Duarte dejó a la nación un gran legado por sus acciones de valentía y lucha, para que hoy seamos un pueblo libre e independiente.
Un día como hoy, 27 de febrero, recordamos a esos hombres valientes que proclamaron nuestra Independencia Dominicana; Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella.
Duarte fundó la sociedad secreta La Trinitaria, inspiró y ayudó a dirigir la Guerra de la Independencia de 1844. Año donde al grito de “¡Dios, Patria y Libertad!”, Sánchez izó la nueva bandera dominicana, mientras que Mella disparó el legendario Trabucazo en la Puerta de la Misericordia.
Fue así como nació la nueva república bajo la forma de un gobierno republicano y democrático, en un pueblo libre que rechazaba cualquier imposición extranjera.
Legado de Duarte a la nación
Sin duda alguna, Duarte dejó a la nación un gran legado por sus acciones de valentía y lucha, para que hoy seamos un pueblo libre e independiente. Mensajes de perseverancia en sus frases célebres para recordar: “Trabajemos por y para la Patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”, “Vivir sin Patria, es lo mismo que vivir sin honor”.
El historiador Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, expone que: “En cada una de las gestas históricas en las que se ha ido moldeando y solidificando el ethos nacional, puede constatarse cómo hombres y mujeres extraordinarios han sabido sacrificar y ofrendar hasta sus propias vidas con tal de defender el honor nacional y nuestros símbolos patrios”.
A pesar de que este año se conmemora el 142 aniversario de la muerte de Juan Pablo Duarte, sigue en sus descendientes la herencia que les dejó el patricio: el amor por la Patria. “Siento mucho orgullo de llevar la sangre de un hombre que lo dio todo por esta nación, más que entregar su amor a una familia, lo entregó a la libertad del pueblo”, expresó Augusto Duarte Camilo, descendiente.
Historia de la familia Duarte, cuarta generación
Augusto Duarte Camilo (1940), nació en San Francisco de Macorís. Pertenece a la cuarta generación de Juan Pablo Duarte. Su abuelo, Eugenio Duarte, era primo segundo del patricio.
Duarte cuenta que vivió una niñez rodeada de fincas de cacao y café, propiedades de su padre, quien además tenía franquicias de farmacias y fundó la primera emisora de San Francisco de Macorís llamada “La voz del progreso”.
Recuerda que su abuelo fue quien les inculcó a la familia el amor por la Patria: “Él siempre le decía a mis padres que éramos familiares de Juan Pablo Duarte, en ese entonces estaba pequeño, pero fui creciendo consciente de la relación que nos une”.
A sus dieciséis años inició su lucha para lograr la democracia de los dominicanos junto a militares que formaban parte de la conspiración hacia Rafael Leónidas Trujillo. En contra de la dictadura del tirano, estuvo preso por ser dirigente del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Tras una condena de treinta años, perduró cinco en prisión.
Desde ese entonces, sus esfuerzos para mantener en alto el legado del patricio, han sido significativos. Es creador de la Fundación Juan Pablo Duarte, allí conserva documentos y memorias de sus antepasados.
Duarte Camilo es un amante del arte. Conserva cuadros pintados por él, así como instrumentos musicales: “El arte es una herencia que nos dejó Juan Pablo, ya que también era pintor y tocaba guitarra”, expresa.
¿La historia está bien contada?
“Es una pregunta difícil de contestar, porque la historia siempre se escribe con intereses”.
Sobre la Patria opina que: “No es la que Duarte soñó y nos dio, porque lo que enseñó no lo estamos viviendo. Tampoco ese sacrificio de Mella cuando despertó con su Trabucazo la conciencia nacional, ni cuando Sánchez tuvo que valerse de nuestros enemigos para combatir problemas nacionales”.