Dr. Francisco Imbernón, catedrático de la Universidad de Barcelona
En el marco de la celebración del V Congreso Internacional Nuevas Tendencias en la Formación del Profesorado, organizado por el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, ISFODOSU por parte de la República Dominicana y la Universidad de Barcelona, España, presentamos algunas impresiones sobre este importante evento del Dr. Francisco Imbernón, catedrático, director del Grupo FODIP (Formación Docente e Innovación Pedagógica) y del Observatorio Internacional de la Profesión Docente de la Universidad de Barcelona.
Según explica el Dr. Imbernón, el congreso pretende en términos generales, hacer una revisión de las orientaciones que se están desarrollando a nivel mundial en el campo de la formación permanente del profesorado y reflexionar con respecto a su aplicación e implicaciones en la sociedad educativa del futuro.
“Los congresos realizados de formato internacional se caracterizan, por la superación de la dicotomía teoría-práctica, acogiendo y entrelazando, de manera significativa, los modelos, orientaciones y aportaciones teóricas que actualmente rigen en la formación permanente del profesorado, su planificación y gestión así como vislumbrar las experiencias prácticas y concretas que se están llevando a cabo en este ámbito”, manifestó a la vez que destacó que este congreso quiere responder a inquietudes en la formación permanente en el siglo XXI como las siguientes:
- ¿Hacia dónde se dirige la gestión y planificación de la formación permanente en el siglo XXI?
- ¿Cómo influyen en la práctica docente y en la formación que recibe el profesorado de cualquier etapa educativa los nuevos cambios sociales, educativos y políticos?
- ¿Cómo revierten en las prácticas de gestión y planificación de la formación del profesorado los nuevos enfoques conceptuales educativos?
- ¿Cuáles son las nuevas tendencias en gestión y planificación para una mejor formación permanente?
- ¿Qué significa en la práctica la institucionalización de la formación permanente del profesorado?
Para Imbernón, los congresos pretenden hacer una revisión de los objetivos y de las nuevas tendencias que se están dando en el campo de la formación permanente del profesorado y específicamente de la gestión y planificación, así como reflexionar sobre su aplicación en la sociedad educativa actual y del futuro, generando espacios de diálogo permanente a través de redes que permitan conocer y analizar desde una perspectiva teórico-práctica la situación actual de la gestión y planificación de la formación permanente del profesorado.
“No hay duda que eso es importante no sólo para la República Dominicana sino para todos los países asistentes”, afirmó.
Acerca de los cambios que se aspira sean promovidos a través del congreso, dijo lo siguiente: “Desde mi punto de vista los cambios que los congresos promueven son crear un espacio para la exposición, reflexión y debate de búsquedas, ideas u otras aportaciones sobre la formación permanente del profesorado en el siglo XXI, así como fomentar la comunicación y la colaboración a nivel internacional en el ámbito de la formación permanente del profesorado”.
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Destacó que también es importante la presentación de experiencias formativas innovadoras que se estén realizando en este ámbito. Desarrollar un análisis sobre el futuro de la gestión y la planificación en el ámbito de la formación permanente del profesorado y difundir los conocimientos y aportaciones científicas resultantes del trabajo realizado en el congreso.
Sobre las nuevas tendencias existentes en la formación docente, el director del FODIP resumió varias ideas donde planteó que es evidente desde ya hace tiempo, que en la realidad del profesorado no hay tantos problemas genéricos sino muchos problemas específicos o situaciones problematizadoras que se dan en contextos sociales y educativos determinados y últimamente, esas situaciones y esos contextos se han hecho más complejos. En la formación, el contexto en el que se dan las prácticas educativas, o sea la propia institución educativa y la comunidad que envuelve ésta, asume así una importancia decisiva y nace una importante tendencia que acerca la formación del profesorado y los centros a partir de sus problemas concretos. La tendencia de una formación que partiendo de las complejas situaciones específicas educativas que ayude a generar alternativas de cambio en el contexto donde se da la educación, que ayude más, que desmoralice a quien no puede poner en práctica la solución del experto/a porque su contexto no le apoya o las diferencias son tantas que es imposible replicar la solución (a menos que ésta sea rutinaria y mecánica). Por tanto, la tendencia reduce la formación estándar para acercar la formación al contexto del profesorado.
Según siguió explicando, otra tendencia que ha ido surgiendo con fuerza es fomentar políticas que refuercen una formación colaborativa del colectivo docente, donde la metodología de trabajo de la formación y el clima afectivo que debe desarrollar sean pilares del trabajo colaborativo. Un clima y una metodología formativa que sitúe al profesorado en situaciones de participación, de aceptar críticas, de tolerancia, de discrepancia, suscitando la inventiva y la capacidad de regularlo.
Se podrá desarrollar una necesaria colaboración entre los docentes que trabajan juntos desarrollando una formación permanente que se dirija a desarrollar proyectos de innovación o procesos indagativos entre los decentes mediante una metodología formativa con unas modalidades y estrategias de formación organizadas sobre la base del trabajo en grupo y la participación. La colaboración es un proceso que puede ayudar a entender la complejidad del trabajo educativo, dar respuestas de mejora a las situaciones de la práctica educativa y a las personales.
