La llegada de las TIC a las aulas ha introducido nuevas prácticas como el cuentacuentos, que combina la narrativa tradicional, la tecnología y las emociones para contar historias. Según recoge Saulius Rosales, Doctor en Educación por la Universidad de Alicante, en ‘Uso del relato digital en la educación. Influencia en las habilidades del alumnado y del profesorado’, aplicar esta técnica en las aulas aumenta la motivación, la creatividad y entrena las competencias digitales de los alumnos.
Relatos con empatía
El cuentacuentos utiliza las técnicas tradicionales de la narrativa para construir relatos que conecten con el alumnado. El objetivo, como subraya Rosales, es crear historias que les emocionen.
En el ámbito educativo, el cuentacuentos permite a los estudiantes entender más fácilmente temáticas complejas como, por ejemplo, la inmigración. Así, a través de una historia protagonizada, por ejemplo, por un niño inmigrante, los estudiantes interiorizan el problema y se fomenta la empatía.
Con esta técnica, además, se trabaja el aprendizaje colaborativo, la motivación y la creatividad. En este sentido, los alumnos crean sus propias historias combinando no solo elementos narrativos, sino también multimedia: imágenes, voz o música.
Otros beneficios
A través del cuentacuentos se logra, también, un ambiente más relajado y participativo en el aula. La creación de una historia con la que el alumnado conecta incentiva su motivación, promueve su curiosidad y crean un vínculo más cercano con el docente.
Por otro lado, si el alumno participa en la elaboración de un cuento, trabaja sus habilidades lingüísticas y digitales, desarrolla su espíritu crítico y aprende a organizar la información. Asimismo, estos relatos colaboran en el desarrollo de habilidades sociales como la empatía o la escucha activa.
Fuente: educaciontrespuntocero