Jonathan Delance -Proyecto Biodiversidad Costera y Turismo
Santo Domingo
Desde los inicios de la humanidad, los océanos han sido vistos con fascinación, pero también con el temor que provoca lo desconocido. Las primeras formas de vida en el planeta se iniciaron en los océanos hace cientos de millones de años y todavía hoy comprendemos apenas una pequeña parte de la vida submarina.
Existe de hecho más investigación orientada a conocer el espacio que los océanos. Por ejemplo, los Estados Unidos destinan anualmente a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio fondos que podrían financiar 1,600 años de presupuesto a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica[1].
¿Cuál es la importancia
de los océanos para la vida en el planeta? Los océanos generan la mitad del oxígeno que respiramos. Más de 3 mil millones de personas dependen de la diversidad biológica marina y costera para sus medios de vida; y los océanos ocupan tres cuartas partes de la superficie de la tierra y contienen el 97% del agua de nuestro planeta. Los océanos son vitales para el desarrollo de la vida humana: más del 90% de la biomasa viviente está en los océanos[2] y tres de cada cuatro mega ciudades están ubicadas junto al mar[3].
Actividades humanas están afectando a los océanos, como el depósito de enormes cantidades de plástico que amenazan la vida marina; la sobreexplotación de la pesca, que disminuye la seguridad alimentaria; el uso inconsciente del espacio costero con actividades no compatibles o incorrectamente manejadas, haciéndonos más vulnerables ante desastres; el arrojo diario de grandes cantidades de dióxido de carbono, provocando la desaparición de ecosistemas biodiversos como los arrecifes de coral.
Otra importante amenaza para los océanos, debido al cambio climático, es la continua acidificación causada por el aumento de los niveles de dióxido de carbono, lo que impacta la capacidad de desarrollo del plancton, siendo éste la base de casi todos los ecosistemas marinos, las especies claves que dependen de este organismo pueden verse afectadas disminuyendo su población, esta disminución provocaría una crisis económica y alimentaria considerable debido a la baja producción de peces y servicios ecosistémicos claves.
Estos datos reflejan la importancia de cuidar nuestros océanos e indican que urge la acción con compromisos serios y perdurables.
En este sentido, la República Dominicana está dando un paso al frente, y bajo un proceso amplio y bien estructurado ha logrado hacer una Consulta Nacional sobre Océanos que intenta recoger todos los compromisos voluntarios, que varias organizaciones han manifestado desde distintos sectores y regiones a favor de los mismos para ser presentados en la Conferencia Mundial sobre los Océanos.
La reunión de todos los países miembros en esta conferencia que se está realizando esta primera semana de junio, en la sede de las Naciones Unidas, despierta mucha expectativa en que los líderes y las lideresas del mundo, la sociedad civil, empresas y comunidad científica expresen los compromisos voluntarios que implementarán, de tal manera que podamos contar con los servicios que nos ofrecen los océanos a perpetuidad.
[1] Robert Ballard, 2008, The astonishing hidden world of the deep ocean.
[2] Miguel Serrano, Junio 2012, Documento Informativo Día Mundial de los Océanos, IEEE.
[3] Mark Pellin, Sophie Blackburn, 2014, Megacities and the Coast: Risk, resilience and transformation.