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Cómo denunciar el acoso escolar

Es posible denunciar a aquellos centros educativos que no garantizan los derechos de los alumnos. Asegurar la protección de los menores frente a un posible acoso es un deber del centro y una tarea de todos como sociedad.

Conocer el procedimiento adecuado para denunciar el acoso escolar se ha convertido en un factor fundamental para que, precisamente, se denuncien los hechos. El peligro de no hacerlo no es solamente que el acto quede impune, sino que se repita en el tiempo.

El acoso escolar o bullying es un problema grave que sigue afectando a muchos menores cada día. Por suerte, la lucha para frenar este tipo de situaciones está cogiendo cada vez más fuerza. A día de hoy, es posible tomar medidas para proteger a niños y adolescentes. De hecho, la mayoría de centros cuentan con planes de contingencia para actuar en estos casos.

El acoso escolar debe ser tratado de raíz, eficazmente y a tiempo. De lo contrario, las víctimas pueden sufrir graves daños físicos y psicológicos, llegando al suicidio en el peor de los casos. Además, las consecuencias no solo afectan a los acosados.

Los agresores, cuando el acoso no es denunciado, adquieren la costumbre de actuar de manera violenta. Distintos estudios han demostrado que muchos de los acosadores cuya conducta no ha sido sancionada ni redirigida se convierten en adultos violentos (Olweus, 2011; Temcheff, Serbin, 2008).

Niño representando el bullying

Denunciar el acoso escolar

Actualmente, la ley hace responsables a los colegios de no proteger a los niños de los peligros que puedan sufrir estando en el centro. Esto, como es obvio, incluye el acoso. Por lo tanto, en primer lugar, al detectar que un menor puede estar sufriendo bullying es fundamental exigir al colegio que tome medidas de protección. También que sancione a los agresores por las conductas llevadas a cabo.

Este paso es muy importante. Es posible denunciar a aquellos centros educativos que omiten su responsabilidad frente a los alumnos. Garantizar la protección de los menores y la seguridad de las víctimas de acoso escolar son deberes del centro. Se supone que este debe ser un entorno seguro para cualquier menor.

Ya existen sentencias que obligan al colegio a indemnizar a aquellos niños que han sufrido acoso escolar y no han sido protegidos. Una de las más importantes es de mayo de 2012. En ella el juez obliga a un colegio de Alcorcón a pagar 32.000 euros a la familia de un menor que sufrió bullying.

Independientemente, si el colegio no tomara las medidas adecuadas o estas no fueran suficientes, hay que acudir a los órganos territoriales de educación. La Inspección Educativa tiene protocolos de intervención específicos para estos casos.

¿Qué ocurre en estos casos?

Si la situación llega a manos de la Inspección, esta la examinará en busca de evidencias. Después, si llegara a detectar pruebas de acoso, realizará una intervención y hará un seguimiento del mismo. En casos de extrema gravedad, si se llega a estimar que se ha cometido algún delito, el procedimiento exige poner el caso en manos de la Fiscalía de Menores.

El acoso escolar en muchas ocasiones incluye conductas delictivas. Por ejemplo, amenazas o agresiones físicas.

Cuando median esta clase de delitos, o si a través del procedimiento mencionado no se soluciona el problema, para denunciar el acoso escolar se puede acudir directamente a la vía penal. En función de la gravedad de los actos, se pueden imponer penas como el internamiento en un centro de menores en régimen cerrado o semiabierto. También, trabajos en beneficio de la comunidad o la pena de libertad vigilada, además de las correspondientes indemnizaciones.

De forma habitual, el pago de la indemnización lo efectúa el agresor -o sus padres, madres o tutores, al ser menores de edad-. No obstante, si ha habido negligencia por parte del centro educativo, como se mencionaba, es posible reclamar de forma subsidiaria una indemnización al mismo.

Independientemente, no hay que olvidar que el verdadero objetivo es que el acoso cese. El menor afectado tiene que verse y sentirse libre de la amenaza que hasta ese momento suponían los agresores.

Niña víctima de bullying

Cómo actuar en casa

La confianza, sentirse apoyado en todo momento por la familia, son factores fundamentales que pueden marcar cómo el menor afectado tratará internamente el problema. Es clave que en la familia se escuche al hijo o hija, pues habitualmente, ellos hablan con claridad cuando se sienten seguros. Por ello, no es recomendable poner en duda en ningún caso el relato. Se debe actuar con calma y precaución.

El acoso escolar puede atraer graves consecuencias. En concreto, puede generar daños sobre la autoestima del menor. También cuadros de estrés postraumático, depresión, y en casos más graves conductas autolíticas.

De este modo, puede ser necesaria atención especializada para tratar la sintomatología producida por el acoso escolar. Estos síntomas tienden a reflejarse en cambios como una disminución del rendimiento escolar, miedo a ir al colegio o estados de ánimo depresivos. En estos casos, es fundamental consultar la situación con un especialista.

Fuente: lamenteesmaravillosa.com

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