La Navidad es sinónimo de regalos, de ilusión y sobre todo de niños. En estas fechas los pequeños de la casa son los indudables protagonistas y gran parte de las fiestas están dedicadas a ellos. Tanto que, a veces, en las familias se les inunda de regalos con los consiguientes problemas. Los niños se saturan, no saben por dónde empezar, se aburren antes de comenzar a jugar e incluso a los pocos días se olvidan de los presentes que han recibido.
La culpa no es sólo de los pequeños que pueden pecar de caprichosos, es más de los adultos que les dan todo lo que piden. La psicóloga Helena Sancho reclama sentido común. «Hay que conocer a los niños. Dejarles pedir lo que quieran no es malo. Es bueno que aprendan que las cosas no se consiguen a la primera.
A veces a quienes hay que educar es a la familia. Los abuelos, los tíos, piensan que cuanto más grande y caro sea el regalo más les van a querer los niños. Se llega, incluso, a regalar objetos que no son adecuados a determinadas edades.
«Los adultos compran y compran y los niños desenvuelven un regalo tras otro, con auténtica ansiedad, sin darle valor a ninguno. En su mayoría son juguetes que al poco tiempo terminan en algún rincón o en el fondo del armario de los juguetes. O bien porque no ha cumplido sus expectativas, o simplemente porque entre tantos juguetes, quedan olvidados» dice Sancho.
Patricia Fernández corrobora la opinión de la psicóloga. «El problema radica mucho más en los adultos que en los niños. A veces quieren darles todo lo que ellos no tuvieron, o pretenden suplir ausencias, e incluso quedar por encima de otras familias. Y eso no es bueno para los niños, que en realidad no necesitan casi nada.
Cuando se trata de varios hermanos también se puede optar por hacer algún regalo común. Algo que todos deseen pero con lo que no puedan jugar solos. Juegos de mesa, canicas, pelotas… hay miles de opciones que necesitan más de un niño para ser divertidas.
Algunas ideas para no regalar sólo juguetes:
Equipamiento para ejercicio
En general, los niños no tienen una apreciación especial por ejercitarse en tanto no sea divertido o lúdico. Es por eso que una buena idea es estimular las ganas de ejercitarse regalándoles un mini trampolín para uso en interiores o un modelo más grande (y más caro) para uso en exteriores, por ejemplo. De esta manera se divierten, se entretienen y al mismo tiempo se ejercitan. Los más chicos también pueden encontrar diversión en otros equipos como un aro de basket (para interior o exterior), una soga de saltar, una bici o un hula hoop.
Diario personal
Casi a todos los niños les gusta dibujar o escribir cuando descubren que pueden hacerlo y que mejoran con la práctica. Un buen método de estimular su imaginación, su inventiva, su creatividad y su autoexploración es un simple cuaderno en blanco que les permita expresarse. Incluso a muchos niños y niñas les llaman la atención aquellos que vienen con bloqueo como llaves o claves electrónicas para que sea un cuaderno íntimo.
Ropa
La ropa es una necesidad, pero no tiene porqué ser aburrida. Las fiestas son un buen momento para “derrochar” en ropa un poco más cara que la que se acostumbra usar, para dar el gusto de comprar “esa” prenda que estuvieron deseando todo el año o comprar ropa especial que los chicos necesitan para sus actividades como la danza, el fútbol, o incluso ir a esquiar.
“Cómo hacer”
A muchos chicos les gusta cocinar, hacer jardinería o experimentos. Para este tipo de niños existen opciones como libros de pastelería que vienen con ingredientes y utensilios, libros que enseñan a trabajar el jardín y otros que permiten aprender de química. Es una buena forma de acercarlos con esa actividad que tantas ganas tienen de desarrollar y estimular sus pasiones.
Música
Ya se ha comprobado que la música tiene efectos espectaculares en el desarrollo de un niño y que cuando el sentido rítmico y musical es estimulado desde pequeños eso tiene un gran impacto positivo en su intelecto. Regalarles discos, parlantes para su cuarto o hasta un isntrumento es una excelente idea.
Muebles
Si bien es probable que los niños no se entusiasmen cuando la familia adquiere por ejemplo un nuevo sofá para el living, los niños sí aprecian un lindo espacio para jugar y disfrutar tanto del tiempo libre como de hacer sus tareas. Una cómoda silla, un escritorio nuevo, una mesa de tamaño infantil, decoración para su cuarto o hasta un baúl donde poner sus juegos también son buenas opciones.
Libros
Los libros son un regalo común pero el momento adecuado para regalarlos son las fiestas. Los chicos están de vacaciones y tienen más tiempo para prestarle atención a una buena historia de ficción o un libro que les interese. De esta manera se crea el hábito de lectura que tanto bien hace en su desarrollo académico y personal.
Fuente: Ojodeltiempo.com