Otra tendencia importante actualmente, es reivindicar que el profesorado sea sujeto de formación y no objeto de ella. Es dar la voz y el protagonismo a los docentes. Una formación que acepte la reivindicación de la subjetividad del profesorado, de la identidad docente como un dinamismo de forma de ver y transformar la realidad social y educativa y de la capacidad de producción de conocimiento, que permita complementar la identidad del sujeto docente con la identidad grupal y lograr una visión crítica de la enseñanza para analizar la postura, los imaginarios de cada uno delante de la enseñanza y el aprendizaje, que aliente a la confrontación de preferencias y valores, donde prevalezca el encuentro, la reflexión sobre lo que se hace entre colegas como elemento fundamental en la relación educativa.
Sobre este punto, concluyó diciendo: “Y no podemos olvidar que la formación permanente del profesorado se mueve en un mundo complejo. Y aparece trabajar la formación en la complejidad ya que repercute en los procesos formativos. Esa creciente complejidad social y formativa, origina que la profesión docente y su formación se hacen, en concordancia, más compleja. Reconocer la complejidad del pensamiento y de la práctica docente significa reconocer que, la educación como fenómeno social es una red abierta y que esa abertura hace que, a veces, se toman decisiones sin reflexionar (o intuitivas) y que promover una formación que facilite la reflexión y la intuición puede hacer que los profesores sean mejores planificadores y gestores de la enseñanza-aprendizaje”.
A modo de adelanto sobre lo que se verá en el congreso, resaltó que Quizá el mensaje más importante es que otra formación es posible. “Se empiezan a vislumbrar alternativas como la que no se limita a analizar únicamente la formación como el dominio de las disciplinas científicas o académicas sino que plantea modalidades donde el papel de la formación permanente es crear espacios donde el profesorado tenga voz desarrollando procesos reflexivos e indagativos sobre los aspectos educativos, éticos, relacionales, colegiales o colaborativos, actitudinales, emocionales, etc., que van más allá de los aspectos puramente disciplinares, uniformes, técnicos y supuestamente “objetivos”. Cuestionándose aspectos que durante mucho tiempo habían permanecido inamovibles o que estaban estancados en una inercia institucional y por otra parte potencia que aparezcan alternativas o propuestas nuevas, que pueden provocar un nuevo pensamiento y proceso formativo. Y en eso estaban muchas personas. Veremos si todo ello ayuda a mejorar la formación y como consecuencia la calidad de nuestras instituciones educativas”.
Para Imbernón, cada vez hay más formación y poco cambio. Es posible que sea porque aún predomina la formación transmisora, con una supremacía de una teoría descontextualizada, alejada de los problemas prácticos, basada en un profesorado mediano que no existe… Pese al discurso que la formación se tiene que acercar a los centros y partir de las situaciones problemáticas de los enseñantes, los proyectos de formación autónomos en los centros continúan siendo una eterna reivindicación.
“Nos tenemos que introducir en la teoría y en la práctica de formación en nuevas perspectivas: las relaciones entre el profesorado, las emociones y actitudes, la complejidad docente, el cambio de relaciones de poder en los centros, la autoformación, la comunicación, la formación con la comunidad y dejar estar la formación estrictamente disciplinaria”, manifestó.
Expresó que la formación permanente del profesorado tendría que facilitar la reflexión práctico – teórica sobre la propia práctica mediante el análisis de la realidad, la comprensión, la interpretación y la intervención sobre esta. La capacidad del profesorado de generar conocimiento pedagógico mediante la práctica educativa, así como el intercambio de experiencias entre iguales y con la comunidad para posibilitar la actualización en todos los campos de intervención educativa y aumentar la comunicación entre el profesorado.
Según explicó, será necesaria la unión de la formación a un proyecto de trabajo del centro. Una formación en el puesto de trabajo, dónde se dan las situaciones problemáticas, una «formación desde dentro». “Por lo tanto, el enfoque que defendemos no es una formación centrada en las actividades del aula; ni ver el profesor como un aplicador de técnicas, sino orientada hacia un profesional reflexivo y crítico que tiene capacidades de procesamiento de la información, análisis y reflexión crítica, decisión racional, evaluación de procesos y reformulación de proyectos, tanto laborales como sociales y educativos en su contexto y con sus colegas.
Su opinión sobre la labor de formación docente del ISFODOSU.
“Creo que el ISFODOSU como universidad pedagógica nacional y como instancia de soporte académico del Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD), en tanto que es la institución oficial responsable de la formación de los docentes requeridos por el Sistema Educativo Dominicano tiene mucho que decir y hacer en la formación de maestros. Sobre todo cumplir lo que dicen sus fines: formar de manera integral los/as profesionales de la educación que demanda el sistema dominicano, con sentido de responsabilidad moral, honestidad, con vocación para la convivencia democrática; un espíritu crítico, creador y constructivo, con autonomía y competencia, para insertarse en la sociedad del conocimiento”.
Acerca del Dr. Francisco Imbernón.
Francisco Imbernón es catedrático de Didáctica y Organización Educativa de la Universidad de Barcelona. Ha desarrollado tareas en formación inicial y en la formación permanente del profesorado de todos los niveles educativos, y en la formación de profesionales de diversos sectores y formadores. Ha recibido varios premios y ha publicado diversos libros unipersonales sobre alternativas pedagógicas, sobre formación del profesorado, y diversos textos sobre temas educativos. Es miembro de diversos consejos de redacción y ha publicado numerosos artículos revistas educativas tanto nacionales como internacionales. En el campo de la investigación es director de diversas investigaciones tanto nacionales e internacionales. Es director del grupo reconocido de calidad de investigación y de innovación sobre formación docente de la Universidad de Barcelona y del Observatorio Internacional de la Profesión Docente, así como profesor visitante en diversos países.