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Usurpadores de la palabra. 5 tácticas para combatirlos

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Santiago Moll

¿Qué son los usurpadores de la palabra? Seguro que en más de una ocasión te has topado con ellos y coincidirás conmigo en que no son personas fáciles de lidiar.

Los usurpadores de palabras son aquellas personas que no dejan hablar, te cortan continuamente,  imponen su opinión, ignoran lo que dices… ¿Y cómo te hacen sentir? Pues te hacen sentir impotente, muy impotente…

De ahí que este artículo quiera darte unas pautas muy concretas y útiles de cómo detener de manera efectiva a estos ladrones de la palabra, a estos monopolizadores de la conversación.

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Usurpadores de la palabra. Algunas consideraciones previas.

Todas las personas pueden en algún momento robarnos o monopolizar una conversación, desde nuestra tu pareja, compañero, amigo, jefe, superior…

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En este sentido es importante distinguir entre aquellas personas que lo hacen sin querer y las personas que lo hacen intencionadamente.

En general, las personas no somos muy buenas escuchando, es decir, por lo general somos malos escuchadores. Personas a las que no les importan lo que dice el otro o que no son capaces de interpretar el lenguaje no verbal de su interlocutor cuando este le están enviando señales de cansancio, nerviosismo o aburrimiento, por citar algunos ejemplos.

Los usurpadores de palabra monopolizan una situación comunicativa de manera consciente, en muchas ocasiones para demostrar su superioridad y, por suspuesto, imponer su opinión.

¿Qué síntomas manifiestan los usurpadores de la palabra?

Para este listado me he servido del magnífico libro de Teresa Baró titulado Manual de la comunicación personal de éxito. En este manual Teresa Baró nos da algunas de las claves que definen el comportamiento de los usurpadores de la palabra. Son estos:

  • Suelen ser los que inician la conversación.
  • Interrumpen en todo momento para contar una experiencia personal, una anécdota, para demostrar que tienen un mayor grado de conocimiento sobre un tema. De lo que se trata es de demostrar su superioridad.
  • Su conversación es lo más parecido, en palabras de Teresa Baró, a una conversación de ping-pong, es decir, no hay una conversación fluida y verdadera con preguntas y comentarios u opiniones, sino que, cuando has terminado de hablar, te salen con cualquier cosa que les ha pasado, les preocupa, les gusta…
  • Tienden a dar consejos y soluciones aunque tú no los hayas solicitado.
  • Cortan lo que están diciendo y cambian bruscamente de tema para hablar sobre lo que les apetece a ellos sin tener poco o nada que ver con lo que estabas diciendo.
  • Tienden a repetir ideas.
  • Les gusta ser visibles.
  • Sobreponen su voz a la de su interlocutor.
  • Hablan largo rato sobre un tema como si de un monólogo se tratara.
  • Se ríen de sus propios comentarios aún sabiendo a que al resto de interlocutores no les hace gracia o no les interesa.
  • Se molestan o sorprenden cuando, tras haber monopolizado la conversación, sus interlocutores han estado largo tiempo en silencio.
Cinco tácticas efectivas para combatir a los usurpadores de palabras.

Ya te adelanto que no es fácil combatir a los ladrones de conversaciones, entre otras razones por el tipo de interlocutor que tenemos delante como podría ser nuestro jefe o superior.

Para combatir o lidiar con los usurpadores de palabras, Teresa Baró habla de 5 tácticas:

Usurpadores de palabras. Táctica cómoda.

Hay veces en las que no queda más remedio que rendirse. ¿Cuándo? Pues cuando en la conversación hay poco o nada en juego. Lo mejor es dejar que el otro se explaye en su monólogo. En tu caso, tan solo tienes que sonreír o asentir con la cabeza de vez en cuando. Relájate y deja que el usurpador de palabras se canse. Mientras tanto, aprovecha mentalmente para planificarte (quehaceres diarios, viajes, lista de la compra…)

Usurpadores de la palabra. Táctica luchadora.

Hay conversaciones en las que merece la pena o es necesario luchar por una conversación. En este caso es importante reconducir una y otra vez el tema de la conversación, por ejemplo en una reunión. Para ello es muy útil incorporar lo que Teresa Baró denomina cuñas como, por ejemplo:

  • Como te decía…
  • Volviendo al tema…
  • Entiendo tu postura. Para centrarnos en el tema…
  • Retomando el hilo de la conversación…
Usurpadores de la palabra. Táctica activadora.

Esta táctica tiene que ver cuando enfrente tienes a un interlocutor difícil. Si la conversación lo merece, hay que prepararse para un buen ataque con las siguientes armas:

  • Cuando hay una intento de usurpar la palabra, alza la voz más alta que tu interlocutor.
  • Habla sin dejar de mirar a los ojos de tu interlocutor.
  • No dejes ni un solo momento de hablar.
  • No hagas pausas.
  • Si empieza a hablar, no te calles.
  • Si estás cerca de tu interlocutor, pon tu mano sobre su antebrazo para detener sus ganar de interrumpirte.
  • Con un tono cortante usa frases como:
    • Déjame hablar, por favor.
    • No he acabado de hablar, por favor, respeta mi turno de palabra.
    • No me interrumpas ahora.
Usurpadores de la palabra. Táctica paciente y amable.

Puede darse el caso que la persona que tienes delante no conozca el arte de la conversación. Si es así, de lo que se trata es de enseñarle a escuchar, a respetar a los demás y ser empático y también asertivo. Algunas frase que recomienda Teresa Baró para esta táctica serían:

  • Te iba a contar que…, pero no me has dejado hablar.
  • De acuerdo, pero fíjate que nos hemos desviado del tema inicial.
  • Sería más eficaz que me escucharas primero lo que te quiero decir y después hicieras tus comentarios o aportaciones.
Usurpadores de la palabra. Técnica poco educada.

Hay momentos en los que uno no puede más con un tipo de interlocutor que se comporta como un pedante, un arrogante o un manipulador de la conversación. Con este tipo de personas no merece perder ni un segundo de tu tiempo, ni un ápice de tu energía.

¿Qué puedes hacer al respecto? Teresa Baró propone:

  • Deja de escuchar a tu interlocutor e inicia o sigue con tu tarea, consulta tu teléfono…
  • Levántate y déjale con la palabra en la boca.

Usurpadores de la palabra. A modo de conclusión.

Tras escribir este artículo, me ha venido a la cabeza una frase que me repito y que me gusta compartir con los que tengo al lado. Es esta:

La gente no escucha para comprender, sino para responder

La conversación es todo un arte, todo un aprendizaje y aprenderlo tiene un gran valor. Pero también tiene un gran valor tu tiempo y el tiempo que le dedicas a las personas con las que compartes tu día a día. No puedes evitar que las personas que tienes a tu alrededor sean usurpadores de palabras, pero sí puedes lidiar con ellos a través de las cinco técnicas que he compartido contigo en esta entrada.

Ahora toca reflexionar sobre los usurpadores de la palabra que tienes en tu entorno personal y profesional para, a continuación, hacerte una pregunta crucial:

Fuente: Manual de la comunicación personal de éxito, de Teresa Baró/justificaturespuesta.com

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