Empezó como ayudante para el alumnado con necesidades especiales pero, poco a poco, esta labrador retriever también se ha lanzado a enseñar educación emocional y todo tipo de contenidos en las aulas de Infantil del colegio Santa Magdalena Sofía de Zaragoza. El docente Tomás Martín nos cuenta cómo.
Estudios como el llevado a cabo por psicólogos de la Universidad de Goldsmiths de Londres afirman que los perros responden a las emociones humanas con empatía buscando el contacto físico a modo de consuelo. Además, el aprendizaje a través de la interacción directa con animales también aporta múltiples beneficios.
Partiendo de esta idea, y teniendo en cuenta que en nuestro centro apostamos por el desarrollo conjunto de capacidades y corazón, creamos el proyecto ‘Patty, una profe diferente’, enmarcado dentro de la etapa de Educación Infantil.
¡Un perro como profesor!
Llevamos desde el curso 2015-2016 trabajando con un labrador retriever de cinco años adiestrado como perro señal y como perro de educación. Se llama Patty y fue entrenada por la Fundación CANEM para trabajar con estudiantes con necesidades educativas especiales y, precisamente, para ello entró en nuestro colegio. Su presencia y el contacto con la perrita facilitan la enseñanza sobre la importancia de las relaciones con otros seres vivos, el respeto por la naturaleza y enriquece cada experiencia de aprendizaje.
A partir del siguiente curso, tras constatar los beneficios que obtuvieron los alumnos con diversidad funcional, consideramos oportuno llevar a Patty paulatinamente a todas las aulas de Infantil para reforzar los conceptos propios de esa etapa. El proyecto se inició con pocas sesiones con el objetivo de conseguir una adaptación bidireccional.
Educando en emociones
Luego, decidimos readaptar su trabajo hacia la educación emocional. Así, con ayuda de un docente, enseñó al alumnado a gestionar sus sentimientos ante distintas situaciones:
- Reconocer emociones positivas y negativas en los demás y en sí mismos.Para hacerlo posible utilizamos el cuento ‘El monstruo de los colores’ donde, con la observación activa de Patty, identificaban los rasgos del rostro asociados a cada emoción. Se trata de un ejercicio de observación para el autoconocimiento.
- Controlar la ansiedad y la aceptación de las emociones. Observando a la perra retriever, los niños descubren trucos para poder controlar y expresar emociones que a veces no saben cómo gestionar.
- Trabajo en el autocontrol y el pensamiento positivo. En las sesiones semanales de Mindfulness, el rol de Patty es el de ‘anclaje’ para que los estudiantes aprendan autocontrol y estrategias para reconocer y modificar las emociones negativas.
Además de su presencia en las horas de educación emocional, Patty también es un elemento motivador para la introducción de temas transversales, proyectos y contenidos de aprendizaje. Durante los recreos es un recurso socializador especialmente para aquellos estudiantes a los que les cuesta más establecer lazos con sus iguales.
Fuente: educaciontrespuntocero.com