Hainan Reynoso Uribe
Un recurso natural es un bien material y servicio que regala la tierra sin la intervención humana. Se trata de los minerales, alimentos y materia prima que brotan de la naturaleza para sostener el bienestar y desarrollo de la sociedad.
Mientras algunos recursos se recuperan a una velocidad mayor a la del consumo humano, otros tienen ciclos de regeneración muy por debajo de su extracción o explotación.
Es por esto que existen recursos naturales renovables, como la madera; y no renovables, como los derivados del petróleo (gasolina, carbón, entre otros.)
El agua puede ser considerada como un recurso renovable si se le consume de manera controlada y eficiente. De lo contrario no sería renovable, al menos no en el tiempo para el que la humanidad la necesitaría.
¿Cómo preservar el agua?
- Proteger las montañas de donde emanan los ríos.
- Reforestar las cuencas hidrográficas.
- Construir presas.
- Manejar los acuíferos con criterios técnicos.
- Aplicar tratamiento a las aguas residuales para nuevos usos.
¿Por qué preservar el agua?
- 1,800 millones de personas en todo el mundo utilizan una fuente de agua que está contaminada con heces fecales.
- Más de 800 niños mueren cada día por enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene.
- Unos 2,400 millones de personas carecen de retretes y letrinas.
- La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y este porcentaje podría aumentar.
- Más del 80% de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierte en los ríos o en el mar, sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación.
- Las enfermedades relacionadas con el agua contaminada y la falta de saneamiento siguen estando entre las principales causas de muerte en menores de 5 años.
Los ecosistemas protegidos son fuente de riqueza y de servicios a la sociedad. El daño a las áreas que garantizan la vida de los animales y plantas -y los procesos ecológicos necesarios para su conservación- amenazan la economía y sociedad.
Apremia la implementación de políticas responsables para preservar el capital natural dominicano y el bienestar de las generaciones futuras.
La República Dominicana es signataria del acuerdo arribado por decenas de líderes mundiales en septiembre de 2015 para “proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible”.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el número 6 propugna por “el Agua y Saneamiento”. El acceso al agua, saneamiento e higiene están consagrados como derechos humanos, sin embargo las estadísticas de consumo son abrumadoras.
Valle Nuevo: madre de las aguas
Del Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier o Valle Nuevo brotan los ríos Blanco, Masipedro, Tireo, Grande del Medio, Las Cuevas, Banilejo, Ocoa, Nizao, Jimenoa y Constanza.
Estos acuíferos suplen las presas e hidroeléctricas de los ríos Blanco, Hatillo, Sabana Yegua y Pantuflas; así como los contraembalses Ysura, Jigüey, Aguacate, Valdesia, Las Barías y Jimenoa.
Esas aguas abastecen los acueductos de Bonao, Constanza, Padre las Casas, Santo Domingo, y los sistemas de regadío Marcos A. Cabral, Nizao-Najayo, Ysura, Caballero, entre otros.
La existencia de Valle Nuevo es incompatible con la presencia humana. La tala de árboles para el cultivo de productos de ciclo corto, la producción de basura y la construcción de infraestructura limita el libre curso de esos acuíferos. El resultado es la degradación, cuyos niveles podrían llegar a un punto irreversible.
¡Aprende! Recursos No Renovables: Educación para su preservación, de la autoría del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, es el tema que aborda el fascículo número 4 de la XXIV edición de Semana de la Geografía, bajo el tema ¡Aprende! Nuestras Áreas Protegidas son Fuente de Vida Sostenible.