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Familias y escuela: la importancia de la comunicación

El vínculo entre la escuela y la familia tiene como objetivo principal el bienestar y la mejora educativa del alumnado, pero que no por ello carece de incomodidades, desencuentros y fricciones entre las dos partes implicadas… pese a que, de un tiempo a esta parte, se ha ido generando la impresión de que el frente pedagógico ha sido puesto en tela de juicio como autoridad ante las demandas educativas de al menos una parte de las familias. Ante esta situación, y sin ánimo de sentar cátedra al respecto, os proponemos una serie de iniciativas para restaurar esa aparentemente deteriorada confianza y que pasan por reactivar, desde una óptica digital, los canales de comunicación entre la escuela y las familias que le confían a sus hijos e hijas.

Un tándem necesario

Como reflejo de la sociedad en la que se enmarca, la idea de familia ha ido cambiando a lo largo de la Historia, al igual que lo ha ido haciendo la escuela como institución educativa. Así, la variada concepción de la familia que hoy conocemos se definía hasta hace no tanto como un vínculo establecido entre el hombre, la mujer y la descendencia de ambos. Un ideal que fue cambiando en muchos aspectos pero no en uno de sus roles principales, el de la familia como primer agente de socialización de la vida de los niños y niñas que se ven acogidos en su seno, y que perdura en mayor o menor medida hasta la edad escolar de los pequeños. Una franja de edad que, además y con el paso de los años y la creciente escasez de tiempo y posibilidades de muchas familias para dedicarse íntegramente a la educación de su descendencia, se ha ido reduciendo quedando así una parte importantísima de su formación en manos de las instituciones escolares.

Pero ¿y la escuelas? Ya a principios del siglo XX, muchas de las enseñanzas sociales y culturales que en ella se daban, en lo curricular y en lo transversal, tomaban distancias con lo que los alumnos aprendían en casa. Un hiato entre las expectativas formativas de unos y otros que creó una situación, aún vigente en muchos contextos, de incomunicación entre estas dos partes implicadas en la educación de los más jóvenes. Lo que, a su vez, y de la mano de un mayor tiempo de escolarización del alumnado (que en muchas ocasiones es resultado de un menor tiempo de tutela familiar) implicó que se revalorizase la comunicación entre escuela y familia de cara a un mejor y más unitario desarrollo educativo de los menores que ambas tienen a su cargo. Lo que, gracias al auge de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), resulta ahora bastante más fácil y cómodo que en épocas anteriores.

Cómo mejorar la comunicación entre familias y escuela

La transparencia y la confianza que se produce a partir de la retroalimentación otorgada por el feedback son algunos de los elementos que hacen de la comunicación algo más que un mero intercambio informativo. Pero, más allá de los grupos de Whatsapp que son creados por y para familias de un grupo clase en particular ¿qué puede hacerse desde las escuelas para mejorar su interacción con las familias de su alumnado? A continuación, os apuntamos algunos posibles consejos para conseguirlo:

  • Probablemente vuestro centro educativo tenga una página web, vinculad a ella una Newsletterdesde la que podáis distribuir periódicamente las noticias que afecten al centro y a su alumnado entre las familias de vuestros alumnos. De este modo, estarán informados de todo lo que ocurre en la escuela, sintiéndose partícipes e integrados de una forma cómoda para ambas partes.
  • Pese a que su introducción en las escuelas sigue teñida de controversia, podéis crear Redes Sociales (RRSS) de uso más o menos habitual como puedan ser Facebook o Twitter, aunque os recomendamos que el uso que le deis a la primera sea a discreción y bajo un estricto control de acceso y privacidad. También podéis usar otras redes como Instagram, aunque en este caso os recomendamos encarecidamente que las familias os autoricen por escrito la difusión de las imágenes de vuestros alumnos para así evitar posibles, y potencialmente violentos, malentendidos. Pero, en cualquier caso, estas RRSS generan una sensación de pertenencia que puede verse muy potenciada si se convierte en un punto de encuentro entre familias y escuela, pese a que eso requiere que alguien se encargue de su gestión y de responder a las preguntas o comentarios de los familiares, en el caso de que sea necesario.
  • De nuevo con la página web de vuestra escuela como epicentro comunicativo, os proponemos la creación de foros o incluso programas de votación en los que tanto docentes como familias puedan participar. Bajo un estricto control, en base a una serie de principios y derechos de participación comunicados a las familias, ambas estrategias pueden utilizarse para conocer las opiniones de los familiares sobre determinados temas, de forma más genérica que durante las tutorías.

Un conjunto de estrategias para que escuela y familias os coordinéis para ofrecerles a los jóvenes a vuestro cargo una educación que contemple, de forma unitaria, todos los aspectos de su desarrollo tanto dentro como fuera del aula.

Fuente: aulaplaneta.com

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