Arellano Norka
Reyes Merlín
Velásquez María
El profesorado necesita una formación conceptual, procedimental y actitudinal para atacar el problema de la violencia y para acompañar a las familias en la búsqueda de soluciones, el éxito de la intervención requiere de una acción coordinada de todos los que intervienen en el problema, por lo cual el trabajo en equipo es imprescindible y la participación de la familia es fundamental.
La prevención está al alcance de todos, dado que esta no es otra cosa que la puesta en marcha de las medidas apropiadas para impedir la aparición de interacciones violentas en los individuos y en la comunidad en general (Fernández, 1999).
Díaz – Aguado (2005) destaca como forma de prevenir la violencia en las aulas:
Para prevenirla es necesario romper la “conspiración del silencio” que ha existido hasta hace poco sobre este tema, y enseñar a condenarla en todas sus manifestaciones, insertando su tratamiento en un contexto normalizado orientado a mejorar la convivencia. Conviene tener en cuenta, en este sentido, que algunas de las características de la escuela tradicional contribuyen a que en ella se produzca la violencia o dificultan su erradicación: como la permisividad que suele existir hacia la violencia entre iguales como reacción (expresada en la máxima “si te pegan, pega”) o como forma de resolución de conflictos entre iguales; la forma de tratar la diversidad actuando como si no existiera; o las frecuentes situaciones de exclusión que se viven en ella…(p.3)
La autora refiere la importancia de tratar al adolescente como si fuera un profesional capaz de prevenir la violencia, lo que implica también formar a los estudiantes en métodos de resolución de conflictos. Enfatiza Díaz -Aguado, la importancia de proporcionarle el apoyo y la motivación necesarias al alumno en esta tarea, dado que esto favorece que pueda descubrir el significado que ella tiene para el experto que habitualmente la realiza, y que llegue a identificarse con dicho significado de forma mucho más eficaz que si le pidiéramos estudiar conceptos y definiciones sobre violencia y resolución de conflictos. Es por esto recomendable realizar simulaciones en situaciones hipotéticas y actuar como mediador en la resolución de conflictos entre pares.
Para prevenir que el conflicto siga una espiral de desarrollo y estalle en violencia, uno de los aspectos que debe buscarse es el autocontrol, la experiencia de los autores en la docencia permite afirmar que hoy los adolescentes parecen no tener conciencia de los límites, presentando problemas para autocontrolarse, autolimitarse y ponerse en el lugar de. Se hace necesario comenzar a trabajar desde la escuela con las técnicas de autocontrol, entendiéndose por ésta la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria a fin de alcanzar un mayor equilibrio personal y relacionar, lo cual facilita a las personas dominar sus impulsos, sus emociones en determinado lugar o circunstancia. (ESHC. 2005)
Para prevenir la violencia, uno de los aspectos más importantes es aprender a controlar la rabia, que si bien es un sentimiento normal e inevitable, hay distintas formas de abordarla, el docente debe aprender a aceptarla y a saber mantener la calma, pero debe tener claro que puede tener consecuencias muy graves si no se sabe controlar.
Si quiere mantener un ambiente cordial en el aula de clase y evitar estallidos de violencia, se pueden considerar las siguientes recomendaciones:
- Predique con el ejemplo: Si se ve envuelto en un pleito o discusión que le genera sentimiento de enojo, evite explotar y mostrar conductas agresivas, intente racionalizar el problema y en un tono suave y calmado, busque donde existen los puntos coincidentes y a partir de ellos abogue por el consenso.
- Aléjese del lugar en el caso de no poder controlar la situación.
- Aceptación: Jamás ponga en entredicho la naturaleza y la necesidad del enojo. Ayude a los alumnos a ver que es algo muy humano con lo cual tienen que lidiar. De otra forma es peligroso porque absorber y evadir los enojos significa acumular una presión que posteriormente se libera con peores reacciones.
- Identificación y búsqueda de opciones para la expresión de sentimientos de enojo: Dialogue con él e incentívelo a buscar otras maneras de expresarse.
- Desfogue físico: Para liberar la carga de energía negativa que produce el enojo, proponga a actividades como correr, patear o arrojar una pelota con fuerza, etc. El cansancio físico y gasto de energías disminuye el enojo.
- Expresión creadora a través de cuentos, pintura, incentívelos a expresarse a través del arte, colocando en este sus emociones.
