%), incluso intentan que la persona que les molesta les deje en paz (57%), aunque sólo un 16% denuncia el problema.
Sin embargo, las diferencias por edad en este aspecto resultan muy notables. Entre los que tienen menos de 12 años sólo el 40% afirma tener estas habilidades, mientras que entre los mayores sube considerablemente: el 80% reconoce que sabe configurar las opciones de privacidad en distintas plataformas y aplicaciones.
El informe de la UPV/EHU señala a la familia y a la escuela como los entornos en los que se ha de potenciar un uso adecuado de internet. En el primer caso, como el espacio donde deben sentirse seguros; y en el segundo, como el lugar donde establecen la mayoría de sus relaciones sociales y en el que se pueden prevenir comportamientos como el ciberacoso.