Mar Sevilla Martínez
La comodidad o el estilo son dos de los criterios decisivos a la hora de elegir el calzado, prenda que se utiliza tanto para protegernos del frío y del calor como para evitar posibles traumatismos. Sin embargo, estas dos cualidades no sirven para escoger los zapatos de los niños.
La razón es sencilla, tal y como señala Inmaculada Pérez, podóloga y vocal del Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, “en el niño, la mayoría de sus huesos no han osificado aún y su musculatura está sin desarrollar, algo que no ocurre en el adulto. Es por ello que el calzado debe permitir su desarrollo fisiológico normal, favoreciendo la buena posición del pie mientras éste crece”.
La especialista advierte que el niño nunca debe calzarse antes de comenzar a dar sus primeros pasos ya que necesita los pies estén libres para que los pequeños sean capaces de percibir con ellos el mundo que les rodea. De hecho, el calzado en los bebés no se considera imprescindible y es recomendable que utilicen solamente calcetines en invierno para protegerse del frío.
Criterios para escoger
La primera valoración que tienen que tener en cuenta los padres cuando acuden a buscar calzado para sus hijos tiene que ser es la funcionalidad del pie y la necesidad de uso. “Hay que saber que si lo aislamos en exceso impediremos que se ejercite lo suficiente y estaremos perdiendo cada vez más nuestra capacidad de adaptación, fruto de años de evolución que han hecho del pie una maravilla de la ingeniería. Y sólo cuando han cumplido todas nuestras necesidades valoraremos la estética”, explica Pérez.
Entre las características que debe tener un buen zapato la especialista destaca que el zapato debe ser flexible, ligero, con punteras redondeadas, transpirable y con sistemas de fijación sencillos y efectivos. Además, deben permitir total libertad de movimientos y, a pesar de su flexibilidad, deben presentar un contrafuerte (parte posterior del zapato) relativamente estable para mantener el talón en una posición correcta.
Algunos niños tienen a quitarse los zapatos en casa y andar descalzos, ¿es malo para los pequeños? La podóloga indica que en general no. “Actualmente hay estudios suficientes que nos permiten afirmar que es fundamental que el niño ande descalzo para obtener una información táctil y esteroceptiva de su entorno. Además el contacto con el suelo favorece el buen desarrollo de la musculatura”, concluye.
Fuente: DMedicina.com