- Comunicación: Hablar sobre los problemas que ocasiona el enojo lleva a entenderlos mejor, incluso a minimizar su carga y su importancia. Impúlselos a que recurran al diálogo, ya sea con usted o con sus amigos.
- Buen humor: Si se toma de la mejor forma, el enojo puede hasta provocar risa. Enseñe a ver las cosas positivas y a identificar cuando las razones del enojo son absurdas. De esta forma, lo tomarán de buen humor y lo asimilarán más pronto y mejor.
- Charla a solas: Recomiéndele el monólogo, dado que hablar consigo mismo hace que con las palabras se libere el enojo. Lo mejor es que esas palabras se quedan en el individuo y no dañan a nadie más. Sugiérale que estando solo puede gritar para liberar la presión del enojo.
- Conteo: Contar números u objetos a la vista le permite alejarse del sentimiento del enojo y relajarse en un patrón fijo y monótono. Ésta es una de las técnicas más populares y más efectivas a corto plazo.
- Ante la tempestad, la calma: En caso de una situación de enojo a nivel grupal, lo más sabio que puede hacer es mantenerse calmado y escuchar lo que dicen los demás. Como usted es el único escuchando con la mente fría, puede evitar discusiones inútiles, identificar los conflictos y tratar de solucionarlos.
Además de las recomendaciones dadas el docente puede aplicar algunas de las técnicas que se recomiendan para manejar la violencia como son: tiempo fuera, la técnica de semáforo, el pensamiento lateral.
Tiempo Fuera
Esta técnica busca sacar de contexto a la persona para que baje el enojo poco a poco y reflexione acerca de la manera en que se reacciona en una situación dada. Si el alumno está muy alterado y nota que no lo está escuchando, envíelo a un lugar privado unos minutos para que se calme y poder iniciar el diálogo, y si es el docente aléjese del lugar, cálmese y regrese a retomar la situación.
Es importante aprender y enseñar a meditar y darse cuenta de las actitudes fuera de control, en este caso cuando al estar consciente de que se está por perder el control es recomendable pedir un “tiempo fuera”, frase esta que debe ser conocida por los docentes como una clave que implica “quiero estar en privado”, tiempo que debe ser dado al alumno hasta que supere la crisis. Si el docente quiere aplicar esta técnica es importante que considere las siguientes sugerencias:
- Busque un lugar seguro y con supervisión en donde el joven pueda estar tranquilo sin que nadie lo moleste, dígale que al final de su tiempo fuera, van a conversar sobre su comportamiento. Invítelo a que tome asiento tranquilo, sin hablar con nadie, hasta que esté bien calmado y dispuesto a tener una conversación. Cuando esté dispuesto al diálogo hable con él sobre lo que ocurrió.
La Técnica del Semáforo
El equipo del psicólogoescolar.com, plantea que esta técnica está especialmente indicada para la enseñanza del auto control de las emociones negativas: ira, agresividad, impulsividad, etc., resulta esencial dada la importancia de educar en actitudes de tolerancia, respeto, convivencia. La escuela está siendo cada vez más consciente de la necesidad de erradicar fenómenos de violencia que se han instalado en su seno, resultando prioritaria la educación de los aspectos emocionales de la inteligencia. (psicólogoescolar.com)
Pasos para la enseñanza de la Técnica del Semáforo
- Asociar los colores del semáforo con las emociones y la conducta:
- Rojo: Pararse. Cuando no se puede controlar una emoción (se tiene mucha rabia, se quiere agredir a alguien, se está muy nervioso…) hay que pararse como cuando se está frente a la luz roja del semáforo.
- Amarillo: Pensar. Después de detenerse es el momento de pensar y darse cuenta del problema que se está planteando y de lo que se está sintiendo.
- Verde: Solucionarlo. Al darse tiempo de pensar pueden surgir alternativas o soluciones al conflicto o problema. Es la hora de elegir la mejor solución.
El Pensamiento Lateral
Para aprender a buscar opciones e ideas nuevas que faciliten la resolución de conflictos se puede utilizar e incentivar “El Pensamiento Lateral” para lo cual se recomiendan diversos ejercicios que pueden aplicarse a manera de juego, en estos ejercicios no existe trampas, sino buscar la solución de una manera distinta a la comúnmente abordada, las soluciones a veces generan expresiones ¿Cómo no se me ocurrió?
Enmarcado en la definición dada en Wikipedia, su objetivo es buscar representar otros caminos alternativos que no estamos acostumbrados a usar, dado que estamos habituados a pensar en una sola dirección y dar por obvio aquello que no lo es. Según el autor, la mayoría de la gente tiende solo a ver una forma de resolver el problema.
