El 18 de julio de 1918 nació Nelson Mandela, un símbolo de la lucha por los derechos de los sudafricanos, un hombre que tras pasar media vida en la prisión se convertiría en el primer presidente de raza negra de Sudáfrica y un referente mundial contra el racismo.
Nelson Mandela, icono de la lucha contra el ‘apartheid’
“Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que he vivido. Es un ideal por el que espero vivir, y si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. Nelson Mandela pronunció estas palabras tras la condena por alta traición que dictó contra él el Tribunal de Johannesburgo en abril de 1964 en el conocido como proceso Rivonia.
Originario del pueblo xhosa y perteneciente a la casa real tembu, el 18 de julio de 1918 nacía en Mvezo, El Cabo (Sudáfrica), Rolihlahla Mandela, que en lengua xhosa significa “revoltoso”. Hijo de un jefe tribal, Rolihlahla pasó su infancia en las zonas rurales de Sudáfrica hasta que a los siete años fue bautizado como Nelson Mandela para poder asistir a la escuela metodista. Al fallecer su padre, Nelson quedó al cuidado de un primo suyo, un regente de los Thembu llamado Jongintaba Dalindyebo. El joven Mandela escuchaba hablar a los lideres tribales y empezó a tomar conciencia del sentido de justicia y a abrazar la retórica antiimperialista. Pese a todo, no veía a los colonos europeos como opresores. A los dieciséis años, Mandela entró a formar parte del consejo tribal y tres años mas tarde ingresó en la Universidad de Fort Hare (una institución sólo para personas de raza negra) donde cursó estudios superiores.
“Siempre he atesorado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que las personas puedan vivir juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que he vivido. Es un ideal por el que espero vivir, y si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir”. Nelson Mandela
Activismo contra el racismo
Cuando en 1941 Mandela supo que el jefe Jongintaba había concertado para él un matrimonio, abandonó la aldea y partió a Johannesburgo donde vivió en el superpoblado suburbio de Alexandria. Allí conoció a Walter Sisulu, un activista contra el apartheid, con el que trabó una amistad que sería determinante en su vida: influyó en sus ideas políticas, le ayudó a conseguir trabajo y a finalizar sus estudios de derecho. También le presentó a su prima Evelyn Mase, con la que contraería matrimonio en 1944.
En Johannesburgo, Mandela conoció a Walter Sisulu, un activista contra el apartheid que influyó poderosamente en su pensamiento político
Rápidamente, Sisulu se dio cuenta de las dotes de liderazgo que tenía Mandela y lo presentó al Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento que estaba en contra de la opresión que desde hacía décadas venían sufriendo los negros sudafricanos. En 1944, Mandela, fue uno de los líderes fundadores de la Liga de la Juventud del Congreso, que llegó a constituir el grupo dominante en el Congreso Nacional Africano. Su ideología abrazaba el socialismo africano: nacionalista, antirracista y antiimperialista.
Cadena perpetua
En 1962, al regreso de un viaje para recaudar fondos, Mandela fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Estando en prisión, fue declarado culpable de sabotaje, traición y conspiración violenta para derrocar al Gobierno en el conocido juicio de Rivonia, a cuyo término dirigió a los jueces su célebre alegato final, lleno de firmeza y dramatismo, aunque ello no impidió que fuese condenado a cadena perpetua. A pesar de estar preso, ese mismo año fue nombrado presidente del Congreso Nacional Africano.
En 1962, Mandela fue declarado culpable de sabotaje, traición y conspiración violenta para derrocar al Gobierno y condenado a cadena perpetua
Mandela pasó 27 años preso en diversas cárceles sudafricanas –6 años en la prisión de Pollsmoor y 4 en la prisón de Victor Vester– y en unas condiciones penosas. El Gobierno Sudafricano rechazó todas y cada una de las peticiones para que Mandela fuera puesto en libertad. A partir de entonces, Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba el sufrimiento y la falta de libertad de toda la población negra sudafricana.
Por fin, en febrero de 1990, Frederik de Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, cedió ante la evidencia y abrió el camino para abolir la segregación racial. Legalizó el Congreso Nacional Africano y liberó a Mandela. En 1993, Mandela y De Klerk compartieron el Premio Nobel de la Paz y el 27 de abril de 1994 Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.
En 1990, De Klerk liberó a Mandela y ambos fueron galardonados con el Premio Nobel de La Paz en 1993
Tras sufrir una prolongada infección respiratoria, Madiba, como era conocido en señal de respeto, murió el 5 de diciembre de 2013 a la edad de 95 años. El 6 de diciembre, el presidente de la República Sudafricana, Jacob Zuma, declaró diez días de luto nacional y anunció que el funeral se llevaría a cabo en el estadio Soccer City de Johannesburgo el día 10 del mismo mes, y contaría con la presencia de toda la comunidad internacional.