La autoridad que regula las telecomunicaciones en Reino Unido concluyó, en un reciente informe, que las redes sociales han sido la principal fuente de las malas experiencias online que han sufrido el 79% de los jóvenes de 12 a 15 años de edad
El aumento de las horas libres que dedican en verano los menores a las nuevas tecnologías es proporcional a la peligrosidad. Más aún si no están bajo la supervisión de padres o tutores.
El temor está fundamentado: según la encuesta «España en Cifras 2019» del INE, el 26,2% de los niños con 10 años tienen móvil propio; esta media sube vertiginosamente hasta el 94,8% cuando tienen 15 años. El dato se complementa con lo revelado por el informe Online Nation, publicado recientemente por Ofcom, la autoridad que regula las telecomunicaciones en Reino Unido: las redes sociales han sido la principal fuente de las malas experiencias online que han sufrido el 79% de los jóvenes de 12 a 15 años de edad. La solución: proveerles de una educación digital adecuada a su edad y sus necesidades.
«Nuestros menores se relacionan con la tecnología desde edades muy tempranas, ya que la usan como herramienta de juego y aprendizaje. Por eso es importante que sean conscientes de los ciberriesgos que esta tecnología entraña, informándoles de una manera adecuada a su edad», explica José Luís Jiménez, experto en ciberseguridad de la empresa tecnológica Nunsys y miembro del Programa Cibercooperantes del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), que promueve la colaboración de personas particulares interesadas en la divulgación de la ciberseguridad a través de charlas de sensibilización, con centros que requieren de este tipo de formación destinada a niños, jóvenes, padres, madres y educadores.
Además de insistir en la importancia de la educación, Jiménez recomienda una serie de buenas prácticas para garantizar que niños y adolescentes disfruten del potencial que ofrecen las tecnologías de la información para su desarrollo personal e intelectual:
1. Configurar correctamente el móvil o tablet actualizando el sistema operativo e instalando un antivirus, para evitar que puedan controlar la cámara y micrófono del terminal.
2. Instalar aplicaciones de control parental que permitan monitorizar el comportamiento online del niño e impedir que pueda ser víctima de ciberacoso por parte de desconocidos.
3. Evitar introducir datos sensibles (contraseñas, números PIN) mientras se está conectado a redes wifi públicas de hoteles o restaurantes.
4. Supervisar la utilización que se da a lasredes sociales: nunca publicar fotos en las que se reconozca a los menores ni revelar detalles personales.
5. Incentivar otras formas de ocio: lectura, ejercicio, actividades artísticas, etc. Según un estudio de la consultora Edelman, el 74% de los niños pasa menos de una hora al día fuera de casa.
6. Limitar las horas de uso de tecnología para evitar episodios de dependencia cuando los menores vuelvan a la rutina escolar tras las vacaciones, ya que pueden presentar síntomas como mayor irritabilidad o problemas de concentración.