Se puede inferir de lo anteriormente expuesto que existen diferentes formas de resolver un problema que muchas veces no son visibles a simple vista por lo cual debería buscarse otras soluciones, rompiendo con la lógica que se ha aprendido y utilizado durante décadas con el pensamiento de tipo vertical, esta transgresión lleva a encontrar nuevos caminos que antes podían no haberse visto. El pensamiento vertical crea patrones y adapta las novedades a lo que conoce, mientras que el lateral está dispuesto a explorar esas nuevas situaciones para ver a donde conducen. Aprender a buscar nuevas opciones implica entender que la solución a los problemas puede encontrarse en el otro, que a veces es necesario romper con paradigmas para encontrar nuevos caminos los cuales, en muchas ocasiones, no son los más evidentes.
La Comunicación
La auténtica educación tiene como fin el desarrollo integral de la persona, por eso debe proporcionar, además de conocimientos, valores, creencias y actitudes frente a distintas situaciones. Para encarar esta tarea se debe estimular la comunicación y erradicar todos los aspectos que no la hacen efectiva.
La comunicación es prevención porque posibilita encontrar un espacio, ser protagonistas, aprender a respetar al otro, ayuda a formar el espíritu crítico, viabiliza la capacidad de aceptar el error como incentivo, para la búsqueda de otras alternativas válidas y ayuda a superar las dificultades porque la carga se reparte.
Es por ello que el docente debe promover la participación, la comunicación interpersonal, la asunción de responsabilidades y el aprendizaje cooperativo. A través de técnicas y estrategias diferentes tales como: el debate, asambleas, teatro, juegos cooperativos, talleres, fiestas, campeonatos deportivos, entre otros, orientando a los jóvenes hacia la autogestión y la autodisciplina mediante la distribución compartida de responsabilidades estableciendo entre otras cosas normas claras y consensuadas, etc.
Si se parte de considerar a la comunicación como el elemento principal para evitar la violencia escolar, se hace importante el que los docentes aprendan a comunicarse de manera efectiva, y para eso es imprescindible aprender a escuchar de manera activa.
Escucha activa
Es una manera de escuchar con atención lo que la otra persona dice con el objetivo de intentar comprenderlo. En el proceso de comunicación la persona que utiliza la escucha activa le trasmite al emisor lo que este ha dicho, destacando el sentimiento que contenía el mensaje. Por lo tanto, es importante resaltar que se ha entendido no únicamente lo que ha expresado el emisor sino también lo que siente.
Aunque se comprendan los sentimientos de la otra persona, esto no significa que se esté de acuerdo con lo que dice o piensa la otra persona.
Las técnicas de escucha activa
- Mostrar interés: favorecer que la otra persona hable.
- Clarificar: aclarar lo que ha dicho, obtener más información y así ayudar a ver otros puntos de vista.
- Parafrasear: se trata de repetir con tus palabras lo que la otra persona ha dicho, por lo tanto no debe expresar las ideas propias ni las opiniones. Se puede empezar la frase diciendo… “si lo he entendido bien, lo que me estás diciendo es…”
- Reflejar: mostrar a la otra persona que se entiende lo que ella siente. Esta técnica permite reflejar los sentimientos de la otra persona que habla.
- Resumir: centrar el tema destacando las ideas principales de lo que la otra persona ha expresado.
Cuando se escucha de forma activa no se hace únicamente escuchando sino que también se hace a partir del lenguaje no verbal y por lo tanto se debe tener en cuenta: contacto visual, un tono de voz suave, gestos acogedores y una postura corporal receptiva.
Cuando se escucha de forma activa, Uranga (1998) plantea que:
- No se cambia de tema cuando la persona habla.
- No se valora, no se juzga, no se anima ni aconseja.
- No se piensa en rebatir lo que el otro dice mientras habla.
- Se exploran los sentimientos además de los hechos.
- Se observa el lenguaje no verbal.
- Se hacen preguntas abiertas, es decir, preguntas que permitan al que habla expresarse más, explorar y profundizar en lo que ha pasado. Preguntamos acerca de sus necesidades, sus preocupaciones, sus ansiedades y sus dificultades.
- Se parafrasean los puntos principales para ayudar a quien habla a comprender el conflicto, dándole la oportunidad de ver en otras palabras lo que ha expresado.
Fuente: quadernsdigitals.net